Y Torrente obró el milagro: así ha resucitado Santiago Segura el cine familiar

El estreno de 'Padre no hay más que uno 3' confirma lo que es un secreto a voces: el cine familiar ha vuelto a las pantallas españolas.
Santiago Segura en 'Padre no hay más que uno'
Santiago Segura en 'Padre no hay más que uno'
Cinemanía
Santiago Segura en 'Padre no hay más que uno'

Santiago Segura nació en 1965. A principios de los 80 era un aspirante a amiguete que soñaba con que en las marquesinas de los cines de barrio de su Carabanchel natal luciera su nombre. Lo que leía entonces en ellos eran títulos como La guerra de los niños (1980), protagonizada por Parchís y dirigida por Javier Aguirre, o Buenas noches, señor monstruo, con sus “archi enemigos” Regaliz y dirigida por Antonio Mercero o Las aventuras de Enrique y Ana (1981) con el dúo como protagonista a las órdenes de Ramón Fernández

Fue la última época gloriosa del cine familiar español, con sus padres atribulados, sus madres estresadas y unos niños con el objetivo vital de hacer todas las trastadas posibles. Aquella que conseguía resolver el enigma de dónde estaba Chencho, el ingrediente mágico de clásicos como La gran familia o La familia y uno más (Fernando Palacios, 1962 y 1965). Después perdimos la inocencia o nos volvimos más cínicos… o las dos cosas. Los jóvenes actores se desintegraron y fueron sustituidos por sus versiones animadas por ordenador. El cine familiar –nos dijeron– era Pixar, y ahí poco teníamos que rascar.

Sin embargo, el último lustro ha visto una recuperación de las películas “para toda la familia” española. El responsable es, en buena medida, aquel amiguete de Carabanchel: el hombre con el humor más negro que ha dado el cine español desde Berlanga, Santiago Segura. Muy probablemente, el mascarón de proa de este resurgir sea Padre no hay más que uno, su gran pelotazo de 2019.

En realidad, tal vez habría que volver a 2018 para explicar este movimiento en el cine comercial español. Atresmedia y Mediaset se habían contagiado hasta el tuétano de la fiebre de los remakes y Segura, que buscaba su sitio, también presentó el suyo: Sin rodeos, versión de un filme chileno que suponía su primera incursión en la dirección post torrentiana tras Operación Eurovegas (2014). A su comedia feminista no le fue mal, pero quedó en un octavo puesto en la recaudación de las producciones españolas. Poco para su indisimulada ambición. 

Padre no hay más que uno
Padre no hay más que uno
SONY PICTURES ESPAÑA

Por encima de ella ya se husmeaba que el público volvía a ir al cine en familia gracias al éxito de la modesta Campeones y, sobre todo, a El mejor verano de mi vida, de Dani de la Orden, remake de la italiana El sol en cubos (Gennaro Nunziante, 2013). La versión española estaba protagonizada por Leo Harlem, un tipo corriente y moliente, enfrentado a la clásica crisis paternal de cómo hacer feliz a su hijo durante el periodo vacacional. Segura tomó buena nota. 

En 2019, volvió a mirar a Latinoamérica, pero, esta vez, al sorprendente éxito argentino Mamá se fue de viaje, de Ariel Winograd (2017). Le puso colorcillo local (¿alguien duda de que Segura se sabe de principio a fin La gran familia?), adaptó su vitriólico humor a uno para todos los públicos. La respuesta fue abrumadora: 14,2 millones y número uno en taquilla. Los espectadores con descendencia estaban encantados con el costumbrismo y las meteduras de pata de los adultos; su descendentes menores, con las trastadas de los aprendices de torrentes. El rey había vuelto. Larga vida al rey. Porque si algo sabe Segura mejor que nadie en España es generar franquicias.

