‘Siren’: ¿Por qué triunfa esta serie a pesar de las malas críticas?

Siren no es una serie de miedo, ni de acción, tampoco un thriller de investigación… A pesar de que tenga ingredientes que pueden recordarnos a los clásicos de estos géneros, pues tiene momentos de violencia, sangre y elementos sobrenaturales. Esta serie, que Cuatro emite desde esta semana y cuyas dos temporadas completas podemos disfrutar en HBO, resulta difícil de etiquetar.

Sin embargo, a pesar de su ambigüedad, resulta que gusta. En el catálogo de HBO España aparece como una de las más demandadas, y la cadena de Mediaset ha apostado por ella para mejorar sus datos este verano.

Su historia. De acuerdo, no está tratada en profundidad, pero las pinceladas que nos aporta son suficientes para que nos seduzca y queramos saber más sobre lo que está ocurriendo en el pueblo de Bristol Cove capítulo a capítulo. La relación entre marineros y sirenas es una historia antigua, una leyenda, que Siren recupera, actualiza y, afortunadamente, no edulcora. Dejando atrás esas dulces criaturas que el cine nos ha mostrado estos últimos años, para acercarse más al mito original de las sirenas depredadoras y crueles.

Su protagonista. El personaje principal, Ryn, es una sirena que se ve obligada a convivir con humanos y dejar atrás el océano para rescatar a su hermana, capturada por los militares para llevar a cabo una serie de experimentos. Eline Powell es la actriz encargada de dar vida a este complejo ser y, la realidad, es que resulta creíble. Sus peculiares rasgos físicos nos ayudan a creernos la parte de magia que exige este guion. Quizá no se trate de una casualidad, ya que esta misma actriz interpretó un papel parecido en la película Rey Arturo: la leyenda de Excalibur.

Sus efectos especiales. No son el motivo por el cual nos engancharemos a Siren pero, y ahí está la parte buena, tampoco nos harán dejarla. No es una serie de gran presupuesto, a pesar de que sería recomendable para hacer creíble una historia sobrenatural con seres mitológicos, pero supera dignamente la parte de los efectos especiales. Al menos, consiguen que no se rompa la magia cuando la sirena se transforma.

Y no nos engañemos, la estética de las películas de serie B, que es a lo que tiende Siren, tiene un cierto encanto que las hace irresistibles. No son lo que más nos gusta, pero no podríamos vivir sin ellas.