'Conociendo a Gorbachov': la carta de amor de Herzog al político ruso que puedes ver en Filmin

La mejor manera de conocer al fallecido exmandatario de la Unión Soviética: a través de los ojos de Werner Herzog.
[Zinebi 2018] ‘Meeting Gorvachev’: la carta de amor de Herzog al político ruso
[Zinebi 2018] ‘Meeting Gorvachev’: la carta de amor de Herzog al político ruso
[Zinebi 2018] ‘Meeting Gorvachev’: la carta de amor de Herzog al político ruso

“Yo le quiero”, le dice Werner Herzog a Mijaíl Gorbachov sentados el uno frente al otro en el despacho del último. La admiración del cineasta alemán, director de algunas de las obras maestras de la historia del documental, estaba latente en la película de varias y creativas formas –los chocolates sin azúcar que le regala al político, aquejado de diabetes; ese tono hagiográfico del filme…–, pero Herzog es Herzog.

Es decir, es el director que en Grizzly Man contó la historia del amigo de los osos Timothy Treadwell que acabó devorado por uno de ellos y condensó el horror de su muerte salvaje en una cinta que nunca escuchamos y en su rostro de espaldas a la cámara. Si Herzog quiere decirle al último líder político de la URSS, por muy premio Nobel que sea, que le quiere, que toda Alemania le quiere pero él más, lo hace y punto.

Su documental sobre el exjefe de estado de la Unión Soviética, Conociendo a Gorbachov, es una carta de amor. Una carta de amor recitada con su propia voz en off –cuánto ha cogido de ahí Wes Anderson…– y bellamente ilustrada con imágenes de archivo. 

Herzog cuenta los orígenes de Gorvachov desde que era un campesino humilde hasta su rápido ascenso en el Partido Comunista salpicándolo con planos aéreos de su pueblo y su casa familiar, subrayando algunos episodios contundentes de su vida. Por ejemplo, cuando el padre, al que habían dado por muerto en la guerra, volvió y le dijo a su hijo: “Luchamos hasta que nos quedaba nada que luchar. Así es como hay que vivir”.

Herzog con Gorbachov
Herzog con Gorbachov
Cinemanía

Los momentos estelares de Conociendo a Gorbachov vienen después, justo antes de que el político sea elegido Secretario General del Partido Comunista, cuando Herzog monta una tras otra las imágenes de archivo de los funerales de los líderes del partido que van cayendo como moscas en una metáfora perfecta del declive de la URSS. 

Su didáctica recreación del glásnost (transparencia) y la perestroika (reconstrucción), principales políticas de Gorvachov al llegar al poder, convierten al documental en un perfecto aliado para profesores de todo el mundo en sus clases de historia. 

¿Acaso no es más emocionante ver con los ojos de Herzog la caída del muro de Berlín o el apretón de manos entre Gorvachov y Reagan que leerlo en un libro de texto? Conociendo a Gorbachov le reserva un buen tramo del documental al final trágico del político, destronado y considerado un traidor por los suyos. “¿Qué le gustaría que pusiese en su lápida al morir?”, le pregunta el director. “Algo que vi en la de un amigo y me gustó: ‘Lo intentamos”, contesta Gorvachov.

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