El Circo de Hielo: un mundo helado para una historia circense

  • Encajar el mundo circense y sus disciplinas con el patinaje es el gran reto que ha asumido 'El Circo de Hielo' que se acaba de estrenar en Madrid.
  • El espectáculo, lleno de preciosismo, se completa con la oportunidad de probar el patinaje sobre hielo en una pista en el exterior de la carpa.
Uno de los números de 'El Circo de Hielo'.
Uno de los números de 'El Circo de Hielo'.
JORGE PARÍS
Uno de los números de 'El Circo de Hielo'.

Un mundo congelado. El reloj de la vida parado y un hechizo que solo se rompe unas pocas horas cada cien años, llenando un jardín mágico de espectaculares acrobacias, piruetas, saltos, vuelos, contorsiones... eso es el espectáculo El Circo de Hielo, una creación de Productores de Sonrisas, que abandonan la solera del edificio del Circo Price (Madrid) para montar este espectáculo circense bajo una carpa itinerante. Una carpa que contiene una pista de patinaje, pues en este circo, en el que se pueden ver todos los géneros clásicos de las artes circenses, todo se hace patinando.

Hasta 42 artistas de cinco nacionalidades llegan a estar sobre esa pista congelada, de 16 metros de diámetro, casi cinco más del estándar para una pista de circo. "Es un circo que hemos montado al revés: primero nos planteamos el espectáculo, hasta dónde queríamos llegar, y en función de lo que necesitábamos hemos construido la carpa, cuyo diseño llevó tres meses y seis más de construcción. Técnicamente ha sido un espectáculo muy exigente", explica Manuel González, productor ejecutivo de El Circo de Hielo.

Se tarda unos 3 o 4 días en tener la pista en óptimas condiciones. Luego hay que mantenerla (gracias a un sistema de refrigeración bajo el hielo), incluso con pasadas técnicas durante el show, para que "los patinadores pueden dar lo máximo de sí mismos técnicamente". El confort para el público se logra –porque no, no hace frío– con un sistema de calefacción que mueve el aire de forma circular, sin "atacar" directamente a la pista.

El hielo resbala. Parece obvio, pero es algo que tener muy en cuenta cuando sobre esa superficie se realizan números en los que los artistas se juegan la vida. "Los de riesgo estáticos, como un equilibrista que llega a nueve metros de altura, necesitan en la base unas fijaciones especiales para hielo", explica el productor.

Durante la función, el escultor Juan Carlos Arellano talla hermosas figuras sobre algunos de los 70 bloques de hielo que se guardan en un camión congelador en el perímetro del circo, levantado en el Escenario Puerta del Ángel, en la Casa de Campo de Madrid, a los pies del Palacio Real y la catedral de la Almudena.

El vestido de la protagonista es una creación de Belén Villalobos y la modelo Nieves Álvarez Ya se han vendido 35.000 entradas de este espectáculo, que se completa con la oportunidad de probar suerte con el hielo gracias a la pista situada en el exterior de la carpa y en la que se puede patinar dos horas antes y una después de este show familiar (5 euros cada media hora, incluidos patines y material).

Además de los preciosistas números de patinaje, destacan entre los espectáculos el de la Troupe Mayya, un grupo de artistas rusos que se la juegan en el trapecio volante con números como el triple salto mortal árabe, que pocos realizan en el mundo. Se puede ver además a los clowns españoles Luigi e Isabel (Cirque Belui), los técnicos del reloj del espectáculo y encargados de que el público participe en el mismo.

La rusa Natalia Korosteleva, por su parte, se contorsiona y cuelga de una esfera transparente a una decena de metros del suelo. Completan el espectáculo la Heliongjang Acrobatic Troupe, la única compañía sobre hielo de china; los búlgaros Yani y Valery (equilibrios mano a mano); el mago español Sergi Buka (sombras chinescas); la suspensión capilar de la portuguesa Gloria Rodrigues, y el equilibrismo sobre sillas del ruso Nikolay Vladimirovich.

Nuria Manzano, diseñadora experta en circo y en tejidos interactivos, es la responsable del vestuario del elenco, que incluye luz e inspiración nórdica. El vestido de la pequeña protagonista de la obra es una creación de Belén Villalobos y la modelo y presentadora Nieves Álvarez, que se han inspirado en la fantasía y los sueños de los niños.

4 preguntas a...

  • Suso Silva. Director artístico. Premio Nacional de Circo en 2003. Responsable de la saga de El Circo de los Horrores.

¿Cómo se enfrentó

a este proyecto? Me lo encargaron hace un año. Al principio dije que no, pero luego me picó la curiosidad y me inspiré oyendo música de Danny Elfman [compositor favorito de Tim Burton] e hice un guion y me quedó muy chulo.

¿Y qué tal se ha llevado con el hielo?

Cada vez que entraba a la pista a dirigir acababa en el suelo. Me he metido unas leches impresionantes y los patinadores se han reído de mí todo lo que han querido.

Han mezclado muchas disciplinas y soportes...

Hemos logrado hacer convivir a rusos, chinos, moldavos, españoles, gente en patines, a pie, gente de circo, gente de la música... Ha sido una locura, me he dejado el alma, porque el hielo es un medio que no controlaba.

¿Todo el elenco patinaba antes de este espectáculo?

Un 20% del elenco no patinaba y se ha tenido que actualizar, como los clowns, que llevan seis meses entrenando y con clases intensivas. En el otro lado está el coreógrafo, Ilya Gurylev, y el elenco de patinadores rusos y chinos, que venían con un trabajo acrobático sobre patines impresionante.

  • Telma Ruiz. Patinadora española, comparte el protagonismo de la obra con su alter ego Carolina Espiñeira.

¿Cuál es tu papel en la obra y cómo llegaste a El Circo de Hielo?

Hago el papel de protagonista, soy la que destruye el hechizo que el escultor ha creado para que las esculturas puedan volver a ser personas. Llevo patinando desde los seis años y ahora tengo once. Me llamaron, hice un casting y me cogieron. Pero no querían tanto técnica, buscaban más bien la expresión, la sonrisa...

¿Ha sido difícil?

Los ensayos son muy duros. Ensayaba de cuatro o seis de la tarde a diez, y el día antes del estreno acabé a las doce. Pero me gusta mucho el patinaje artístico y expresar mis sentimientos, me gusta un montón.

¿Cómo os entendéis entre tantas nacionalidades?

Los chinos no hablan inglés, pero nos llevamos muy bien así que nos entendemos con gestos. Hago un número con ellos y es un poco difícil. Los rusos y los búlgaros sí hablan inglés.

¿Darás el salto al mundo del arte?

Es la primera vez que hago algo escénico. Antes competía en patinaje y sigo, pero nunca había hecho algo así. Me gustaría compaginarlo porque me encanta competir.

Datos prácticos

Hasta el 15 de enero, en el Escenario Puerta del Ángel de Madrid (Herradura, 3). Entradas: desde 14 euros.

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