'Loki' 1x03: Que el fin del mundo nos pille cantando

Apocalipsis lunares, príncipes y 'Blade Runner': a Loki se le acaba el tiempo en el nuevo episodio de la serie. 
Loki (Tom Hiddleston) en el episodio 3
Loki (Tom Hiddleston) en el episodio 3
Cinemanía
Loki (Tom Hiddleston) en el episodio 3

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE LOKI 1x03]

Cada episodio de Loki es una enseñanza sobre el Universo Marvel. Si el primer capítulo nos explicó de qué iba todo eso de la Agencia de Variación Temporal con la adorable Señorita Minutos, y el segundo nos adentró en los apocalipsis en los que se escondía la Variante interpretada por Sophie Di Martino, este tercero recupera una nueva catástrofe marvelita para desesperación de Loki (Tom Hiddleston)

Nos reencontramos con la Variante de Loki más temida por los Minuteros de copas con la agente a la que manipuló para que le dijera dónde estaban los Guardianes del Tiempo. Se trata de una ilusión que ha creado esta para sonsacarle información. La serie nos da así más información sobre esta todopoderosa versión del protagonista y, de paso, nos enseña cómo se las ingenio para hechizar a la Minutera. 

Sylvie (Sophie Di Martino) y Loki
Sylvie (Sophie Di Martino) y Loki
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A continuación, ya en el presente, volvemos a la AVT, aunque solo el tiempo necesario para que Loki dé con su Variante, que busca a los Guardianes del Tiempo, y eluda a la jueza Ravonna Renslayer (Gugu Mbatha-Raw) con el TemPad de la villana, el artilugio con el que viaja en el tiempo y el espacio. La catástrofe a la que van a parar los dos no es otra que la destrucción de Lamentis 1, una luna que sonará a los fans de los cómics ya que, en 2077, mismo año en el que nos sitúa la serie, fue destruida después de que el planeta Lamentis se hiciera añicos sobre ella. Y, para colmo, el TemPad no tiene carga.

A partir de aquí, el segundo episodio se convierte en una suerte de aventura separada de la AVT y sus Minuteros, una mezcla entre Mandalorian y Blade Runner en un paraje desértico, con chabolas, cielos de color púrpura y luces de neón. ¡Ah! Y los meteoritos que vaticinan el fin de una civilización. Suerte que Sylvie (la teoría se confirma), el apodo que se ha puesto la villana por que lo de Loki o Variante no la convence, sabe de qué va este apocalipsis y lo que se avecina: "De todos los apocalipsis, es el peor, no hay supervivientes". 

Príncipes y princesas

El objetivo es sencillo: encontrar una fuente de energía lo suficientemente poderosa como para revivir el TemPad, en manos de Loki, y huir de ahí antes de que la tragedia suceda. La trama funciona a modo de historia sobre dos enemigos condenados a entenderse, que desconfían el uno del otro, pero se necesitan para sobrevivir. Así, los acompañamos por una luna casi deshabitada (hay cierta señora con muy buena puntería a la que ni nuestro protagonista puede embaucar) en busca de un arca (o más bien, de su energía) que va a sacar del lugar a los ciudadanos ricos.

La guerra de egos entre los 'magos' no está exenta de la manida lección de "juntos seréis más fuertes", que queda en evidencia cuando deben colarse en el tren que los llevará al arca. Sin embargo, más allá de lo divertido que es ver a Loki cambiar de forma o a Sylvie hechizar guardias, la mejor escena es la conversación entre estos dos Lokis que no podrían ser más diferentes en el lujoso bar que hay en uno de los vagones. 

Sylvie y Loki en el bar del tren
Loki y Sylvie en el bar del tren
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En esta secuencia, la serie sube el pie del acelerador y se recrea en las confidencias que comparten uno y otro, más vulnerables que nunca. El protagonista recuerda a su madre, la alaba, y hasta hace fuegos artificiales con las manos en su honor. Sylvie afirma que a ella sí le contaron eso de que era adoptada, aunque no recuerda a su progenitora. La velada continua entre copas de champán y reflexiones sobre el significado del amor ("el amor es odio", "el amor es un engaño", "el amor es una daga") en las que él reconoce su bisexualidad y ella nos cuenta su larga relación con un cartero. 

Este escenario también nos deleita con el Loki más cantarín, ese que, borracho como una cuba, entona "Cuando ella canta, canta 'ven a casa", una especie de cántico en noruego que entusiasma a los viajeros del tren. Un momento tan íntimo y maravilloso como el de la nana sokoviana de Wanda (Elizabeth Olsen) en Bruja Escarlata y Visión.

A nadie le importa, es el fin del mundo

Pese a lo mágico de la escena cantarina, el espectáculo termina cuando los guardias descubren a los dos polizones y la pelea cuerpo a cuerpo con alguna que otra espada, daga (nota mental: Loki no tiene puntería) y patada termina con los protagonistas siendo lanzados por la ventana del tren. La caída destruye por completo el TamPad de Sylvie, por lo que su única forma de salir del planeta a tiempo es haciendo que el arca despegue pronto y no sea destruido como en los cómics. 

De camino a su vía de escape, la Variante confiesa a Loki cómo funciona su "Encantamiento", ese con el que es capaz de meterse en la mente de cualquier persona. "Debo tener contacto físico para luego aferrarme a su mente", afirma. Con los difíciles no le queda otra que crear una fantasía en su memoria. Eso fue lo que hizo con la agente de la AVT, remontarse cintos de años para recuperar ese recuerdo anterior a su vida como Minutera. 

Loki en una luna sacada de 'Blade Runner'
Loki en una luna sacada de 'Blade Runner'
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Así descubre Loki que lo de que los Guardianes del Tiempo crearon a los trabajadores de la AVT es una patraña; se trata de personas humanas, Variantes como ellos, pero ninguno lo sabe. Sin tiempo para asimilar esta revelación, los protagonistas llegar a una ciudad sacada de Blade Runner, desde donde el arca se dispone a despegar. Seguimos a Loki y Sylvie en un plano secuencia falseado que nos conduce a través de explosiones, pitido en los oídos, edificios que se derrumban, fuego y luces de neón. Los protagonistas corren y usan su magia para sortear objetos, pero es en vano. Un trozo de planeta, que se desintegra más y más sobre su luna, destruye el arca. Y arrancan los créditos finales.

El episodio más corto de Loki hasta la fecha es una suerte de minipelícula independiente que explota en sus 36 minutos de duración todo lo que nos gusta de Loki: su encanto manipulador, cuando baja la guardia y muestra su vulnerabilidad, su carácter jocoso y su capacidad de sorprendernos (ahora canta). Sylvie es el mejor contrapunto para la mejor versión del antihéroe marvelita. A falta de saber qué nos espera en la segunda mitad de la serie (¿son los Guardianes del Tiempo los malos de esta historia?), este capítulo que bebe de la mejor ciencia-ficción es un delicioso y disfrutable alto en el camino (temporal).

Loki está disponible en Disney+.

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