25 motivos por los que adoramos ‘Las chicas Gilmore’
El siglo XXI ha supuesto la consolidación definitiva de la ficción televisiva. Desde que HBO empezara a hacer de las suyas en 1999 con Los Soprano (a la que han seguido The Wire, A dos metros bajo tierra, True Detective o Juego de Tronos), la seriefilia ha ido ganando más y más adeptos. Precisamente en ese cambio de siglo llegaban a la televisión la familia disfuncional de Malcolm in the Middle, las tretas forenses de CSI: Las Vegas y el trabajo ciberpunk de James Cameron Dark Angel. Pero nadie tenía la verborrea, los diálogos rápidos y el humor inteligente de Las chicas Gilmore y su creadora Amy Sherman-Palladino:
Lorelai: Por favor, Luke, por favor, por favor, por favor.
Luke: ¿Cuántas tazas llevas ya?
Lorelai: Ninguna...
Luke: ¿Ninguna?
Lorelai: Cinco... ¡pero el tuyo es mejor!
Así empezaba la serie allá por el año 2000. Hoy, 5 de octubre, se cumplen 20 años desde que Lorelai Gilmore (Lauren Graham) pidiera dinero a sus padres, con los que no tenía relación, para poder matricular a su hija Rory (Alexis Bledel) en un prestigioso colegio. Y 13 desde que la afamada serie se despidiera de su legión de fans. Sin embargo, esos siete años dieron para mucho: risas, lágrimas, romances, discusiones, estudios, libros y, sobre todo, litros y litros de café para sus protagonistas.
Desde CINEMANÍA queremos reivindicar los 25 motivos por los que esta ficción, que se mantuvo y sobrevivió a la era Perdidos, House, Veronica Mars, 24, Mujeres desesperadas, Alias o Anatomía de Grey, nos hizo a todos desear mudarnos a Stars Hollow.