Galgueros de toda España se citan en Serrada (Valladolid) este sábado para aprender técnicas de recuperación y masaje

"Galgo sobrecargado, galgo eliminado", es la máxima que manejan los amantes de las carreras protagonizadas por estos canes, tanto en el campo como en canódromos, y a la que pretenden dar respuesta a través de un curso de 'Recuperación y Masajes' que convertirá estes sábado a Serrada (Valladolid) en centro neurálgico nacional de un sector que cuenta en España con medio millón de galgueros y que mueve cada año cuantiosos recursos económicos.
Guzmán Gómez (dcha) y a su derecha César López y Julio Manjón.
Guzmán Gómez (dcha) y a su derecha César López y Julio Manjón.
EUROPA PRESS
Guzmán Gómez (dcha) y a su derecha César López y Julio Manjón.

"Galgo sobrecargado, galgo eliminado", es la máxima que manejan los amantes de las carreras protagonizadas por estos canes, tanto en el campo como en canódromos, y a la que pretenden dar respuesta a través de un curso de 'Recuperación y Masajes' que convertirá estes sábado a Serrada (Valladolid) en centro neurálgico nacional de un sector que cuenta en España con medio millón de galgueros y que mueve cada año cuantiosos recursos económicos.

La iniciativa cuenta con la exitosa experiencia vivida en Utrera (Sevilla) hace un año, con un centenar de participantes, y ahora se traslada a la provincia de Valladolid, de gran tradición galguera, como demuestra el reciente Campeonato Nacional de Galgo en Campo celebrado en Nava del Rey que congregó a cerca de 30.000 personas.

En esta ocasión, en Serrada se darán cita más de doscientos amantes de esta modalidad deportiva para asistir a un curso, teórico y práctico, que se desarrollará en el Teatro Centro Cívico de la localidad y que contará como principal ponente con Julio Manjón Mosteiro, un "apasionado enfermizo" de los galgos—como así se define—que cuenta en su haber con dos campeonatos de España, cinco de Cataluña y con el Derby Galguero Español, equivalente a Campeón del Mundo.

El evento ha suscitado un inusitado interés por parte de galgueros de toda la geografía nacional, fundamentalmente de Cataluña, Extremadura, Cantabria, Valencia y Castilla y León, y tendrán entre sus asistentes con campeones de España, dobles campeones y semifinalistas.

Los participantes recibirán en una sola jornada formación teórica pero, sobre todo, clases eminentemente prácticas con el fin de que aprendan a detectar contracturas, microroturas de fibras, sobrecargas musculares, efectos compensatorios...así como a recuperar y tratar a sus galgos con técnicas de masaje.

"Quienes participan quieren ser campeones de España, objetivo ambicioso pero realizable", explica Julio Manjón, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, anuncia que los asistentes al curso serán invitados a "subir al estrado, ver y tocar", en referencia a que tendrán la oportunidad de participar en primera persona en técnicas de recuperación y masajeo de galgos.

Sufrimiento muscular y psicológico

La importancia de aprender a detectar y tratar las sobrecargas y lesiones que padecen estos canes, que alcanzan velocidades puntas de hasta 45 kilómetros por hora, es vital a la hora de optar a un entorchado, como así advierte Manjón, quien insiste en que 'galgo sobrecargado, galgo eliminado".

Y es que los perros participantes en este tipo de competiciones "sufren muchísimo", tanto desde el punto de vista muscular como psicológico, de ahí que resulte fundamental conocer distintas técnicas para una rápida recuperación.

"Puedes tener el mejor galgo, pero si no sabes recuperarlo de un día para otro durante la competición no tienes nada que hacer", apunta el dos veces campeón nacional, quien añade que mientras las hembras se hallan en plenitud para correr desde los 17 meses, los machos, más tardíos, alcanzan la madurez competitiva cuando cumplen los dos años y medio.

A la dimensión propiamente deportiva de este tipo de carreras se suma la repercusión económica de un sector con más de 50.000 federados y cerca de medio millón de galgueros. Prueba de ello es que sólo el último campeonato nacional disputado en Nava del Rey se tradujo en una repercusión económica en la provincia de cerca de tres millones de euros.

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