
De repente, un ojo se abre, y su mirada se clava en las hojas de los altos bambúes que casi tapan el cielo. La cámara se aleja y vemos, en el suelo de la jungla, a un hombre vestido con traje y corbata que toma aire. Tiene sangre en el pómulo. El hombre respira agitadamente sin atreverse a levantarse. Intenta hacerse a la idea de lo que está ocurriendo. De lo que está a punto de ocurrirle. El hombre, como habrá adivinado cualquier seguidor de Perdidos, se llama Jack.
El episodio piloto de Perdidos fue un punto de no retorno para la pequeña pantalla. Desde aquel 22 de septiembre de 2004, el mundo cambió su forma de relacionarse con las series. Ya no se trataba únicamente de verlas, sino de interpretarlas, discutir sobre ellas, elaborar teorías y hacer todo tipo de conjeturas. Y Perdidos, atestada de enigmas, secretos y giros sobrenaturales, era la punta de lanza idónea para esta transformación.
13 años después de que se estrenase el último episodio, no se ha dicho aún la última palabra sobre esta serie. ¿Cuántos cabos sueltos quedaron por atar? Porque estaban verdaderamente sueltos ¿no? ¿Y acaso importa que no lo estuviesen? Aquí, hablamos de 23 curiosidades de la serie que hipnotizó a una generación de espectadores.

1. Perdidos, ¿y además sin médico?
En Perdidos no hay un verdadero protagonista, pero si existe un serio candidato a ostentar este título, es el honrado doctor Jack Shepard. Sin embargo, en los primeros borradores del guion, Jack moría en el capítulo inicial. El motivo por el que lo mantuvieron con vida es muy singular: Los guionistas creían que, sin un médico cerca, la audiencia se mostraría muy pesimista respecto a la subsistencia de los personajes de la serie. Así que resucitaron a Jack.

2. Dos despegues simultáneos
El vuelo 815 de Oceanic con destino Los Ángeles despegó de Sídney un 22 de septiembre de 2004, pero jamás llegó a Estados Unidos. Horas después, el avión caería en picado sobre una isla recóndita del Pacífico. Así arranca el piloto de Perdidos, que se emitió, de manera muy oportuna, también un 22 de septiembre de 2004.

3. El más caro
Aunque a día de hoy ya ha sido ampliamente superado por Juego de Tronos o Westworld, en su momento, el piloto de Perdidos fue el episodio más caro jamás rodado en una serie, con un montante que oscilaba entre los 10 y los 14 millones. Y, visto de nuevo, uno puede decir que cada centavo de ese presupuesto estaba bien invertido.

4. Todos se pierden alguno
Perdidos contó con seis temporadas y un total de 121 episodios. Y ni un solo personaje de la serie aparece en todos. De hecho, es el bonachón Hugo Reyes (interpretado por Jorge García) el que más cerca se queda de hacer pleno, al estar presente en 118 capítulos.

5. Soy Jack Shepard, y también Batman
Antes de que se estrenase Perdidos, casi nadie conocía a Matthew Fox, el actor que daría vida a Jack Shepard. En cambio, el nombre de Michael Keaton era mucho más popular: en su historial, estaba el haber trabajado para Tarantino en Jackie Brown (1997) y para Tim Burton en Beetlejuice (1988) y, por supuesto, en dos entregas de Batman, donde interpretaba al hombre murciélago.
Debido a que Jack iba a ser un personaje de corto recorrido, la inclusión de Michael Keaton como broche de oro parecía una apuesta segura. Pero cuando los guionistas decidieron mantener con vida a Shepard, la cadena se vio obligada a volver sus ojos hacia un actor más joven, que no desentonase en un elenco sin celebridades. Y ese era, precisamente, Matthew Fox.

6. Toca mi canción
En Perdidos, cada personaje principal tiene un tema musical creado a su imagen y semejanza. Michael Giacchino, compositor de la banda sonora de la serie, elaboró piezas para John Locke (Terry O’Quinn), para Hugo y para Juliet (Elizabeth Mitchell), entre otros muchos, con el objetivo de que, en cuanto sonasen las primeras notas, el espectador supiese de antemano de quién iba a hablar ese capítulo.

7. You all everybody
Entre los pasajeros del malogrado vuelo hay una estrella del rock, Charlie Pace (Dominic Monaghan). Junto a su hermano Liam, Charlie crea el grupo Drive Shaft, pero la rivalidad entre ambos lo llevan a la desaparición (sí, todos estamos pensando en ese otro grupo de Mánchester).
Sólo en una ocasión escuchamos una canción de Drive Shaft, titulada You all everybody. Aunque si vemos un episodio de la serie Alias (2001), estrenada tres años antes que Perdidos, oiremos, de nuevo, el éxito de Drive Shaft. La explicación es sencilla: Tanto Alias como Perdidos son obra de J.J. Abrahms.

