¿Ha “mejorado” la pandemia este elemento de la trama de ‘Loki’?

El cuarto episodio de Loki ha estado plagado de sorpresas, y puede que la más impactante fuera aquella de la que, según se enteró Mobius, exclamó que era “increíblemente narcisista”. Porque sí, el Dios del Engaño se ha enamorado de sí mismo. O, mejor dicho, de otra versión de sí mismo que resulta preferir que la llamen Sylvie, con quien estrechó lazos en el mismo capítulo donde reveló su bisexualidad. Todo apunta a que esta atípica historia de amor va a seguir desarrollándose, y que va a ser clave dentro del arco de redención de Loki (o de su redención alternativa, más allá de lo que haya pasado ya en las películas).

El guionista de la serie Michael Waldron ha hablado profusamente del asunto vía Marvel.com, intentando justificar que este romance está intrínsecamente ligado a los temas de la serie. “Fue uno de los puntos cruciales de mi propuesta: que iba a haber una historia de amor”, cuenta. “Estuvimos dándole vueltas en plan ‘¿realmente queremos que un tipo se enamore de otra versión de sí mismo?’. ¿Es demasiado loco? Pero en una serie que, para mí, trata sobre todo del amor propio, la autorreflexión y perdonarse a uno mismo, que resultara ser la primera historia de amor real para Loki me pareció adecuado”. Una primera historia de amor real que supone una desviación enorme en la Sagrada Línea Temporal, con consecuencias imprevisibles.

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“Son dos seres de puro caos, variaciones de la misma persona, que se enamoran el uno del otro”, prosigue, y lo relaciona con el concepto de identidad en torno al cual gira toda la serie de Disney+. “Tratar de aceptar estos aspectos de sí mismo, de lo que ha estado huyendo, fue una forma de pensar en ello de una forma muy interesante. Además Sylvie no es Loki. Sylvie es Sylvie. Eso también es interesante”. Kate Herron, directora de la serie, añade a este respecto que “ella es él, pero no es él. Han tenido experiencias de vida muy distintas. Desde una perspectiva de identidad, fue interesante profundizar en eso”.

Herron ha explicado cómo, irónicamente, la pandemia acabó ayudando a desarrollar esta trama, en apariencia mucho más ambigua dentro de los primeros borradores de Waldron. El rodaje de Loki, como tantos otros, fue suspendido en los meses iniciales de la crisis del coronavirus, y Herron decidió aprovechar para meterse en la sala de montaje y revisar el material grabado, mientras Waldron añadía pequeños retoques al que faltaba por grabar. “Había puntos en el tono que se limitaban a insinuar cosas”, explica Herron.

“Mientras lo montábamos todos decían ‘oh, es realmente genial’. Profundicemos más en eso. Cuando volvimos a rodar, agregamos o modificamos los guiones para básicamente intensificarlo”. Está por ver qué ocurre con el idilio de Loki y Sylvie en los dos episodios que quedan para que la serie concluya, pero pensándolo con detenimiento tampoco es tan descabellado un final feliz. Y es que, como dice la directora, “¿qué mejor partido para Loki que él mismo?”.

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