THOMAS JANE: "Era muy feliz con mi pene hasta que empecé esta serie"
EN ‘HUNG (SUPERDOTADO)’ DEBE GANARSE EL PAN, no con el sudor de su frente, sino con la erección de su pene. Ya sabes lo que dice el refrán: “Si del cielo te caen limones, haz limonada”.
A Ray, el personaje de Thomas Jane en Hung, le cayó en suerte una verga descomunal. Para salir de la crisis económica, deberá explotarla como puto: para chulo, su pirulo, que ya le ha valido una nominación a los Globos de Oro.
La primera pregunta es obvia: ¿obtuviste el papel con los calzoncillos puestos?
Puestos. Aunque no me habría importado quitármelos.
¿Preparaste el papel con sexólogos/as?
No había razón para hacerlo: mi personaje jamás habría consultado a uno, es demasiado brutico para esas cosas. El título te hace pensar en una cosa, pero en realidad habla de las relaciones entre hombres y mujeres y lo que quiere cada uno, no de un tío que la tiene grande.
Y tú, ¿qué has aprendido? ¿Nos puedes decir qué buscamos hombres y mujeres en el sexo?
No tengo ni idea. Sólo sé (o espero saber) lo que quiere mi mujer (la actriz de Medium, Patricia Arquette). También que tenemos que amar a las personas con sus propios defectos. Y que “el polvo del odio”, para aliviar nuestra frustración y violencia, no conduce a nada.
¿Es cierto que hay retoque digital en las escenas de sexo para que no se te vea el miembro?
No. Lo desmiento completamente. Tenemos grandes iluminadores y grandes coreógrafos. Además, no mostraríamos mi pene porque todos tenemos una idea preconcebida y platónica de cómo es la polla perfecta: más gorda, larga hasta los pies, circuncidada… No podemos decepcionar a los espectadores.
¿Cada mujer tiene un ideal de pene?
Por supuesto. Las mujeres no quieren un pollón que sea tan grande que les haga daño. Quieren un pene que les encaje como un guante.
Y tú, ¿cómo te sientes actuando desnudo?
Era muy feliz con mi pene hasta que empecé esta serie. Desde entonces he comenzado a tener complejos y a replantearme si mi tamaño es el adecuado.
Rubén Romero