8. Sawyer, un señor mayor
Cuando Josh Holloway (Sawyer en Perdidos) pateó una silla y maldijo durante su audición tras olvidar una de las líneas del guion, los creadores de la serie, en lugar de mostrarle educadamente la salida, decidieron contratarlo y ponerse manos a la obra.
En origen, Sawyer era un neoyorquino de mediana edad, trajeado y con buenos modales. En cambio, el arrebato de Holloway fue toda una epifanía para los guionistas de Perdidos, que decidieron que Sawyer debía ser un macarra atractivo del sur de los Estados Unidos. Que era, precisamente, lo que aparentaba ser Josh Holloway.

9. Una clase de filosofía
Muchos de los personajes de Perdidos comparten nombre con filósofos, y la coincidencia no es casual. La francesa que los pasajeros del Oceanic encuentran emboscada en las selvas de la isla se llama Rousseau en honor al creador del mito del buen salvaje.
Desmond, escocés, se apellida Hume como el principal filósofo de Edimburgo; y John Locke, como el defensor del contrato social liberal, donde un grupo humano debe elegir voluntariamente a sus representantes en el ejercicio del poder, lo que deja atrás así la figura del líder tiránico.
Y, cuando (a estas alturas, suponemos que no es necesario advertir de la presencia de Spoilers), John Locke muere y el misterioso “monstruo del humo” toma su apariencia, su nombre pasa a ser Jeremy Bentham, uno de los padres del utilitarismo, según el cual ninguna acción es mala per se, sino dentro de un contexto. Y, por tanto, el asesinato puede llegar a considerarse necesario e incluso deseable.

10. ¡Dejadme morir!
La supervivencia es una de las grandes cuestiones de la serie. Los personajes de Perdidos luchan por mantenerse con vida, pero no ocurre así con todos los actores que los interpretaban. Por ejemplo, Adewale Akinnuoye-Agbaje, que encarnaba al fascinante Mr. Eko, le pidió a los guionistas que matasen a su personaje, ya que no quería continuar en la serie. Y los guionistas le concedieron su deseo.

11. Una sombra misteriosa
A veces, los enigmas que encandilan a la audiencia no son los que, a priori, esperaban los creadores de una serie.
En una entrevista, John Bradley-West (Samwell Tarly en Juego de Tronos) se quejó de que los espectadores le preguntasen por qué no adelgazaba su personaje cuando se pasaba la serie caminando. “Estamos hablando de una serie en la que hay dragones y muertos vivientes”, decía Bradley-West. “¿De verdad lo que les extraña es que yo no adelgace?”.
En Perdidos, se produjo un caso similar con Néstor Carbonell (Richard Alpert en la serie), ya que la sombra de sus ojos era tan oscura que los espectadores creyeron que usaba maquillaje. Y Richard tuvo que darles la razón: lo usaba, pero para atenuar el color de sus párpados, que eran aún más oscuros al natural.

12. Ni Jack ni Sawyer: Charlie
A lo largo de la serie, Kate (Evangeline Lilly) se debate entre el amor que siente por Jack y la atracción que Sawyer le despierta. En cambio, fuera de las cámaras, quien resolvió ese triángulo amoroso fue Dominic Monaghan (Charlie), con el que Evangeline llegó a estar prometida tras cinco años de relación.

13. Mi tesoro
Si bien Josh Holloway, Evangeline Lilly y Matthew Fox no eran actores conocidos antes de Perdidos, Dominic Monaghan podía presumir de aparecer en El señor de los anillos, donde interpretaba a Merry, uno de los glotones amigos de Frodo.
Su paso por la antológica trilogía le sirvió como inspiración para moldear a Charlie, concretamente la adicción a las drogas que este padecía, ya que Monaghan tomó la falta de voluntad del Gollum frente al anillo y la trasladó a su personaje.

14. Una constante en cualquier lista
El capítulo quinto de la cuarta temporada, titulado La constante, figura en cualquier lista de los mejores episodios de la historia. En IMDB, su puntuación, tras computarse más de 14 millones de votos, es de 9’7 sobre 10. Y es que esa llamada de teléfono no merece menos.

15. Vincent o Madison
Vincent, además de ser el hermoso perro labrador de Walt, es el único superviviente no humano del vuelo Oceanic 815 y el único personaje de toda la serie cuya supervivencia fue garantizada por los creadores de Perdidos desde la primera temporada. En la vida real, Vincent se llamaba Madison y era una hembra.

