La vida de Verona van de Leur ha dado muchas vueltas. La holandesa dedicó su infancia y adolescencia a la gimnasia artística y llegó a ser subcampeona de Europa en 2002, cuanto tenía 16 años.

Era la gran esperanza holandesa para lograr un oro, pero su carrera se fue deteriorando hasta que lo dejó todo en 2008. A los 20 años, Verona abandonó la que había sido su vida hasta ese momento, algo que sus padres no aprobaron. Según cuenta ella, se apropiaron del dinero que había ganado como gimnasta y la echaron de casa. 

Ahí empezó todo. Pese a que ganó el juicio tras denunciar a su familia por quedarse con su dinero, cuando lo recuperó, se lo fundió todo. Ella y su novio se quedaron en la más absoluta ruina, viviendo en la calle y durmiendo en su coche. Según relata en su biografía, había semanas que sobrevivían a base de pan y mantequilla.

Entonces, años después, su pasado como gimnasta le abrió una puerta: la del porno.

"Me ofrecieron tal cantidad que no pude rechazarlo", asegura. Ha logrado salir adelante gracias a los vídeos profesionales para los que es contratada y para los suyos propios, que amortiza a través de su propia página web. Aunque su deseo es regresar al mundo del deporte para ayudar a niños que empiezan, el porno le ha salvado la vida.