'La casa del dragón': tres teorías punzantes que explican el corte de Viserys con el Trono de Hierro

[Este artículo contiene SPOILERS de 'LA CASA DEL DRAGÓN' hasta 1x02]

En los últimos minutos del primer episodio de La casa del dragón, justo después de la última y encendida conversación que el rey Viserys Targaryen (Paddy Considine) tiene con su hermano Daemon (Matt Smith), vimos cómo el monarca sufría un pequeño percance al cortarse el dedo con su asiento regio. Claro que a quién se le ocurre sentarse en un trono hecho con espadas puntiagudas; pero así es el Trono de Hierro.

Cosas de Aegon I, el fundador de la casa Targaryen y conquistador de los Siete Reinos. El histórico monarca que ordenó la fabricación del Trono de Hierro con las armas aún afiladas de sus enemigos no deseaba que ningún monarca que viniera después de él se encontrara particularmente cómodo en el asiento de la persona más poderosa de Poniente. Para evitar que se templara el carácter y se bajara la guardia, el trono real debía ser duro y frío.

Algo que en la teoría puede quedar muy resultón, pero en la práctica es un verdadero incordio. Sobre todo si eres como Viserys y te vas clavando los pinchos y bordes afilados en cuanto te alteras un poco al discutir con tu hermano, quien ambiciona ese mismo trono sobre el que estás pavimentando tus glúteos. Para más inri, resulta que la herida del corte de la semana pasada está tardando más de la cuenta en sanar, como hemos visto en el segundo episodio de la serie. 

¿A qué se debe esta demora en cicatrizar? Asumiendo que los niveles de colágeno en el monarca de los Siete Reinos son normales, se pueden plantear tres teorías igual de punzantes para explicar esta circunstancia.

¿Por qué no se cura la herida del rey Viserys?

Como ya vimos de la manera más terrorífica en el primer episodio de La casa del dragón, no es que la Medicina sea una disciplina muy avanzada en Poniente durante la época en la que se desarrolla la serie. Si dos siglos más tarde, en la era de Juego de tronos, aún andaban con técnicas cuestionables y dibujos anatómicos a lo Vesalio, no es de extrañar que tanto tiempo antes los saberes de los maestres aún sean un tanto rudimentarios.

Por eso mismo la primera teoría sería las artes curativas de la época no están lo bastante desarrolladas como para acelerar la curación de una herida. Si Viserys se ha infectado al cortarse con una cuchilla expuesta desde hace siglos, más le habría valido una vacuna antitetánica o tener acceso a antibióticos; en cambio, lo que le queda es sumergir los dedos en un cuenco lleno de gusanos. Demos gracias a los avances sanitarios.

Una segunda teoría podría desconfiar de esta supuesta ineptitud curativa por parte de los médicos de la corte. En un mundo tan intrigante y propenso a la traición como el de Desembarco del Rey, a estas alturas no nos extrañaría que el Gran Maestre Mellos (David Horovitch) esté conspirando contra Viserys por algún oscuro motivo y debido a ello le ofrezca remedios tan heterodoxos. 

Por último, la tercera teoría situaría a Viserys como víctima desamparada de un eficaz recurso narrativo. Al fin y al cabo, la historia de La casa del dragón y su progresión hacia la Danza de los Dragones, la guerra civil que enfrentó entre sí a la casa Targaryen, es una crónica de su inestabilidad en el Trono de Hierro. Es adecuado, por lo tanto, que el personaje exhiba físicamente justo esa incomodidad sobre el trono regio que buscaba explicitar Aegon. Otro asunto será ver hasta cuándo sigue así.

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