En los albores del cine nadie hablaba, todo era mudo. Treinta años de películas sin sonido ambiente y sin diálogo. El lenguaje claro, era ligeramente distinto. Después llegó el sonido que aportó al cine algo de lo que carecía, diálogos. Pero a veces el silencio es más cine que los diálogos y por eso grandes directores como Stanley Kubrick prescinden del sonido para crear tensión, otros como Sofía Coppola utiliza el silencio para emocionarnos en Lost In Translation, porque por mucho que intentemos subir el volumen nunca sabremos qué le dice Bill Murray a Scarlett Johanson en aquella calle tan transitada de Tokio, y ni falta que hace.
Vídeo del día: El arte del silencio en el cine
Excepcional vídeo que nos explica cómo de importante es la ausencia de diálogos o de sonido ambiente en el cine.
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