El riesgo siempre vive: los documentales de David Beriain

La figura de David Beriain, reportero español asesinado en Burkina Faso junto a su compañero Roberto Fraile, es fácil de despachar con tópicos del tipo "un reportero de los que ya no quedan". Y, en su caso, sería cierto. 

Nacido en 1977, y dedicado desde 2002 a la corresponsalía de guerra, David Beriain labró su reputación en los frentes de Irak, Afganistán y Colombia. Además de ese trabajo, que le llevó a ser finalista del prestigioso trofeo periodístico Bayeux-Calvados, dejó también una larga lista de documentales en los que abordaba temas espinosos en zonas que pocos se atreven a pisar. 

Tras el aclamado Amazonas, el camino de la cocaína y la miniserie dAmazonas clandestino (2015), Beriain y su productora 93 Metros lanzaron El ejército perdido de la CIA (2016). Dirigido en colaboración con Fernando Ureña y Guadalupe Pérez García, este trabajo  retrataba a las guerrillas de la minoría étnica Hmong, armadas durante la Guerra de Vietnam por los servicios secretos de EE UU que, todavía en el día de hoy, siguen combatiendo en las junglas del sudeste asiático. 

A este documental le siguieron Latinos en el corredor de la muerte y El mercado de la inocencia, dos documentales estrenados en 2018 y centrados, uno en el sesgo racial de la pena de muerte en EE UU, y otro en las menores prostituidas en Medellín (Colombia) para beneficio de los turistas extranjeros. 

El mayor hito mediático de David Beriain como documentalista fue su serie Clandestino (2016-2019), emitida por Discovery Max. Además de recoger algunos de los documentales de los que ya hemos hablado, Clandestino mostró al reportero investigando temas como el narcotráfico en México, las 'maras' centroamericanas, la caza furtiva en África o la cultura de las venganzas de sangre que aún pervive en Albania. 

Las dos últimas entregas de Clandestino, fechadas en 2019, fueron La Ndranghreta - El imperio de la cocaína en Europa y Cosa Nostra - Institucionalizando la mafia. Ahora, a falta de conocer el material recopilado por el periodista en Burkina Faso, nos basta con saber que David Beriain no volverá a buscar la cara oculta de la realidad en lugares alejados de la opulencia, donde los problemas son reales y no fruto de manías perecederas.