Los urbanos acusados de asesinato se inculpan el uno al otro

Rosa y Albert se acusan el uno al otro. Ella mantiene que Albert mató a Pedro con un hacha. Ocurrió en casa de Rosa, y según su versión, Albert la amenazó después y la obligó a encubrir el crimen. El paso siguiente, deshacerse del cuerpo, calcinándolo dentro de un coche. Pero la versión de Albert difiere en casi todo. Dos relatos, distintos y contradictorios, de dos declarantes, ambos acusados de asesinato.