Los hechizos del Doctor Strange, en el mundo real
Llegar a Maestro de las Artes Místicas y Hechicero Supremo de la Tierra es un camino arduo y complejo. Como bien saben los lectores de Marvel, son necesarios un arduo entrenamiento en el Tíbet, una perilla estilosa y la disposición a exclamar cosas tales como "¡Por las hirsutas huestes de Hoggoth!" a la primera de cambio.
Pero, mal que les pese a los inmortales Vishanti, la tecnología ofrece atajos para todo: uno siempre puede improvisar un disfraz, agenciarse un par de displays LED... y hala, ya tiene un cosplay del Doctor Strange capaz de ganarse titulares.
No sabemos si Stan Lee y Steve Ditko pensarían en la tecnología holográfica (en concreto, en los productos de la empresa Phantom) cuando idearon al mago marvelita, pero estas herramientas pueden ahorrarle mucho trabajo a los aprendices deseosos de hacer campana.
Hechizos de más nivel, como las Bandas Carmesíes de Cyttorak o los Vientos de Watoomb, siguen estando (nos tememos) reservados para los auténticos profesionales.