Vuelve 'Succession': todo lo que ha pasado antes de la cuarta y última temporada

Jeremy Strong, en el primer episodio de la tercera temporada de 'Succession'
Jeremy Strong, en el primer episodio de la tercera temporada de 'Succession'
(HBO)

Vemos en paralelo y encadenamos tantas series que es inevitable que se nos olviden detalles de las historias, un verdadero fastidio cuando llega la siguiente tanda de episodios. HBO estrena la cuarta (y última) temporada de la estupenda Succession y por ello refrescamos los aspectos más importantes acontecidos a lo largo de la tercera temporada.

Por su naturaleza es un artículo regado de SPOILERS, por lo que mejor no leas este texto si, por aquello de la novedad y de que se sabe que la serie va a acabar, ahora es cuando acabas de sumergirte en las luchas intestinas de la familia Roy por el control de su imperio mediático.

Episodio 1

La temporada comienza con la guerra desatada fruto de la gran traición del inestable Kendall (Jeremy Strong), el hijo más díscolo, cuya denuncia pública provoca una investigación judicial sobre Waystar por el turbio asunto de los cruceros. Un movimiento al que se lanza fruto de su rabia y de su ambición, pero no sin miedo (el inicio en la bañera).

El gabinete de crisis orquestado por Logan (Brian Cox) y su equipo tiene como primeros pasos el intento de contratar a una reconocida abogada (se adelanta Kendall) y la designación de un SEO de paja para calmar los ánimos externos. Como el sanedrín de la compañía y la familia casi al completo se encontraban en los Balcanes, Logan decide instalarse provisionalmente en Sarajevo por si la situación legal se complicara. Es un episodio en el que por un lado se muestra el ataque y, por otro, el impacto, la evaluación de daños y las respuestas.

Episodio 2

Kieran Culkin, en la tercera temporada de 'Succession'
Kieran Culkin, en la tercera temporada de 'Succession'
(HBO)

Describe uno de los rasgos característicos de la serie creada por Jesse Armstrong, el de que, en medio de las puñaladas y las alianzas subterráneas, la familia se reúne y las tensiones conviven con los vínculos que a su manera prevalecen. En este caso se manifiesta en que los tres hermanos agraviados (Shiv, Roman y Connor) visitan a Ken en la casa de su exmujer, donde monta su 'base de operaciones'. Ken intenta convencerlos para que se sumen a su causa. La negativa de los tentados se hace definitiva cuando reciben una 'inocente' caja de dónuts de parte del padre.

Por otro lado, el relato expone el regreso de Marcia, la última esposa de Logan, molesta y dolida por el encaprichamiento con la ejecutiva encarnada por Holly Hunter en la temporada previa. Una vuelta acompañada de millonarias condiciones. Asimismo, empieza a coger cuerpo la subtrama dedicada a la situación del adorablemente patético Greg, el sobrino que busca hacerse un hueco, tan lapa medradora como superviviente, respecto al abogado, al abuelo…

Conviene resaltar además que, a pesar de la designación de la imprescindible Gerri como CEO provisional, Logan piensa en Shiv (Sarah Snook), su peque, como su relevo. "Eres mis ojos y mis oídos, Shiv", le dice el patriarca tras regresar a Nueva York.

Episodio 3

"Ya, la ley. La ley son las personas. Y las personas son política. Y yo sé manejar a las personas", comenta Logan a su hija ante su preocupación por la coyuntura. No obstante, después se comprueba que la relación directa con la Casa Blanca se encuentra sumida en las tiranteces, de ahí que como aviso el episodio acabe con el registro de las oficinas de Waystar por parte del FBI.

Antes el significado fluye en lo referente a la personalidad peculiar y a la profunda soledad de Ken. En una celebración con su equipo, pone en la televisión el monólogo de una humorista que siempre se burla de él y, al venirse arriba por estar en el candelero, se le ocurre acudir como invitado al programa. Una jugada que le saldrá mal porque su llegada al estudio coincide con el durísimo comunicado del padre y de la hermana calificándolo de drogadicto, inestable y conflictivo

El shock le lleva a esconderse y a no aparecer en el directo. Entre medio, tiene otra ocurrencia, esta revestida de desafío: la de presentarse en su despacho de Waystar. Como no le reciben muy bien, dinamita, poniendo la música a tope el discurso de Shiv, como nueva presidenta, con la consiguiente humillación en un momento importante para ella.

Como complemento, Succession pone énfasis en el miedo de Tom (Matthew Macfadyen), el marido de Shiv, por acabar en prisión. Empieza a asumirlo y de hecho acabará proponiéndose como 'cabeza de turco' a Logan si la cosa se complica, gesto que el suegro no olvidará.

