Escaparate destrozado en la calle Pelayo de Barcelona, tras los disturbios ocurridos en la ciudad.
EFE/Albert OlivéUna mujer limpia los destrozos causados en un comercio ubicado en La Rambla de Barcelona.
EFE/Albert OlivéLa propietaria de un quiosco de la ONCE limpia los destrozos causados en su comercio, ubicado en La Rambla de Barcelona, tras ser quemado durante los disturbios.
EFE/Albert OlivéUna farola de la Ramblas de Barcelona arrancada, tras los disturbios ocurridos. Sin embargo, la ciudad hace ya su vida en las calles. En breve las autoridades retirarán todo esto.
EFE/Albert OlivéNi los maniquíes se salvaron del pillaje, los destrozos y las peleas que hubo en la ciudad.
EFE/Albert OlivéMiembros del Cuerpo de Bomberos han intervenido en la zona alta de las Ramblas, en Barcelona, donde un grupo de seguidores han quemado contenedores.
EFE/Toni GarrigaDesgraciadamente siempre hay felones que tienen que poner la nota negra en una noche mágica para el barcelonismo.
Efe