'Gormenghast': La nueva serie de Neil Gaiman será el anti-'Juego de tronos'

El escritor británico adaptará a la TV una de las obras más extrañas (e influyentes) de la fantasía: te explicamos por qué su serie podría cambiar para siempre el género en TV.
'Gormenghast': La nueva serie de Neil Gaiman será el anti-'Juego de tronos'
'Gormenghast': La nueva serie de Neil Gaiman será el anti-'Juego de tronos'
'Gormenghast': La nueva serie de Neil Gaiman será el anti-'Juego de tronos'

El audiovisual se le resistió durante mucho tiempo, pero últimamente Neil Gaiman está que no para. Tras la estupenda (pero muy accidentada) American Godsel escritor inglés tiene pendiente de estreno la adaptación al cine de su cuento How To Talk To Girls At Parties mientras se rueda la serie Buenos presagios (basada en el libro que escribió junto a Terry Pratchett) y unas cuantas más de sus obras (El libro del cementerio, El océano al final del camino y, en fin, Sandmanrondan por los despachos de cineastas y productoras. Pero el próximo proyecto de Gaiman para la productora Freemantle Media no está basado en ninguna de sus novelas o cómics… y, sin embargo, promete poner patas arriba el género de fantasía en TV.

¿De qué estamos hablando? Pues de una adaptación de Gormenghast, el ciclo (inconcluso) de novelas publicado por el inglés Mervyn Peake entre 1946 y 1959. Una de esas obras maestras que muchos empiezan, pero pocos terminan, y cuya lectura ha servido durante décadas para separar a los hardcoretas de la fantasía de esos casuals que se quedaban en El señor de los anillos y (en el caso de que les fuese el rollo ochentero) la Dragonlance. En el caso de que Gaiman logre sacar adelante el proyecto con dignidad, podríamos estar hablando de la The Wire de los mundos alternativos. O, si se prefiere, del anti-Juego de tronos. Pero vayamos por partes, porque la propia vida del autor del original daría en sí misma para una película. Y de las de llorar mucho, además.

'Gormenghast': La nueva serie de Neil Gaiman será el anti-'Juego de tronos'

Hijo de padres misioneros y nacido en China, Mervyn Peake fue un pintor y dibujante de raro mérito: sus ilustraciones para libros como La isla del tesoro Alicia en el país de las maravillas se consideran cumbres de la especialidad. Asimismo, fue un adelantado a su tiempo, porque su obra maestra empezó a publicarse siete años antes de que J. R. R. Tolkien diese El señor de los anillos a la imprenta. ¿Hacía falta algo más? Pues sí: un final trágico. Peake sufría de demencia con corpúsculos de Lewy, la misma enfermedad empujó al suicidio a Robin Williams. Sometido a tratamientos tan crueles como ineficaces, pasó su última década de vida sin poder escribir una sola línea y dejó inacabado un serial del que sólo pudo concluir tres novelas (Titus Groan, Gormenghast Titus solo) cuando debería haber abarcado al menos 10 o 12.

Así pues, tenemos unos libracos con mucha reputación y un autor de vida triste y muerte prematura. Pero ¿qué hace tan especial a Gormenghast? Quienes quieran una respuesta larga pueden remitirse a las novelas en sí mismas o a la miniserie que la BBC emitió en 2000, con un reparto de vértigo (Jonathan Rhys-Meyers, Christopher Lee, Ian Richardson, John Sessions) pero a la que se le nota mucho la falta de medios. Aun así, puestos a profundizar, daremos unas cuantas pistas. La primera de todas: en Gormenghast no hay magia. La historia está ambientada en un mundo alternativo cuyas costumbres deberemos descubrir por nuestra cuenta y riesgo, pero olvídate de los dragones y derivados, porque en dicho mundo las leyes de la física y todo lo demás funcionan igual que en el nuestro.

Para seguir: Gormenghast está ambientada en un lugar horrible. Y fascinante, también: por algo George R. R. Martin lo ha usado a menudo como modelo para las localizaciones de Juego de tronos. Se trata de un castillo tan grande como una ciudad (o más) cuyos habitantes viven ajenos al mundo exterior, obsesionados con rituales sin sentido y envueltos en rencillas por ascender en su inamovible jerarquía. De esto se deriva que los personajes, en general, dan asco o lástima. Aquí no habrá ningún Jon Nieve ni ninguna Daenerys Targaryen para vehicular fantasías de poder: los numerosos habitantes del castillo, agraciados con nombres desquiciadísimos (el conde Sepulcravo, su desdichada hija Fucsia, el mayordomo Excorio o Vulturno, el chef pederasta y caníbal) son tan excéntricos como criaturas de Charles Dickens y están tan alienados por su entorno como los antihéroes de Franz Kafka. Todo muy alegre, vamos.

Una sociedad en decadencia, un edificio ciclópeo que se cae a pedazos, individuos con un tornillo flojo… Todo esto está muy bien, pero a la historia de Gormenghast sólo le falta un pequeño detalle, porque el protagonista es un psicópata. Si pensabas que Ramsay Bolton era lo más de lo más de la villanía, espérate a conocer a Pirañavelo (Steerpike, en el original inglés): aunque el protagonista nominal de la historia es Titus Groan, el personaje cuya vida y muerte quería contar Peake en su ciclo narrativo, quien se come la historia con patatas es este maldito bastardo. Durante las novelas vemos cómo Pirañavelo asciende desde las mugrientas cocinas a lo más alto del poder… dejando un rastro de cadáveres en el proceso mediante métodos horribles a la par que imaginativos. Si bien Jonathan Rhys-Meyers hizo un trabajo muy digno interpretándolo en la miniserie de 2000, aquí hará falta un verdadero actorazo para hacerle justicia.

'Gormenghast': La nueva serie de Neil Gaiman será el anti-'Juego de tronos'

Así pues, Gormenghast no se parece a nada de lo que solemos por contar por fantasía en TV. Y, aunque la presencia de Gaiman en el proyecto nos da buena espina (el escritor lleva trabajando en la adaptación desde 2015) también debemos contar con la maligna presencia de Akiva Goldsman, el señor que perpetró los guiones de Batman y Robin, El código Da Vinci La Torre Oscura, entre otros desafortunados trabajos (sí, tiene un Oscar por Una mente maravillosa, pero eso lo mismo es aún peor). Aun así, nosotros cruzamos los dedos y nos encomendamos a los gatos de la condesa Gertrudis para que la cosa salga bien. De este modo, con un poco de suerte, el lado más heterodoxo del género podría llegar a la TV, demostrando que "fantasía" no equivale a "topicazo tolkieniano". Y, quién sabe, lo mismo un éxito podría permitir a Joseph Gordon-Levitt rodar la serie de Sandman de nuestros sueños. Cosas más raras se han visto…

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