Madre no hay más que una… pero padre puede haber dos

Así que, visto el éxito, el rey de la franquicia en nada tenía lista una segunda entrega de las desventuras de don Javier García y su patulea para refrescar el verano de 2020, esta vez con la incorporación de ese clásico súper villano del cine y la comedia española conocida como La Suegra. Surgió un pequeño problema, llamado SARS-CoV-2 por los científicos y el puto covid por los legos. Segura, que de arrestos siempre ha ido sobrado, le echó bemoles y se lanzó a estrenar el filme cuando los grandes estudios retrasaban sus grandes apuestas paralizados por el pánico. 

Fotograma de 'Padre no hay más que uno 2'
Fotograma de 'Padre no hay más que uno 2'
Cinemanía

¿El resultado? Repitió como la película española más vista del año, con casi 13 millones, prácticamente doblando a la segunda, Adú. Once millones más que otra comedia familiar como Superagente Makey (Alfonso Sánchez). Casi los mismos números que la primera entrega. Mucho mérito en un año en el que la recaudación se quedó tiritando –por no hacer la broma fácil y decir que se quedó confinada. Segura, el iconoclasta, el escatológico, se había reinventado, definitivamente, en el autor favorito de las familias españolas.

Una escapadita asturiana

El siguiente movimiento de Segura parecía obvio. Pero saltó la sorpresa en Bowfinger International, su productora . En vez de tripitir con los García + La Suegra, compró billete de larga distancia en otra comedia familiar que, a diferencia de Mamá se fue de viaje, no había sido testada todavía en cines. Atresmedia adquirió en Berlín los derechos de Attention au départ! (Benjamin Euvrard, 2021), antes de que la vieran los franceses, la tradujo como A todo tren: destino Asturias (por eso de llevarse un dinerito de la film commission de turno) y se la encargó a Santiago. No importó. Segura seguía de dulce. 

De nuevo firmó el filme español más visto del año con 8,5 millones de recaudación. Una primera dosis de la vacuna para una taquilla que seguía malita. Luna Fulgencio, la niña que interpreta a Rocío en la saga Pater, hacía de hilo umbilical entre esta escapadita y la saga. Señal de que Segura no se quitaba a Javier García de la cabeza.

Y donde caben dos... ¿cabrán tres?

Y llegamos al 14 de julio, Día Nacional de Francia, el espejo en el que siempre nos miramos con envidia. En esta ocasión, Segura vuelve a sorprender. Revienta una de las leyes no escritas del cine, esa que dice que las temáticas de las películas te dictan el momento de estreno. Así, en medio de una ola de calor, decide estrenar un filme ambientado en Navidad. A nadie se le habría ocurrido estrenar Love Actually con media España al borde de la insolación, pero es que Segura siempre ha actuado así, a contracorriente. 

'Live is Life'
'Live is Life'
Warner Bros.

Veremos cómo le va, aunque se prevé nuevo exitazo. De momento, viendo los estrenos del verano, sí que podemos afirmar que ha conseguido recuperar la comedia familiar como género mimado por el cine español. Porque este es su verano, casi tanto como lo fueron el de los principios de los 80. Ya han pasado por las pantallas Live is life, de Dani de la Torre y Llenos de gracia, de Roberto Bueso. Ambas, desde diferentes registros, protagonizadas por actores y actrices que todavía no tienen derecho a voto. 

Pronto llegará también la sui generis Voy a pasármelo bien, de David Serrano, un musical basado en canciones de los Hombres G con doble línea temporal infantil/cuarentona y Héroes de barrio, de Ángeles Reiné, protagonizada por una Luna Fulgencio que a sus 11 años hace doblete y se convierte en musa infantil y reina del verano. ¿Seguirá siendo Santiago Segura y su Padre… el gran patriarca del cine español? Pocos tienen dudas de que, ni la competencia, ni la Navidad en medio del bochorno, serán capaces de destronar a Santiago Segura y su reinvención como cineasta familiar de su condición de cineasta más taquillero de España.

¿Quieres recibir todos los viernes en tu correo las mejores recomendaciones de cine y series? Apúntate a nuestra Newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento