Jordi Pujol Ferrusola admite ante la jueza que el legado se invirtió en productos opacos

  • Jordi Pujol Ferrusola ha declarado como imputado por la gestión de la fortuna que su familia mantuvo oculta tres décadas.
  • En la comisión del Parlament se negó a dar detalles sobre los fondos, justificando que se reservaba "las primicias" para la jueza.
  • Asegura que su padre se desentendió del legado, que se multiplicó por diez, hasta los 8 millones de euros, en ocho años.
  • A FONDO. Los Pujol: la delgada línea entre familia, negocios y política.
El primogénito del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol Ferrusola, abandona la Ciudad de la Justicia.
El primogénito del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol Ferrusola, abandona la Ciudad de la Justicia.
MARTA PÉREZ / EFE
El primogénito del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol Ferrusola, abandona la Ciudad de la Justicia.

El hijo mayor del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, Jordi Pujol Ferrusola, ha reconocido este jueves ante la jueza que investiga la fortuna oculta de su familia que el supuesto legado de su abuelo se invirtió en "láminas financieras" de titularidad "opaca", que al cabo de los años les reportaron 8 millones de euros, a repartir entre su madre y los siete hermanos.

Según han informado fuentes judiciales, en su declaración como imputado durante dos horas ante la titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona, Jordi Pujol Ferrusola ha asegurado que cuando en 1990 asumió la administración de los fondos, de manos de su tío Joaquim Pujol i Figa, recibió el legado en forma de "láminas financieras" de titularidad "opaca" que se habían invertido en países como Finlandia, Alemania, Austria y Estados Unidos.

El primogénito del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha explicado que estos productos financieros en los que se invirtieron los 140 millones de pesetas (en dólares) del supuesto legado inicial, tenían fechas de vencimiento distintas y acabaron reportando un millón de euros, por persona, para su madre, Marta Ferrusola, y los siete hermanos: Jordi, Marta, Josep, Mireia, Pere, Oriol y Oleguer.

Pujol Ferrusola ha añadido que en 1992 repartió entre la madre y los siete hermanos los depósitos de las citadas láminas, que en esa fecha ascendían ya a los 500 millones de pesetas (3 millones de euros), y que cada uno se hizo cargo de su propia cuenta, sin que él tuviera intervención alguna en las mismas. Las citadas "láminas financieras", que según Jordi Pujol Ferrusola tenían fechas de vencimiento escalonadas, permitieron multiplicar los fondos hasta los 8 millones de euros en el año 2000, un crecimiento que el primogénito del expresidente catalán cree razonable, dado el alto rendimiento de los productos contratados.

El hijo del expresidente de la Generalitat ha dicho ignorar los motivos por los que, a partir de esa fecha, los fondos dejaron de crecer como lo habían hecho hasta entonces y ha alegado que no sabe cómo cada uno de sus hermanos y su madre administraron después su fortuna —alguno llegó a tener parte de los fondos en yenes—, ni los movimientos bancarios que realizaron.

En ese sentido, se ha desentendido del destino que cada uno de sus hermanos dio a su parte del legado, sin aclarar por qué solo algunos de ellos regularizaron el dinero a través de declaraciones complementarias ante Hacienda el año pasado y no lo hizo, por ejemplo, su hermano Oriol, exdiputado de CiU en el Parlament.

Jordi Pujol Ferrusola se ha negado a contestar aquellas cuestiones que pudieran estar relacionadas con su otra imputación por fraude fiscal y blanqueo de capitales en la Audiencia Nacional —a raíz de un informe sobre movimientos sospechosos de divisas— ni a las preguntas formuladas por la acusación ejercida por Manos Limpias, argumentando que ello podría afectar el proceso penal en curso. Tampoco ha hecho declaraciones a los medios de comunicación a su llegada a la Ciudad de la Justicia ni a su salida.

Asimismo, el imputado no ha aportado a la jueza ninguna documentación acreditativa de las inversiones mencionadas, ya que, según su versión, el estado de las cuentas estaba depositado en "un armario" del banco y no dispone de ellas para aportarlas. Sobre las cartas manuscritas que, según su padre, demostrarían que la fortuna oculta procede de un legado de su padre, el primogénito ha reconocido que nunca las ha visto aunque ha insistido en que su padre siempre permaneció al margen de la fortuna depositada en el extranjero.

También ha remarcado que cuando asumió la "representación" de su familia respecto a la fortuna fue el propio banco el que le llamó para informarle de la existencia de esas láminas, sin que recibiera ninguna instrucción de Joaquim Pujol i Figa, quien había gestionado el legado antes que él. De hecho, solo coincidió con él en "una o dos fiestas".

Imputado por las declaraciones de su familia

Una hora después ha empezado el interrogatorio ante la jueza, que le imputó ante la "falta de concreción" sobre fechas, importes y conceptos por parte de sus padres y de tres hermanos, que aseguraron en su interrogatorio como imputados que el primogénito gestionó esos fondos desde los noventa.

"Al menos así lo indicaron sus hermanos en las diversas declaraciones judiciales prestadas, justificando su ignorancia en el hecho de que fue el hermano mayor quien se ocupó de todo lo relativo al supuesto legado", recuerda en el auto de citación la juez, sobre la versión familiar del origen de la fortuna.

En su comparecencia ante la comisión de fraude del Parlament el 23 de febrero, Jordi Pujol Ferrusola se negó a dar detalles sobre estos fondos, justificando que se reservaba para contar "las primicias" en su declaración judicial.

Se limitó a reproducir la versión de su padre y sostuvo que ese fondo familiar proviene de divisas de su abuelo, Florenci Pujol, que "nunca han estado en España", y no sabe cómo se gestionó antes de los años 90, momento desde el cual él se hizo cargo.

Sin acceso al vídeo de la declaración

La jueza ha decidido custodiar la grabación de la declaración de Pujol Ferrusola sin dar traslado a las partes para impedir su publicación en los medios. Según han informado fuentes judiciales, la decisión de la juez responde a la polémica suscitada por la filtración del vídeo de la declaración que Jordi Pujol prestó el pasado mes de enero, de la que se hizo responsable la acusación popular ejercida por Manos Limpias en un documento remitido a la magistrada.

Para impedir que la declaración de este jueves vuelva a ser difundida por los medios de comunicación, la titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona ha decidido mantenerla custodiada y entregar a las defensas y acusaciones una copia de la transcripción de las dos horas de declaración de Jordi Pujol Ferrusola, que deberá llevar a cabo un funcionario del juzgado, por lo que podría demorarse unos días.

A diferencia de su padre, que quiso declarar en catalán asistido por un intérprete pero acabó haciéndolo en castellano, Jordi Pujol Ferrusola ha contestado directamente en español a las preguntas de la magistrada, Beatriz Balfagón, y del fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón, que se ha desplazado expresamente desde Madrid para asistir al interrogatorio.

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