En lo referente a Tom subyacen sus emociones por los problemas matrimoniales (recordemos la proposición de Shiv de tener una relación abierta). Se quieren y apoyan, pero la actitud de ella deja en ocasiones dudas. Continuando con Tom, por supuesto sigue presente en esta temporada la singular amistad regada de toxicidad y ganas de incordiar de Tom a Greg, su ayudante.

Episodio 4

Lo narrado se centra en la visita de Logan y Ken a un accionista minoritario que pide expresamente que se reúnan con él en su casa (en una isla) porque tiene muchas dudas por toda la situación legal. Adrien Brody, una de las estrellas invitadas de esta temporada, tan cómodo en su rol que en parte parece interpretarse a sí mismo, da vida al anfitrión. En la visita obligada late la lógica tensión por la brecha abierta entre padre e hijo, pero también el objetivo común de salvaguardar la empresa familiar.

Los silencios (al inicio, al acabar la comida campestre) dicen mucho, al igual que la afirmación de Logan al accionista de que el asunto quedará en nada, que perdonará a su hijo y que lo quiere. Suena tanto a declaración estratégica como a sentimiento verdadero. En el paseo de vuelta por la isla, Logan empieza a sentirse indispuesto y se resiste a desfallecer para no dar una sensación de debilidad. Sin embargo, al final no puede ocultar su seria indisposición, imagen que espanta al accionista cuando había quedado convencido.

En cuanto a las subtramas, destaca (antes del desplazamiento a la isla) el hecho de que Logan reclame la visita de Greg en su casa, enfocada a intimidarle para que acceda a la defensa conjunta. Tanto Tom como Greg tienen problemas por lo de los cruceros (los documentos que destruyeron al conocer el oscuro pasado en la gestión de esa línea de negocio).

Episodio 5

Roman (Kieran Culkin), Sarah Snook (Shiv) y Tom (Matthew Macfadyen), en 'Succession'
Roman (Kieran Culkin), Sarah Snook (Shiv) y Tom (Matthew Macfadyen), en 'Succession'
(HBO)

La reunión anual de accionistas y las negociaciones de última hora con los rivales Sandy (este, enfermo terminal, por medio de su hija) y el inversor especulador Stewy, el amigo de Ken, para que no acaben quedándose con la compañía definen la exposición. Las propuestas y contrapropuestas se suceden en el marco de los discursos públicos de que todo marcha estupendamente. Las decisiones en el lado de los Roy se ven condicionadas por el estado ausente, y después ido, del patriarca al no tomarse su medicación para la infección de orina.

La situación pone en pánico a la familia y a la fiel directiva al producirse en un momento decisivo. Al final la mediación de Shiv, haciendo valer la afirmación femenina (sendos puestos en la junta para ella y para la hija del rival) consigue un acuerdo provechoso para las partes.

El capítulo se detiene asimismo en la dañada relación con la Casa Blanca, ya que el veterano presidente comunica a la familia que no se presentará a la reelección, en parte por cómo sobredimensionaron en sus noticias su estado cognitivo. Y les advierte de que no encontrarán un mandatario tan favorable a sus intereses.

Episodio 6

La acción acontece principalmente en el marco del encuentro informal de los republicanos con poder para decidir quién será el próximo presidente. Al margen de primarias y demás, con lo que eso expresa acerca de cómo funcionan las cosas en el seno de los partidos y las elites. Resulta significativo que una de las figuras claves para designar candidato sea el propio Logan.

Tienen dudas entre el actual vicepresidente y un ambicioso político emergente y radical que encandila a las bases conservadoras, pero este de primeras deja claro que no quiere depender de la caduca Waystar. La opción de apostar por Connor, el peculiar hermano mayor, como se sabe empeñado en hacer carrera política, la nombran pero claramente no la toman en serio. Al final se decantan por la cara nueva y ascendente. Llama la atención el detalle de que parece que Logan toman la decisión tras la mirada que se cruza con su secretaria con galones, imagen que agudiza las sospechas de relación sexual.

En cuanto a otros elementos, la cárcel sigue sobrevolando en los pensamientos de Tom y de Greg, que se juntan a cenar de madrugada, y Ken, cuya causa contra la empresa sigue haciendo aguas, prescinde de su reconocida abogada.

Episodio 7

Como lo de la fiscalía parece que al final va a quedar en nada y que se solucionará con una multa, el foco de Waystar se posa sobre la estrategia para comprar o asociarse con GoJo, una empresa tecnológica en clarísimo auge y con la que el gigante miraría al futuro, movimiento que pasa por seducir a su millonario y particular propietario, interpretado por Alexander Skarsgard.

