'The Witcher: El origen de la sangre': el spin-off de 'The Witcher' entretiene pese a su poca profundidad narrativa

La precuela presenta siete inadaptados personajes protagonistas, grandes escenas de lucha y una historia de superación y venganza para todos los públicos.
Michelle Yeoh en 'The Witcher: El origen de la sangre'
Michelle Yeoh en 'The Witcher: El origen de la sangre'
Cinemanía
Michelle Yeoh en 'The Witcher: El origen de la sangre'

[Este artículo contiene SPOILERS de 'THE WITCHER: EL ORIGEN DE LA SANGRE']

Si alguien busca una ficción con grandes tramas políticas, estrategias de guerra, asesinatos o revelaciones inesperadas y sorprendentes giros de guion, The Witcher: El origen de la sangre no es su serie. Sin embargo, el spin-off de The Witcher asegura un entretenimiento agradable y más de una sonrisa para cualquiera que se atreva a echarle un vistazo.

La precuela tiene la corta duración de cuatro capítulos auto conclusivos y tras los que, en principio, no habrá más temporadas. Esto provoca que la ficción transcurra apresurada y no profundice en la psicología y desarrollo de sus personajes (ni de los buenos, ni de los malos).

Pese a ello, es muy fácil encariñarse con la nueva pandilla de marginados que coge el relevo de Geralt de Rivia en la pantalla, y difícil será olvidar nombres como el de Fjall del Clan del Perro (Laurence O’Fuarain) o Éile del Clan del Cuervo (Sophia Brown).

¿Eres fan de The Witcher? ¿Conocías esta parte del universo de Andrzej Sapkowski? ¿Te ha gustado The Witcher: el origen de la sangre, o esperabas más de este spin-off? Te contamos nuestro análisis, como siempre con SPOILERS.

Fotograma de 'The Witcher: El origen de la sangre'
Fotograma de 'The Witcher: El origen de la sangre'
Cinemanía

La historia de Los Siete

Siete guerreros separados y marginados de la sociedad se unen para luchar contra la tiranía de un imperio, traen humanos y monstruos al mundo a través de la Conjunción de las Esferas y crean la primera versión de un brujo.

Así le vende la narradora élfica a Jaskier (Joey Batey) la trama de esta ficción y es comprensible que el bardo no pueda resistirse a “resucitarla”, aunque es verdad que los avances nos prometieron la presencia de este personaje, cuando tan solo aparece unos minutos en el metraje.

A los ya mencionados Fjall del Clan del Perro y Éile del Clan del Cuervo se unen Scian de la Tribu Fantasma (Michelle Yeoh), Hermano Muerte (Huw Novelli), la enana Meldof (Francesca Mills) y los magos Zacaré (Lizzie Annis) y Syndrill (Zach Wyatt). Todos ellos están separados y no tienen un gran poder, pero juntos son invencibles. Esta sería la principal diferencia con The Witcher, donde Geralt (Henry Cavill) viaja solo y lucha solo, al menos hasta que llegan Yennefer (Anya Chalotra) y Ciri (Freya Allan).

La pandilla deberá hacer frente a la emperatriz Merwyn (Mirren Mack), quien es capaz de asesinar a su propio hermano y a todos los reyes con los que este iba a firmar la paz en el Continente para así hacerse con el poder de Xin’trea, Dorwen y Pryshia y, lo que es más importante, con su libertad, en busca de una nueva edad dorada para los elfos. La acompañan el sabio jefe Balor (Lenny Henry) y el capitán del ejército Eredin (Jacob Collins-Levy), aunque este trío crea y destruye sus propias alianzas a su antojo.

Lucha como un clan

En The Witcher: el origen de la sangre, el reparto coral es uno de sus puntos más fuertes, pues los siete personajes se complementan y nos ofrecen muchos espectros de la sociedad y de nosotros mismos. Sin embargo, también es su punto débil, pues no da tiempo a profundizar en su historia, psicología o relaciones que crean entre ellos, al ser solo cuatro episodios en los que también se nos presentan muchas otras caras nuevas.

Entre ellos destacan Sophie Brown, La Alondra, por su fiereza, su humildad y su maravillosa voz, ya competencia absoluta de Jaskier con himnos como Rosa Negra. También Francesca Mills, con un dominio de la comedia fascinante. Habría sido interesante explorar más la relación de esta última con el personaje de Huw Novelli, un tándem enano-elfo que ya hemos visto en otras ficciones como El señor de los Anillos.

Por el contrario, el amor entre Éile y Fjall nace precipitadamente desde ese odio que se tenían tan solo unos días antes en un intento apresurado de llegar al último capítulo con un fuerte vínculo creado entre ellos.

Fotograma de 'The Witcher: el origen de la sangre'
Fotograma de 'The Witcher: el origen de la sangre'
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Ya lo dice Scian, “luchad como un clan”. En equipo, se sobrevive. Solo, no. Efectivamente, las escenas de lucha de The Witcher: el origen de la sangre son notables en coreografía y ejecución, y es divertido y entretenido ver cómo se complementan entre todos: los elfos, los magos, los enanos. No podía ser de otra manera teniendo a Michelle Yeoh entre sus filas, aunque la maestra de la espada casi consigue engañarnos a todos con su cambio de bando. 

Los monstruos y efectos visuales, por su parte, siguen sin convencer como ya pasara en The Witcher, pero está claro que en este spin-off no han invertido un gran presupuesto para mejorar este aspecto.

Predecible y melodramática

Lo que pasa con este tipo de series y películas es que es muy posible que adivinemos el final de su trama desde un principio: el bien triunfa sobre el mal, los buenos ganan y el mundo está a salvo, sin grandes pérdidas por el camino. Esto hace que no se puedan esperar grandes sorpresas ni giros de The Witcher: el origen de la sangre, pero también es un gusto que existan series con las que no hace falta pensar demasiado, sino solo disfrutar.

Un entretenimiento bien ejecutado para todo aquel que le guste una historia de magia y seres mitológicos, pero que tras dos buenos capítulos de presentación de sus personajes y su trama, cae en el melodramatismo y en la apresurada sucesión de su desenlace. Todo acaba muy rápido, sin dar apenas espacio a la reacción, y bien habría estado concederle a la ficción un capítulo más para cerrar bien esta precuela auto conclusiva.

Fotograma de 'The Witcher: el origen de la sangre'
Fotograma de 'The Witcher: el origen de la sangre'
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Pese a ello, es interesante conocer de dónde surgió la famosa Conjunción de las Esferas de la que ya oímos hablar en las dos primeras temporadas de The Witcher, cómo y por qué se creó el primer brujo (por cierto, mucho más monstruoso y descontrolado este Fjall que Geralt), y qué razas e imperios existieron en el Continente antes de la llegada de los humanos y los monstruos.

Una dosis de nueva información que completa y reconforta la espera de los fans de la serie de fantasía de Netflix, que volverá el próximo verano con su tercera entrega, la última en la que podremos ver a Henry Cavill en la piel del icónico protagonista.

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