Por qué 'Atlanta' es una de las mejores series de nuestra época aunque no la conozcas

Llega a Disney + la cuarta temporada de la serie de Donald Glover, una despedida por todo lo alto
Atlanta
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Un tiroteo en un parking. Entre afroamericanos. Con pistolas. Así comienza Atlanta. Sin duda, una declaración de intenciones. El segundo capítulo transcurre casi entero en comisaría, donde uno de los protagonistas está bajo custodia por el altercado en el aparcamiento. Otro hombre, con problemas mentales, se bebe su propio pis a pocos metros de él. El resto de los presos se ríen. El hombre escupe a un policía que le pega un porrazo en la cara. De la risa al escalofrío. Así es Atlanta.

Por secuencias como esta, la primera temporada de la serie causó absoluto furor en EE UU cuando se emitió en 2016. Atlanta se hizo con el Globo de Oro a la mejor serie de comedia; Donald Glover, su creador, ganó un Emmy al mejor actor; y los guionistas se llevaron a casa el premio a la mejor serie de comedia del Sindicato de guionistas. En España, tristemente, tuvimos que esperar unos años, hasta que Disney+ la agregó a su catálogo, para descubrir lo especial que era.

Gran parte del encanto de la serie reside en sus cuatro personajes protagonistas, brillantemente escritos. Earn (Donald Glover) es un perdedor de inmenso carisma. Ha pasado de estudiar en Princeton a vivir de prestado en casa de la madre de su hija, Van (Zazie Beetz), con la que mantiene una relación más intermitente de lo que le gustaría. Está tan pelado que pide el menú infantil en la versión barata del Burger King. 

Cuando su primo Alfred (Brian Tyree Henry), camello de profesión y rapero de mirada profundamente dulce y triste, se hace viral con la canción Paper Boi, dirige todos sus esfuerzos a convertirse en su manager. Solo queda Darius (LaKeith Stanfield, a quien recordarás de Déjame salir), amigo de Alfred y, por lo demás, un misterio que no pretendemos resolver aquí. Atlanta, claro, es la ciudad de todos ellos.

Donald Glover, el chico de moda en Hollywood

¿Quién no conoce hoy a Donald Glover, el chico de moda en Hollywood, Lando Calrissian en Han Solo, Simba en El rey león? Sin embargo, Glover comenzó en el circuito de comedia stand-up de Nueva York mientras estudiaba en la ciudad. Antes de graduarse en NYU, Tina Fey lo había contratado en Rockefeller Plaza como guionista y, poco después, estaba interpretando al quarterback Troy Barnes en Community.

Glover protagoniza esta sátira ácida y por momentos absurda que reflexiona sin complejos sobre la industria musical y la realidad racial en EE UU. La esperada tercera entrega estará a la altura de Los Soprano, promete el creador. Temporada favorita: La segunda, con más rap y episodios monográficos brillantes como el inquietante Teddy Perkins [2x06].
Brian Tyree Henry, LaKeith Stanfield y Donald Glover en Atlanta
Cinemanía

Fue justo después de salir de la serie de Dan Harmon cuando Glover empezó a escribir Atlanta. Por esa época vio una entrevista con Dave Chappelle que le inspiró. En ella decía que cuanto más personal fuese un proyecto, mejor sería el resultado. “Así que me centré en hacer Atlanta lo más personal posible”, contaba el actor en una entrevista en Esquire. Tan personal quedó Atlanta, “un Twin Peaks con raperos”, la definía él, que le costó bastante encontrar un canal que la emitiera. Tras muchos rechazos, fue FX quien se atrevió con la serie.

Junto a Donald Glover, otro de los responsables de lo brillante que es Atlanta es Hiro Murai. Director de Estación Once, Barry y la mayoría de los capítulos de esta serie, su dominio del lenguaje cinematográfico nunca llama la atención sobre sí mismo. Murai empezó a colaborar con Glover en 2013 en el corto Clapping for the Wrong Reasons y posteriormente han trabajado juntos en Atlanta, Guava Island, el filme que el actor protagonizó con Rihanna, y algunos videoclips de Childish Gambino, el proyecto musical del propio Glover.

Stephen Glover, productor ejecutivo de Atlanta y hermano de Donald Glover, describe en IndieWire a Murai como un guionista más, que corta y unifica escenas sobre guion con una gran capacidad para imaginar las historias visualmente: “Entiende a la perfección lo que necesitamos y lo que no”. Murai atribuye a sus comienzos en el videoclip, donde los recursos tienden a ser escasos, su preferencia por las localizaciones y la iluminación natural, otra seña de identidad de la serie.

