'El internado: Las Cumbres' abre sus puertas: todo lo que necesitas saber

Laura Belloso, también creadora de 'El internado: Laguna Negra', nos desvela todas las claves de 'Las Cumbres'.
Paul (Albert Salazar), Adele (Daniela Rubio), Manu (Carlos Alcaide) y Amaia (Asia Ortega).
Paul (Albert Salazar), Adele (Daniela Rubio), Manu (Carlos Alcaide) y Amaia (Asia Ortega).
Paul (Albert Salazar), Adele (Daniela Rubio), Manu (Carlos Alcaide) y Amaia (Asia Ortega).

El factor nostalgia siempre es poderoso, aunque la guionista y productora Laura Belloso no imaginaba que tanto como para reabrir El internado, aquel fenómeno que creó hace 14 años y que catapultó a Ana de Armas o Blanca Suárez. Sin embargo, un día recibió la llamada de Laura Fernández Espeso (The Mediapro Studio) y Sonia Martínez (Buendía Estudios), que le propusieron dar una segunda vida a aquel universo, con una trama y un elenco diferentes.

Amazon Prime Video estrena El internado: Las Cumbres, reboot que Belloso firma junto a Asier Anduenza y que protagonizan Asia Ortega, Albert Salazar, Carlos Alcaide o Claudia Riera, entre otros. Nos adentramos en un nuevo internado, Las Cumbres, situado en un monasterio (en realidad el de Iratxe, en Navarra), una fortaleza apartada que acoge a alumnos problemáticos. Hablamos con la creadora sobre los nuevos misterios que acechan a los protagonistas y los guiños que esconde el reboot para los fans de Laguna Negra.

¿Cómo te llega la propuesta para revivir el universo de El internado?

Los antiguos productores de la serie consideraron que podría volver a tener un hueco en la ficción. Para mí fue una sorpresa, no se me había pasado por la cabeza poder volver otra vez a El internado. Una vez tuvimos claro por dónde tirar, nos pusimos a crear un colegio diferente, en un lugar distinto, con unos personajes nuevos. Ha sido un viaje muy divertido, hemos tenido que reinventar el proyecto.

¿Qué ha sido lo más complicado en esa reinvención?

El reto era encontrar el equilibrio entre satisfacer a los nostálgicos, reunirlos con aquellos lugares y aquellas sensaciones que les hicieron felices en aquel momento; y, al mismo tiempo, no repetirnos en absoluto, que todo fuera nuevo. Las Cumbres sí que va a generar recuerdos en los nostálgicos, pero es un internado nuevo, con peculiaridades que no existían en el otro: es un lugar muy hostil, de disciplina férrea, ubicado en un lugar inexpugnable, en medio de la naturaleza. Los alumnos son chavales que han sido enviados allí por su mal comportamiento, y eso conforma un ADN propio.

Fotograma de 'El internado: Las Cumbres'
Fotograma de 'El internado: Las Cumbres'

Habéis rodado en Navarra y Euskadi. ¿Os habéis impregnado de la mitología y las leyendas del norte?

El peso que tiene la ubicación en la narrativa es importante. No vamos a hablar de las brujas de Zugarramurdi, pero hay un bosque muy sugerente, y ese monasterio que está ubicado en Navarra nos va a remitir a una Logia medieval que habitaba en esa zona y que, según avanza la historia, descubrimos que no estaba tan desaparecida como creíamos. Ha sido muy divertido crear una mitología propia para la serie: el monasterio, el bosque, la iconografía de seres enmascarados, esos monjes dominicos con su hábito blanco...

El internado bebía mucho de Harry Potter, ¿qué hay de esta?

Hemos tenido muy en mente El nombre de la rosa, salvando todas las distancias. Y, como en la anterior, también hemos pensado un poco en Harry Potter, eso sigue estando: ese lugar tan especial, ese comedor, esas torres. Siempre lo tenemos como referente; lo tuvimos hace años y lo hemos vuelto a tener ahora.

Háblame de Amaia (Asia Ortega) y Paul (Albert Salazar), los protagonistas.

Ni Amaia es la típica heroína ni Paul es el típico chulazo, y Asia y Albert tienen muchísimo carisma, como el resto de sus compañeros. Hemos hecho un esfuerzo por crear unos personajes que no se basaran en ninguna otra ficción. Ha habido tantas series adolescentes que es muy fácil caer en lugares comunes... Con Amaia, me gustaba mucho la idea de que la protagonista fuera una tía que tiene un empuje brutal, una fuerza de la naturaleza, pese a su vulnerabilidad. 

