A pocas horas de la ceremonia que este viernes organiza la ONU en Nueva York para abrir el proceso de ratificación del Acuerdo del clima, un total de 168 naciones han confirmado su asistencia. Es una cifra récord para ser el primer día de adhesión a un acuerdo internacional, sin embargo faltarán a la cita casi una treintena de naciones de las que en diciembre apoyaron el acuerdo en París que aspira a limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados antes de fin de siglo.

En la lista oficial de países dispuestos a firmar el pacto por el clima de París el primer día, la ausencia más notable es la de Arabia Saudí que, además de ser de las diez naciones más contaminantes del planeta, fue una de las que pusieron contra las cuerdas el propio acuerdo para defender su producción petrolífera.

"Arabia Saudí se mostró muy beligerante (en París) apoyando la salida de compromisos concretos de lucha contra el cambio climático del acuerdo y bloqueando menciones a la descarbonización. Fue una de las naciones culpables de que se rebajara el nivel de ambición con la justificación de alcanzar un pacto de mínimos", resume el portavoz en asuntos del clima en Ecologistas en Acción, Javier Andaluz.

Tampoco se espera en Nueva York a las delegaciones de países como Ucrania o Siria, países inmersos en gravísimos conflictos civiles, o de Estados latinoamericanos como Ecuador o Nicaragua. Este último que fue el único país que se mostró abiertamente decepcionado con el documento final poco antes de la votación a mano alzada en la que se aprobó por unanimidad el Acuerdo de París el pasado 12 de diciembre.

El Acuerdo de París ha sido aclamado como un punto de inflexión en la toma de conciencia global sobre los desafíos de la huella humana en el cambio climático y obligará a las naciones a rebajar las emisiones de carbono. Aunque también ha recibido sonoras críticas, principalmente de las plataformas ambientalistas, por sus vagos compromisos para la titánica tarea que a la que se enfrenta. Desde su aprobación no han dejado de publicarse estudios que insisten en el enorme desafio, el último de los cuales esta semana establece los riesgos de un calentamiento de 2 grados en lugar de 1,5 grados: sequías, hambrunas y efectos devastadores sobre el coral marino.

Naciones Unidas ha elegido precisamente el 22 de abril para abrir el proceso de adhesiones para hacerlo coincidir con el Día Internacional de la Tierra. Pese a la notable ausencia de Arabia Saudí, nunca antes en la historia de la ONU se había alcanzado un número tan alto de países que suscribieran una convención internacional en el primer día que queda abierta para su firma.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha viajado a Nueva York para participar en la ceremonia de ratificación, después de que el Congreso de los Diputados autorizara la firma del acuerdo. En la delegación española participará también la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina.

Para alcanzar los objetivos recogidos en este acuerdo, los países desarrollados se comprometen a movilizar 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 a través de fuentes públicas y privadas para ayudar en la mitigación de los efectos del cambio climático, compromiso que se revisará al alza antes de 2025. La entrada en vigor del Acuerdo de París exige la adscripción al mismo de al menos 55 países que sumen, como mínimo, el 55% de las emisiones globales de gases contaminantes. Los que no lo hagan este viernes tienen un año entero para sumarse.