El marco principal en este caso es la exagerada fiesta de cumpleaños de Ken, fiel a su falta de control. Su celebración comienza con el mazazo de que, por medio de una carta, su padre le invita a irse a cierto sitio y le incluye un contrato para que venda su parte de la empresa. El impacto por la acción del progenitor le llena de rabia y dolor ante la visita de sus tres hermanos, ya que intuye que Shiv y Roman pretenden, más que estar con él, reunirse con Matsson (Skarsgard), uno de los invitados VIP. Así lo hace el pequeño del clan (Kieran Culkin, siempre divertido en su personaje), al que se le dan bien estos acercamientos empresariales.

Volviendo con Kendall, su obsesiva fijación por encontrar el regalo que le han hecho sus hijos manifiesta asimismo su estado y su profunda soledad.

Episodio 8

El capítulo, desarrollado principalmente en la Toscana por la boda de la madre de Shiv, Ken y Roman con un hombre con mal tino en los negocios, depara grandes momentos. Lo más importante, lo concerniente a Ken. Queda con su padre, que no quiere tratar con él, para limar asperezas, pero su conversación en la cena es la que quedan grabadas por lo que duelen.

Primero el padre llega al punto de recelar de que su hijo haya envenenado la comida y de dársela a probar al nieto para asegurarse. Ken le hace su propuesta para vender y desaparecer y le dice a su padre que es un hombre malvado y corrupto, a lo que este responde yendo a donde más va a remover a su hijo. Saca a colación el traumático episodio del camarero de la boda de Shiv que murió ahogado por culpa de Ken cuando iban en coche a comprar drogas. El impacto y la culpa, como se muestra al final, llevan a Ken a beber y a correr peligro de morir tras quedarse dormido en un colchón hinchable en la piscina.

La mirada también se detiene en la relación de Shiv con su madre ("tú eres mi cebolla"), quien le comenta que hace bien en no tener hijos (justo cuando Tom le insiste con el tema) y en lo que afirma Shiv a su esposo en medio de un calentón íntimo. En el juego de dormitorio, le asegura que ella está por encima y que sabe que ella no le quiere, y que por eso la desea. Unas palabras que a la mañana siguiente dejan a Tom con el runrún, aunque acuerdan tener hijos en el futuro.

Lo divertido atañe a Roman, que tras visitar a Matsson para apagar el fuego de un tuit y concluir que el visionario asociado quiere una fusión entre iguales, manda a su padre por error una foto con su pene a Gerri, la directiva con la que está obsesionado sin que ella le pare del todo los pies. Logan queda alucinado, horrorizado y enfadado, situación de la que, como se nota en la conversación con Gerri, Shiv busca sacar provecho.

Episodio 9

Brian Cox, Logan Roy en 'Succession', en el último capítulo de la tercera temporada
Brian Cox, Logan Roy en 'Succession', en el último capítulo de la tercera temporada
(HBO)

Cierre en lo alto con Logan dejando fuera de juego empresarial a sus hijos y avanzando una nueva brecha de gravedad en la familia. "¡Os he vencido!", les grita airado cuando buscan impedir lo que acaba sucediendo. Todo comienza cuando Matsson sugiere que más que en un intercambio de activos, GoJo estaría interesada en comprar Waystar. Logan se niega pero tampoco de forma rotunda y de hecho le pide a Roman, también presente, que se marche y les deje negociar y hablar a solas.

El recelo de Siobhan y Roman por la tardanza en dar señales de su padre, que no acude a la ceremonia nupcial de la madre, se ve confirmado cuando en plena escena de unión entre hermanos, con Ken confesándose destrozado y contándoles que mató al camarero, reciben una llamada informando de que, efectivamente, su padre va a vender. Entonces los tres se alían y optan por dar un "golpe de Estado", ejercer su derecho a veto y matar (figuradamente) al padre.

Para su sorpresa, el progenitor tiene todo cerrado al haber cambiado el acuerdo de divorcio con la madre, lo que les deja sin margen de maniobra y a merced de la decisión del padre, que considera que lo mejor es vender y dejar que Matsson y GoJo lleven el mando. Logan intenta tentar a Roman para que se una porque por la amistad con Matsson tendría un papel importante. Con sus dudas, el hijo pequeño rechaza la oferta para enfado del padre, no obstante exultante por derrotarles y remarcarles que así funcionan las cosas.

Alguien le había informado de que iban a acudir a torpedear la venta, y todo apunta (esa palmadita que le da Logan en la espalda, la mirada de sospecha que pone Shiv, la charla previa con Greg acerca de jugársela con un posible cambio) a que el traidor ha sido Tom, cansado de que su mujer no priorice su estatus profesional en los planes empresariales.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento