Un productor de 'El lobo de Wall Street' es arrestado en Malasia por lavado de dinero

Si El lobo de Wall Street es una sátira anticapitalista o, por el contrario, una enloquecida exaltación del modo de vida de Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio), ha sido materia de discusión desde el estreno de la película en 2013. No obstante, hay un elemento que no deja lugar a dudas sobre su ideología al final de los créditos, cuando entre los agradecimientos hacia quienes hicieron posible la producción aparece el nombre de Low Taek Jho. Mejor conocido como Jho Low. Mejor conocido como uno de los más famosos fugitivos de la justicia en Malasia.

La película de Martin Scorsese fue producida por Red Granite Pictures, compañía cofundada por Riza Aziz: el mismo que, según recoge The New York Times, ha sido recientemente arrestado en Malasia bajo la acusación de lavado de dinero. Aziz es hijastro de Najib Razak, antiguo primer ministro del país que no pudo presentarse a la reelección en 2018 debido a su vínculo con el escándalo de Jho Low, amigo de la familia. Low, en compañía de Razak y Aziz, se habría apropiado de 4.5 mil millones del fondo gubernamental de inversiones 1Malaysia Development (1MDB).

Este fondo fue creado por el mismo Razak, y el dinero extraído habría financiado tanto a Good Star, empresa vinculada a Low, como a la misma Red Granite Pictures que produjo El lobo de Wall Street. De hecho, la Comisión Anti-Corrupción de Malasia acusa a Riza Aziz de haber utilizado el dinero de 1MDB para producir El lobo de Wall Street y otros films como Dos padres por desigual o Dos tontos todavía más tontos. Aziz ya ha sido puesto en libertad bajo fianza a la espera de comparecer a juicio en Kuala Lumpur.

Este escándalo lleva coleando desde 2015 y ha salpicado a toda la familia de Aziz, pues su padrastro es una pieza indispensable en la trama y su madre Rosmah Mansor (coleccionista de diamantes de renombre mundial) ha sido igualmente acusada de lavado de dinero y evasión de impuestos. No sabemos cómo se habrán tomado Scorsese o los guionistas estos sucesos, pero a buen seguro Jordan Belfort se habría sentido orgulloso de sus socios.