La Policía de la ciudad china de Zhengzhou ha incorporado un nuevo complemento a su uniforme: unas gafas tintadas. A simple vista nada llama la atención. Quizá el aspecto futurista de los agentes, pero lo cierto es que este artilugio de última generación facilita la identificación de las personas que hayan cometido un crimen, según informa el diario local New QQ. Pero ¿cómo funcionan?
Las gafas cuentan con una cámara incorporada, capaz cruzar los datos de las bases policiales con las caras de los transeúntes para buscar coincidencias con la lista de sospechosos. Los resultados, que se generan casi de forma inmediata, se envían a un móvil. Esta tecnología está basada en la inteligencia artificial.
Los agentes de Zhengzhou empezaron a utilizarlas el pasado 1 de febrero. Desde entonces, han arrestado a 26 pasajeros que viajaban con documentación falsa y a siete personas acusadas de delitos como fugas por atropellos o tráfico de personas.
De acuerdo con Zhang Xiaolei, portavoz del departamento de Seguridad Pública de la región, la tecnología solo necesita una imagen de la cara de las personas para activar la búsqueda.
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