Los habitantes de Mason, en EE UU, fueron testigos de un insólito suceso: tuvieron que parar sus coches para ceder paso a unos peces que cruzaban a nado la carretera.
Los habitantes de Mason, en EE UU, fueron testigos de un insólito suceso: tuvieron que parar sus coches para ceder paso a unos peces que cruzaban a nado la carretera.