Beth Harmon y Vasily Borgov: ¿en qué jugadores históricos de ajedrez se inspira 'Gambito de dama'?

¿Está basada la miniserie de Netflix en jugadores reales como Bobby Fischer o Boris Spaski?
Vasily Borgov (Marcin Dorocinski) y Beth Harmon (Anya Taylor-Joy)
Vasily Borgov (Marcin Dorocinski) y Beth Harmon (Anya Taylor-Joy)
Netflix
Vasily Borgov (Marcin Dorocinski) y Beth Harmon (Anya Taylor-Joy)

El gambito de dama es una de las aperturas más antiguas del ajedrez, pero nunca ha experimentado tanta popularidad como ahora. La jugada que sirvió a Walter Tevis para titular su novela publicada en 1983. Gambito de dama, la adaptación en formato de miniserie a cargo de Scott Walker con Anya Taylor-Joy de protagonista, se ha convertido en uno de los grandes éxitos de la temporada para Netflix, desatando un renovado interés por el ajedrez gracias a su aplicación de los códigos del cine deportivo.

Gambito de dama sigue la vida de Beth Harmon, una prodigiosa jugadora estadounidense que empezó a destacar en el hipermasculino mundo del ajedrez a finales de los años 50. Poco tiempo después, se había convertido en una de las jugadoras más prodigiosas del mundo. Todo ello, mientras hacía frente a fuertes prejuicios sobre su género y su edad... y luchaba contra sus propias adicciones al alcohol y las pastillas tranquilizantes.

La serie de Scott Walker adapta el libro de Tevis, reputado autor cuya obra literaria ha dado pie a clásicos del cine como El buscavidas (1961), El hombre que cayó a la Tierra (1976) y El color del dinero (1986). ¿Pero lo que cuenta Gambito de dama es completamente ficción o tiene base real en auténticos jugadores de ajedrez de aquella época?

¿En quién se inspira Beth Harmon?

Anya Taylor-Joy como Beth Harmon
Anya Taylor-Joy como Beth Harmon
Netflix

Beth Harmon, el personaje interpretado por Anya Taylor-Joy en Gambito de dama, es una creación literaria. De hecho, Walter Tevis en quien más se inspiró para crear a la protagonista de su novela fue en sí mismo, ya que tiene amplia experiencia jugando profesionalmente al ajedrez. Y también con el abuso de sustancias.

"Nací en San Francisco y cuando era pequeño me diagnosticaron una enfermedad reumática del corazón para la que me dieron unas drogas muy fuertes. De ahí tomé la drogodependencia de Beth. Escribir sobre ella ha sido una especie de purgatorio", declaró Tevis a The New York Times tras la publicación del libro.

"En cuanto al ajedrez, he jugado lo bastante como para saber los detalles de una buena partida. Puedo ganar a un jugador normal, pero me da miedo jugar contra la gente que coloca los tableros en Broadway", prosigue el autor en la misma entrevista.

Así que para crear a su ajedrecista prodigio se basó en otros tres genios, pero bien reales: Robert Fischer, Boris Spassky y Anatoli Kárpov. "Durante años han sido una fuente de deleite para jugadores de ajedrez como yo, pero como Gambito de dama es una obra de ficción me pareció prudente omitir su presencia, al menos para no entrar en contradicciones".

De ese triunvirato de grandes jugadores de ajedrez quizás el que más similitudes mantenga con las experiencias de Beth Harmon sea Bobby Fischer. Nacido en Chicago, fue el gran maestro del ajedrez mundial en los años 70 y su vida, tan ajetreada como conflictiva, ha dado pie a varias películas.

Precisamente, el enfrentamiento de Fsicher contra el soviético Spassky fue considerado el Encuentro del Siglo, alcanzando cotas tan míticas como el de Harmon contra Borgov.

¿Está Borgov inspirado en Spassky?

Marcin Dorociński como Vasily Borgov
Marcin Dorociński como Vasily Borgov
Netflix

El tramo final de Gambito de dama consiste en abrir el camino para su propia versión del encuentro Fischer vs. Spassky en 1972. Aunque sea unos cuantos años antes que su modelo, en 1968, el enfrentamiento de Beth Harmon y Vasily Borgov no solo implica una lucha deportiva al más alto nivel sino que también está revestido de un importante componente ideológico propiciado por la Guerra Fría.

Lo que sí acentúa la novela y la miniserie, además de sumar el componente de género al hacer que el personaje estadounidense sea una mujer, es la diferencia de edad entre los dos oponentes en el momento de jugar. Si Borgov (ya entrado en la cuarentena) toma el lugar de Spassky (37 años) en esta traslación, es sensiblemente mayor, mientras que Beth (en la veintena) también es unos pocos años menor que Fischer (29 años).

Eso sí, del paralelismo con Fischer y Spassky se mantiene que el primero acudía a enfrentarse a quien era el campeón del mundo en ese momento, a quien hasta entonces no había logrado derrotar en las partidas que habían jugado.

De esta manera tan curiosa es como realidad y ficción se entrelazan en Gambito de dama. Primero en la novela, que Tevis escribió a principios de los 80 con toda esa fiebre mundial por el ajedrez aún en mente. Y, después, en la miniserie que ha conseguido que mucha gente vuelva a interesarse por el ajedrez con la misma pasión febril que cuando Fischer y Spassky echaban sus partidas.

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