ENTREVISTA | Diego Luna: "En toda obra artística debe haber diversidad si aspiras a que sea realmente rica"

El actor mexicano da vida a Cassian en 'Andor', la nueva serie de Disney+ dentro del universo 'Star Wars'.
Diego Luna en 'Rogue One'
Diego Luna en 'Rogue One'
Cinemanía
Diego Luna en 'Rogue One'

Diego Luna ya fantaseaba con seguir explorando la vida de Cassian Andor mientras rodaba Rogue One: Una historia de Star Wars. Entre toma y toma, el mexicano imaginaba a un joven Andor curtido en tiempos del Imperio Galáctico. Poco le importaba que el spin-off de Gareth Edwards aún estuviera en fase de (accidentada) producción o que, según el guion, su espía rebelde se sacrificara en Scarif por los dichosos planos de la Estrella de la Muerte. “Lo comentábamos en el set, aunque casi como de chiste. Decíamos: ‘Ya que no podemos seguir con la historia porque el personaje muere, vámonos para atrás”, nos cuenta Luna. 

Seis años después, Rogue One está considerada una de las mejores producciones de la Galaxia reciente y Andor, la precuela soñada, es una realidad con segunda temporada confirmada. Creada por Tony Gilroy, el cerebro en la sombra del filme de Edwards, con su hermano Dan Gilroy ayudándole en el guion, la serie se sitúa cinco años antes de aquel hurto que acabaría con el arma más destructiva del Imperio. Genevieve O’Reilly regresa a la Galaxia como la líder rebelde Mon Mothma y se unen a la revolución Adria Arjona, Denise Gough, Kyle Soller, Fiona Shaw y Stellan Skarsgård. Hablamos con el actor sobre el thriller espacial que anhelaba desde que pisó la luna sagrada de Jedha y en el cual, además de como protagonista, ejerce como productor.  

¿Cuándo supiste que había planes para Andor? Rogue One me llegó cuando el equipo ya estaba listo para rodar. Me presentaron el universo, los diseños y demás justo antes de empezar a hacerla. Pero, en el caso de la serie, los ejecutivos de Lucasfilm me contactaron porque habían hablado con Kathleen [Kennedy] sobre la posibilidad de explorar el pasado de Andor y querían saber si me interesaba antes siquiera de ponerse a trabajar en ello. Les dije que sí y eso fue hace ya mucho tiempo, hace cuatro años. Ha sido un proceso largo... Cuesta mucho levantar un proyecto de esta envergadura, con doce episodios: imagina el tiempo de escritura que se necesita. Luego nos pasamos casi un año de producción y además se nos cruzó la época más dura de la pandemia; tuvimos que pararlo todo para después regresar al set. Ha sido un viaje intenso.  

Durante el rodaje de Rogue One, esbozaste el pasado del personaje. ¿Has recuperado alguna idea en la serie? Ese trasfondo que me había imaginado respondía a mi necesidad como actor de tener una idea de dónde viene el personaje, a dónde va, qué le ha pasado, qué le hace tomar determinadas decisiones. Pero, más allá de mis pensamientos, en la película había referencias a un pasado traumático, difícil. Sin desvelar demasiado, Rogue One te ayuda a entender qué vamos a ver en la serie. Por ejemplo, hay una frase de mi personaje en la película que es clave: “He sido parte de estas peleas desde que tenía seis años”. Eso dejaba claro que, desde su niñez, Cassian ha vivido una realidad tensa, ha crecido en un entorno que le ha obligado siendo muy pequeño a comprometerse, a ser parte de un enfrentamiento. Es muy injusto y traumático que te fuercen a los seis años a estar luchando. Ese es uno de los muchos aspectos que me interesaba investigar.  

¿Algún otro aspecto que sabías que querías explorar? Sí, la procedencia de Cassian. Nadie habla como él en Rogue One, nadie tiene ese acento. Él viene claramente de otro lado. En el grupo que se formaba en la película, que participaba en la misión de los planos, todos venían de lugares distintos y nadie hablaba como él. Eso nos da a entender que el personaje es un migrante, un tipo que ha sido forzado a migrar de alguna forma. Ahora, en la serie, teníamos libertad total para empezar a construirlo y, al involucrarme como productor, tuve tiempo de seguir el proyecto desde el inicio, explorar estos temas, dar mi opinión, y eso lo agradezco mucho como creador.  

Rogue One fue un ejemplo de diversidad. Como actor y productor de Andor, ¿sientes la responsabilidad de seguir abriendo espacios para que haya más representación? Yo lo veo distinto. En mis trabajos, suelo preguntarme: “¿Cómo puedo hacer para enriquecer el entorno?”. Yo, como público y cineasta, consumo cosas de todos lados. Mis referentes no se limitan a una industria o a un territorio. Me gusta muchísimo el cine español y el cine latinoamericano, pero dentro del cine latinoamericano hay muchas voces. Hay referentes argentinos y chilenos que son muy importantes en mi vida. También me encanta el cine danés y hay muchísima gente que trabaja en EE UU, sin importar su procedencia, a la que sigo. Intento diversificar con la gente con la que colaboro para enriquecer el resultado final y que el viaje valga la pena. 

¿Qué debe cambiar la industria en favor de la diversidad? Es importante que mostremos en pantalla las diferencias a las que estamos expuestos y la riqueza cultural a la que tenemos acceso, pero también es fundamental que eso se refleje detrás de las cámaras. En la serie, a pesar de que la hicimos en el pico más difícil de la covid, cuando viajar era imposible, logramos cierta diversidad en el equipo. Hay tres fotógrafos que le dan la identidad visual a Andor, y uno es brasileño, otro es mexicano y otro es alemán. La diseñadora era inglesa, la maquilladora española y el encargado de peluquería, argentino. En una obra artística debe haber diversidad y oportunidades para todos; si no, no puedes aspirar a que el resultado sea realmente rico.  

Así es el tráiler de 'Andor', una historia de Star Wars

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