La derrota de los Celtics contra los Nuggets no fue la peor noticia de la jornada de la NBA para la franquicia de Boston, ya que en un lance del partido, Kemba Walker se dio un tremendo golpe contra su compañero Semi Ojeleye que le dejó KO y conmocionó a todo el Pepsi Center de Colorado.

El encontronazo se produjo a tres minutos del descanso, cuando el base perdió el control en una acción e impactó con la cabeza en el cuerpo de Ojeleye, un ‘gigante’ que pasa de los 2 metros de altura y pesa más de de 100 kilos.

El choque dejó visiblemente tocado al que fuera número 9 del draft de 2011, que se desplomó y mostró síntomas de conmoción cerebral, según informaron medios norteamericanos. 

Walker fue asistido inmediatamente en la pista. Ante la preocupación por el estado de la cabeza, el cuello y la espalda se tomaron todas las precauciones a la hora de moverlo a la camilla.

Posteriormente abandonó la pista en medio de una gran ovación del público rival y fue trasladado para llevar a cabo más pruebas que ayudaran a conocer las primeras impresiones sobre el alcance de la lesión.

El golpe dejó helado al Pepsi Center, pero hizo saltar las alarmas entre los responsables de los Celtics por el parecido de la acción de Kemba Walker con la escalofriante lesión de Marquis Daniels en un Boston-Orlando disputado en 2011, cuando sufrió un golpe similar que le provocó una lesión medular.

No obstante, el entrenador de los Celtics, Brad Stevens, comunicó tras el encuentro que los resultados de las pruebas fueron positivos y resumió la situación en una frase: “Es un líder. Probablemente sea el jugador más pequeño en cancha, pero tiene el corazón más grande”.

Las muestras de cariño con Walker se sucedieron en las redes sociales empezando por la de sus compañeros de profesión: jugadores como Reggie Jackson, Jusuf Nurkic o Ja Morant se volcaron con el base de los Celtics y pidieron que se rezara para su mejora.