16. No hubo tiempo
Puede que hasta a los seguidores más curtidos en Perdidos les tiemblen las piernas ante el nombre de Ilana. Interpretada por Zuleikha Robinson, Ilana era una de las pasajeras del vuelo que trajo de regreso a la isla a los Seis de Oceanic (Jack, Kate, Hugo, Sayid, Sun-Hwa Kwon y el hijo de Claire, Aaron). Aunque cuenta con bastantes escenas, Ilana tiene un peso residual en la serie.
Sin embargo, los guionistas planearon que el personaje de Robinson se descubriese, en algún momento, como la hija de Jacob. Pero no tuvieron tiempo suficiente para explicar cómo era esto posible y se deshicieron de ella conforme la serie se acercaba a su fin.

17. Por favor, abandonen la isla
Si Mr. Eko dejó la serie por petición expresa del actor que lo encarnaba, Ana Lucía (Michelle Rodríguez) y Libby (Cinthya Watros) lo hicieron por mal comportamiento, ya que la detención de las actrices por conducir bajo los efectos del alcohol sentenció a sus respectivos personajes, a los que asesinan a la vez y en el mismo episodio.

18. El soldado de Hussein era indio
Pocos personajes de Perdidos han sido objeto de mayor adoración que Sayid Jarrah, John Rambo en funciones de la isla y exmiembro de la Guardia Republicana Iraquí. Sin embargo, el actor que lo interpretaba (Naaven Andrews) no sólo era originario de la India, sino que además nació en Inglaterra.

19. Walt ya no es tan niño
Destinado a ser el guardián de la isla, Walt (Malcom David Kelley) la abandonó en la segunda temporada por motivos extracinematográficos. Al ser un niño de diez años en el primer episodio, su evidente crecimiento a lo largo de los siguientes capítulos chocaba con la lógica (sí, había una lógica) de la serie, según la cual los supervivientes del vuelo apenas llevaban unas semanas en la isla.
Cuando Kelley cumplió 12 años y su auténtica edad se hizo indisimulable, los guionistas decidieron subirlo a una balsa junto a su padre y hacerlo desaparecer.

20. Un salto hacia delante
En el decimotercer episodio de la cuarta temporada, Jack acude al solitario y deprimente velatorio de John Locke, que tiene lugar en un salón funerario llamado Hoffs/Drawlar. A partir de este episodio, la serie comienza a contar lo que ha sido de los personajes que lograron salir de la isla.
El nombre del salón funerario es una pista, ya que Hoffs/Drawlar es el anagrama de Flash-Forward ("salto hacia delante", en español), un recurso usado en cine y literatura para avanzar acontecimientos que aún no han ocurrido en el tiempo presente de la trama.

21. Tranquilo, ellos tampoco lo entienden
¿No sabes qué ocurrió exactamente al final de Perdidos? Sin duda, no eres el único. Años después de que acabase la serie, Josh Holloway confesó en una entrevista que aún no se veía capacitado para decidir qué pasaba al final. “A no ser que Carlton Cuse -uno de los creadores de la serie- se siente y me lo explique, sigo sin saber qué pasó”.
Al parecer, Holloway ya le había pedido ayuda a los guionistas para que estos le abrieran los ojos, pero sólo mientras se lo explicaban lograba comprenderlo de manera “fugaz”, para volver a estar perdido en cuanto los guionistas acababan de hablar.

22. No podemos permitirnos un volcán
Al final de Perdidos, el volcán que presidía la isla, y que había permanecido dormido durante las cinco temporadas anteriores, iba a entrar en erupción. La lava devoraría el insólito pedazo de tierra mientras Jack y el “Monstruo del Humo” luchaban a muerte.
Sin embargo, el presupuesto de este capítulo era desorbitado y los guionistas tuvieron que reescribir la escena de la pelea, cambiando la erupción del volcán por el vertiginoso filo de un acantilado.

23. El número 23
Nada está en Perdidos por casualidad. Ni siquiera la ubicua combinación numérica 4 8 15 16 23 42. Cada número representa a uno de los seis de Oceanic, correspondiendo el 23 a Jack Shepard.
Pero aún hay más: la recompensa que se paga por entregar a Kate a la policía es de 23 mil dólares; 23 personas mueren en un accidente causado por Hugo; la puerta de acceso al vuelo Oceanic es la 23, igual que el asiento de Jack en el avión; la habitación en la que el grupo Dharma hacía sus experimentos es la 23…
Por todo esto, la serie 4 8 15 16 23 42 se hizo muy popular entre los apostantes, de forma que cuando, en 2011, un sorteo premió con millones de dólares la serie 4 8 15 25 47 y 42, se calculó que más de nueve mil personas se quedaron a tres cifras de ser multimillonarias.
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