'It's a Sin': HBO ahonda en los inicios del sida en Reino Unido

El cantante Olly Alexander protagoniza la nueva serie del creador de 'Queer as Folk'  y 'Years and Years' , un retrato del Londres de los 80 en plena explosión del VIH y el sida.
'It's a sin'
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Cinemanía
'It's a sin'

El universo del británico Russell T. Davies está repleto de hilarantes situaciones, gags desternillantes y la pugna constante del colectivo LGBTI por la normalización. Con It's a Sin repite la fórmula que tan bien le funcionaba con Queer as folk (la versión original) y la trilogía conformada por Cucumber, Banana y Tofu, así como con la triunfante Years and Years. En esta ocasión, su nueva  tragicomedia de época sitúa la acción en los trágicos inicios de la aparición del VIH y el sida en los años 80. El miedo, el desconocimiento y la mala praxis en relación a la aparición de un nuevo virus hacen acto de presencia. Tópicos de actualidad con la explosión de la pandemia de Covid. 

Olly Alexander, cantante de la banda Years & Years, se introduce en la piel de Ritchie Tozer, un joven galés asfixiado en su vida en un entorno rural, quien decide mudarse al ambiente liberal de Londres. Allí conoce a su atolondrada y enternecedora pandilla de amigos, compuesta por Colin (Callum Scott Howells), Jill (Lydia West), Roscoe (Omari Douglas) y Ash (Nathaniel Curtis). Un quinteto que rememora la construcción de icónicos personajes vistos con anterioridad en las producciones del británico, y acerca a Ritchie a una semejanza con el Justin de Queer as Folk

La complicada emancipación, la liberación sexual y los fuertes lazos de amistad comienzan a trastabillarse con la aparición de la cruenta enfermedad, que arrasa allá por donde pasa. La travesía que los protagonistas recorren, desde la negación a la rabia por la pérdida y la asimilación de la enfermedad, imprime una estampa del dolor ante el que tuvieron que enfrentarse miles de personas en todo el mundo. Un grito de agonía silenciado por las autoridades, las farmacéuticas y la propia sociedad, que culpaba a colectivos como el LGTBI. Una enfermedad que a día de hoy no tiene cura, aunque ya no sea mortal gracias a los avances médicos. 

Unas muertes invisibilizadas

Detrás It's a Sin se encuentra la verdadera historia de Jill Nalder, una activista y amiga del realizador, quien se enfrentó a una dura pugna contra el surgimiento de una enfermedad silenciosa, rápida e invisibilizada por los medios. La producción de HBO recorre el camino de la vergüenza y la culpa por el que han transitado los jóvenes infectados de VIH, señalados por una sociedad acusadora que nunca se preguntó el por qué del auge de la enfermedad en entornos especialmente marginados por la sociedad de esa década y abandonados a su suerte. Una exploración fidedigna de la sexualidad de unos personajes obligados a estar armarizados y a esconder sus relaciones entre pubs LGTBI y asociaciones clandestinas. De hecho, Davies también repite en la valentía al mostrar las relaciones sexuales sin ningún tipo de censura y una enorme verosimilitud con el entorno que rodea a la serie. 

Pese a todo, It's a Sin es un canto a la vida. Una ficción que pretende incidir en la importancia de los que nos quieren y de disfrutar de cada pequeño momento, así como una incisiva crítica hacia aquellos que aún hoy en día continúan dando la espalda a la investigación del VIH y la búsqueda de su cura. Algo que queda patente con los negacionistas. Un rechazo por el que el propio Davies fue criticado en su momento al no incluir absolutamente nada de la enfermedad en las tramas de Queer as Folk. La serie supone así un verdadero ejercicio de redención para el británico y una rememoración a los espectadores para que no olviden. El VIH sigue muy presente y, al igual con el Covid, hay que procurar su erradicación. Ahora más que nunca, debemos recordar a los que nunca tuvieron oportunidad de sobrellevar la enfermedad y perecieron por el camino. 

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