Paul es un tipo muy especial, que siempre está leyendo. No le interesa liderar ningún grupo y mira un poco de reojo el mundo. Estoy muy contenta con el elenco adolescente, han hecho un muy buen trabajo y me parece que van a brillar. Ellos mismos tienen mucho vértigo porque saben lo que pasó antes y decían: "Madre mía, ¿dónde nos estamos metiendo?". Lo han hecho con una carga de responsabilidad muy fuerte. 

Paul y Amaia en 'El internado: Las Cumbres'
Paul y Amaia en 'El internado: Las Cumbres'

Entre los guiños a los nostálgicos que mencionabas, está el cameo de Yon González y Blanca Suárez. ¿Cómo se dio?

Tuvo que ver con algo emocional. Queríamos que 'dieran la alternativa' a los nuevos personajes. Lo complejo fue cómo involucrarlos en esta nueva historia y creo que encontramos una fórmula que permite a los fans saber un poquito qué fue de Iván y Julia. Es un pequeño regalo bien empaquetado y con mucho afecto para nuestros antiguos seguidores.

¿Y cómo fue reencontrarte con ellos después de todos estos años?

Muy emocionante. Es como un viaje al pasado. Yo los veo constantemente en los medios de comunicación, pero cuando trabajábamos juntos eran unos niños, estaban empezando y fue una época muy importante en sus carreras. Compartimos una experiencia muy, muy bonita, y muy fuerte. Verlos ahora, tan guapos, tan maduros, siendo unas estrellas... pero que a la vez sigan siendo las mismas personas cariñosísimas. Fue un reencuentro muy bonito, la verdad. 

¿Has analizado por qué El internado pudo ser tal fenómeno?

Lo hemos pensado mucho, también a la hora de volver a repetir ese éxito e intentar replicar los mimbres. Importó el momento histórico en el que sucedió porque, hasta ese momento, casi no había habido series de misterio en la ficción española. Y conseguimos una gran fidelización creando una cadena de preguntas y respuestas a través de unos personajes y unos actores que tenían un carisma importante. 

Se generó todo un acontecimiento en torno a la trama. Sin embargo, por mucho que analicemos, no existen fórmulas del éxito ni deben existir. Ojalá se repita ese fenómeno en Las Cumbres, pero esta ficción tiene su propia personalidad y el momento también es muy distinto. 

Fotograma de 'El internado: Las Cumbres'
Fotograma de 'El internado: Las Cumbres'

Un momento en el que la globalización y las plataformas mandan en la TV.

Es muy gratificante para los guionistas escribir capítulos de 50 minutos, lo cambia absolutamente todo. En la antigua televisión escribíamos casi una película a la semana y, además, tenía que ser para todo el mundo. Lo que hacíamos tenía mucho mérito porque realmente era muy difícil. Antes casi escribíamos teatro televisado y ahora estamos más cerca del cine.

 En el caso de El internado, ha habido una actualización absoluta de la factura, con una narración más visual, menos verbal, más atmosférica, y con personajes más complejos, con más contradicciones, más maduros en su diseño. Ahora las series tienen que competir en plataformas con formatos americanos, compites con todo el mundo, y eso eleva muchísimo el nivel de exigencia.

Precisamente Laguna Negra funcionó muy bien fuera de España.

Creo que tiene que ver con el tipo de formato que es: al ser un universo que se retroalimenta a sí mismo, es fácilmente exportable. Y este lugar, este 'internado', podría estar en Rusia; de hecho, los rusos replicaron la serie. Podría estar en cualquier otro país porque, al final, alude a temas muy universales. Sí que volvemos a tener esta ventaja y jugamos con ella absolutamente, pero no quita para que dé vértigo estrenar ahora y que nuestro nivel de exigencia sea altísimo.  

Fuiste guionista en Los hombres de Paco, que también regresa. ¿Qué opinas del poderoso factor nostalgia?

La nostalgia es una emoción muy poderosa, sobre todo si el presente es tan raro como el que estamos viviendo. Y hay tantas series que es muy difícil encontrar conceptos que sean absolutamente nuevos. Luego está el riesgo que se quiere asumir: cuando algo ha funcionado muy bien y sabes que la nostalgia es tan poderosa, desde el punto de vista de la producción tienes la esperanza de que eso se puede volver a repetir. 

También ha cambiado la forma de consumir ficción. Las series de antes formaban parte de la vida de la gente durante mucho tiempo. Ahora tienes un fin de semana tonto y te comes una temporada entera de una ficción, pero luego se te olvida. La manera antigua de ver la TV hizo que aquellas series, como El internado, formaran parte de nuestro día a día. Todo esto tiene una carga emocional brutal que ahora es mucho más difícil que se dé. 

El internado: Las Cumbres se estrena el 19 de febrero en Amazon Prime Video.

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