'Rick y Morty': 6 momentos clave de la serie para volarte la cabeza

Serpientes racistas, personajes con cara de chorizo amarillo o talent shows intergalácticos. ¿Aún no te hemos convencido de que es la mejor serie?
'Rick y Morty': 6 momentos clave de la serie para volarte la cabeza
'Rick y Morty': 6 momentos clave de la serie para volarte la cabeza
'Rick y Morty': 6 momentos clave de la serie para volarte la cabeza

El universo es un lugar loco y caótico. Y eso es terrible, qué duda cabe, salvo por una razón. Si no lo fuese, ¿existiría Rick y Morty? Desde 2013, la serie de ciencia-ficción creada por Dan Harmon y Justin Roiland sobre el abuelo científico loco Rick Sánchez y su hastiado nieto Morty viene dándonos alegrías en forma de talent shows intergalácticos, serpientes con corbata y pizzas que encargan humanos a domicilio. Aquí repasamos algunos de sus mejores momentos.

No disparéis a Mr. Poopybutthole

Definido en la Rikipedia como una personita amarilla con forma de chorizo, ojos grandes y nariz larga, Mr. Poopybutthole –lo que en castellano vendría a ser 'Sr. Ojetesucio' nos robó el corazón desde su primera aparición en la serie, haciéndonos creer que siempre había formado parte de nuestras vidas.

Total Rick-tal, episodio cuatro de la segunda temporada, cuenta cómo unos aliens gorrones se hacen pasar por amigos de los Smith, instalándose en su casa como parásitos. Los extraterrestres adquieren las formas más simpáticas –desde el monstruo de Frankenstein al mayordomo familiar, pasando por otro gran hallazgo de la serie, el lápiz Pencilvester– en engañosos flashbacks que convencen a la familia de sus memorias compartidas hasta abarrotar el salón como si aquello fuese ¿Dónde está Wally? 

Los Smith terminan averiguando quiénes son los verdaderos miembros de la familia. O casi. El pobre Mr. Poopybutthole sale muy mal parado de las suspicacias de Beth, como muestra ese epílogo precioso en rehabilitación con el que termina el capítulo.

Pickle Rick

Empañado por su dudosa traducción al castellano Rickinillo–, Pickle Rick es uno de los mejores episodios de la serie intergaláctica. El capítulo narra la metamorfosis de su protagonista en un encurtido para librarse de una cita de terapia familiar en la que se iba a tratar, precisamente, cómo el complejazo de Edipo de su hija los convierte en una familia disfuncional.

“Bien, abrámonos a toda la familia y decidme una cosa: ¿por qué creemos que el abuelo se ha convertido en un pepinillo?”, ha sido incorporado a los manuales de historia de la psicología.

“Es puro Rick y Morty, coger una idea tonta y tomárnosla muy en serio”, reflexiona su cocreador Dan Harmon en una entrevista de GQ en la que, por cierto, va vestido de la señora del cuadro Whistlers Mother. Solo cabe decir: "Pickle Rick!!!!". 

Get Schwifty

“Quítate los pantalones y las bragas, caga en el suelo”. Cuando las cabezas gigantes aparecen en el cielo pidiendo que los terrícolas les “enseñen lo que tienen”, solo Rick Sánchez sabe a lo que se refieren: un hitazo musical. Él mismo compone con su nieto Morty Get Schwifty –pasemos por encima de la traducción en español: Estamos cerdis–, que convence tanto a los alienígenas que entran rápidamente en el talent show interplanetario Planet Music.  

El episodio cinco de la segunda temporada fue creado a partir de la canción Get Schwifty, que Justin Roiland compuso para un videojuego de Rick y Morty. Incluye la creación de una religión basada en la fe a las patatas, la verdadera historia de Ice-T y, por supuesto, el único one  hit wonder que incluye en su letra: “caga en el suelo”.

Los Meeseeks

Creados para rellenar la subtrama del capítulo, los Meeseeks resultaron ser tan molones que se ganaron hasta figurar en el título. La misión de los meeseeks es uno de esos episodios meta de Rick y Morty, en el que Rick le permite por una vez diseñar su propia aventura a Morty (que incluye el abuso sexual de una gominola).

Mientras tanto, para entretener a Beth, a Jerry y a Summer, Rick saca del garaje-laboratorio su legendaria caja de Meeseeks, unos seres azules que resuelven cosas de manera muy entusiasta: abrir botes de mayonesa, hacer los deberes o ser más popular en el instituto. Pero, ¿qué pasa si Mr. Meeseeks no consigue que hagas lo que le has pedido porque eres el tonto de Jerry? He ahí la grandeza de este capítulo.

Serpientes racistas

Rick está reparando un pinchazo de su nave espacial (?) cuando una serpiente del espacio (con su escafandrita y su traje de astronauta) muerde a Morty. Esto da pie a que viajemos al planeta de las serpientes, 19.000 millones de saurópsidos divididos en 10.000 naciones al borde de la guerra mundial por ¡la raza! “Imagínate que gracia, serpientes racistas!”.

¿Te imaginas el snake jazz? Eso no es nada comparado con serpientes dando ruedas de prensa o jugando al béisbol, impartiendo clases de matemáticas, viajando en el tiempo para evitar la muerte de Lincoln o el Holocausto y homenajeando a Terminator. Y eso que el título del capítulo (4x05) es Rattlestar Ricklactica. 

Ahí nada es canon

“¿No es demasiado meta?”, le pregunta Morty. “Cállate –le contesta Rick–. Tienes 14 años. Ves vídeos de YouTube de reacciones a vídeos de YouTube. Yo juzgaré cuando nos ponemos demasiado meta”.

El canon, errores de continuidad, el viaje del héroe, suspensión de incredulidad, realidades alternativas extradiegéticas… ¿Qué es esto? ¿Narrativa audiovisual II? No. Es el último capítulo de la cuarta temporada de Rick y Morty, un homenaje a Snowpiercer que, a la vez, es una alegoría de la narrativa de la propia serie. ¡Y con Paul Giamatti como actor invitado!

“Literalmente estamos metafóricamente en un recurso literario literal”, le dice Rick a Morty a bordo del tren que parece propulsado por el marketing y la venta de figuritas de la serie.

Que internet se hayan enfadado con el chiste sobre el test de Bechdel solo hace el capítulo más perfecto y a Rick y Morty más necesarios en este universo tan absurdo.

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