Sin duda Atlanta es una de las series mejor escritas de la televisión de los últimos años. En EE UU todos los medios la definen como “surrealista”, probablemente porque no hayan visto mucho Buñuel. Pero lo cierto es que sus guiones son siempre impredecibles y, a la vez, nunca inverosímiles. Además, alcanzan cotas extraordinarias en los capítulos más poéticos. No extraña que en la sala de guionistas de la serie tengan un cartel que reza: “Haz lo que otros no pueden”. Es una serie a la que cuesta catalogar en un género, con una banda sonora excepcional y una personalidad propia que atenta contra todos los predecibles algoritmos de las plataformas.

No puedes escribirlo, solo sentirlo

También alcanza la excelencia el retrato de la comunidad afroamericana, probablemente el más fiel, crudo y tierno que se haya hasta ahora en el audiovisual. Glover dejó muy claras sus intenciones en la primera entrevista promocional de Atlanta: “La tesis de esta serie consistía en mostrar a la gente cómo es ser negro. Eso no lo puedes escribir. Tienes que sentirlo”.

Los protagonistas de 'Atlanta'
Los protagonistas de 'Atlanta'
FX

Atlanta está plagada de esos momentos que te hacen sentir lo que es ser negro en EE UU. Como cuando Alfred dice: “Tengo que rapear. Asusto a la gente en los cajeros. Eso es el rap, sacar lo bueno de una mala situación”. O el personaje de la periodista que responde a sus intentos de ligar con un “No me va demasiado el rollo gangster”. Y esa escena en la que Darius utiliza en el campo de prácticas de tiro un poster de un perro y es interpelado por dos rednecks que usan posters de mexicanos con cuchillos. Si has escuchado This Is America de Childish Gambino sabes a lo que nos referimos.

Hay episodios de Atlanta que son verdaderas obras maestras. El séptimo de la primera temporada, que juega con el formato de un programa de televisión que incluye anuncios para afroamericanos y el mejor chiste antiwoke de la historia: una entrevista con Antwoine Smalls, un afroamericano que siente que es Harrison Booth, un hombre blanco de 35 años. O el final de esa primera entrega, La chaqueta, en el que Earn pasa todo el capítulo buscando una chaqueta que perdió de borrachera la noche anterior y encuentra finalmente en el lugar más inesperado y sobrecogedor: un tiroteo.

La segunda temporada, “Robbin’ Season”, es más oscura y más rara aún que la primera, con chistes sobre BoJack Horseman y tres capítulos que son auténticas piezas de museo: Fubu, un flashback que cuenta la infancia de Earn y Alfred; el poético Woods y Teddy Pekins, una enorme bizarrada protagonizada por Darius. 

Tras una elipsis en la que Paper Boi se ha convertido en una estrella del rap, la tercera temporada se centra en la gira del músico y el resto de  la banda por Europa, disfrutando de la fama y el dinero, lo que supone una nueva oportunidad para Glover  a la hora de señalar las ridiculeces e incongruencias del mundillo. 

Reparto de 'Atlanta'
Reparto de 'Atlanta'
FX

Pero en una nueva muestra de la libertad creativa de la que goza Glover, la tercera temporada de Atlanta intercala entre la trama del ascenso musical de Paper Boi capítulos que funcionan como cortometrajes autónomos interpretados por actores nuevos. 

Unos y otros hablan, más que nunca, de la tensión racial en EE UU.  La novedad es que en esta entrega lo hacen a través del género, ya sea desde el fantástico, como en Trini 2 De Bone, o desde el terror puro, como en el primer capítulo de la temporada, Three Slaps, que recuerda especialmente al cine de Jordan Peele.

Meses después de su emisión en EE UU, la cuarta y última temporada de Atlanta llega a Disney + esta semana. Paper Boi y sus amigos vuelven a Atlanta y a las andadas que tantos buenos momentos nos reportaron en las primeras entregas de la serie. 

Pero la libertad creativa solo va a más. Se mezclan los capítulos episódicos con aquellos con continuidad narrativa. Glover sigue abriendo interrogantes pero también cierra algunos misterios de la serie: la relación de su personaje con Van (Zazie Beetz), la razón por la que fue expulsado de Princeton...

El final de la serie es como solo podría ser un final de Atlanta: surrealista. Y, a la vez, un homenaje a su personaje más inescrutable y tierno: Darius (LaKeith Stanfield). Una despedida por todo lo alto.

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