En 2020, se cumplen 27 años del fallecimiento de la inimitable Audrey Hepburn. La intérprete británica siempre fue una de las más envidiadas por todos, con una filmografía repleta de éxitos de taquilla y amplios reconocimientos en los premios internacionales, que han hecho que Desayuno con diamantes, Vacaciones en Roma, Charada o My Fair Lady perduren en el tiempo. Sin embargo, muy pocas personas conocen la verdadera identidad que se escondía tras el mito de Hollywood.
El documental Audrey, más que un icono hace un repaso a la carrera y la vida de la actriz, quien tuvo el honor de participar en su trayectoria con reconocidos cineastas como William Wyler, Blake Edwards o George Cukor, y estuvo a punto de colaborar en un proyecto del mismísimo Alfred Hitchcock. Pese a todo, las intérprete se retiraría durante una década en los años 60, teniendo pequeñas apariciones con posterioridad a finales de los años 70 y los 80.
El apoyo de su padre al bando fascista
Si bien es cierto, la vida de Hepburn nunca fue un camino de rosas. El documental de Helena Coan se adentra en las entrañas de su vida: su infancia en una Europa devastada por la guerra, el divorcio de sus padres y el abandono de su progenitor, quien pertenecía al bando de la Unión Británica de Fascistas. Este suceso sería señalado por la actriz como "el evento más traumático de mi vida".
La actriz nacía en Bélgica en 1929, hija del inglés Joseph Victor Anthony Ruston y de su segunda esposa, la baronesa neerlandesa Ella Van Heemstra. El duro carácter de su padre en su niñez marcaría su futuro, en el que sufriría desórdenes alimenticios y diversas depresiones, entre otras enfermedades. Tras la marcha de este, ella y su madre regresaron a una Holanda en la que vivirían penurias durante el conflicto armado. A la menor oportunidad, ambas huirían a Estados Unidos, donde Hepburn se labró su propia carrera.
La pérdida de varios hijos
El documental recoge una entrevista a su hijo Sean Hepburn Ferrer para Sky News, donde señala la fortaleza de su madre ante todos los problemas que surgieron en su camino, incluidos dos abortos espontáneos en los años 50. Esto sería fuente de una enorme tristeza para la actriz, que se sumaba a todo con lo que venía pugnando desde hacía años. "Sé que el segundo, que fue a los seis meses de gestación, fue muy difícil. Era una niña pequeña que iba a ser mi hermana mayor".
El vástago de Hepburn incide en esto como fuente de su tristeza, por el tabú que siempre ha envuelto a la pérdida de los niños y que parece que ahora está cambiando. “Todos venimos de una cultura en la que siempre tienes que continuar hacia adelante. Era típico de esa generación no ser cálido y tierno. Eso lo introdujo Disney". Sin embargo, este reconoce que a su madre "le costó años recuperarse".
Sean nacía fruto de la unión con el actor Mel Ferrer, y en la actualidad este también se dedica a la producción fílmica. La actriz tendría otro hijo (Luca) junto al psiquiatra italiano Andre Dutti, con el que estaría hasta 1982. Sus últimos años de vida los dedicaría a su esfuerzo sobrehumano en la ayuda de los más desfavorecidos, de la mano de Unicef. Finalmente, un cáncer de colón se la llevaría en 1993 a los 63 años.
El documental de los productores de Churchill o McQueen también hace un amplio repaso por el sueño de Hepburn ser bailarina. "Mi sueño era ser bailarina de ballet, pero caí en el showbusiness”. Así mismo destaca algunos de los momentos más felices de la actriz, como su amor con Hubert de Givenchy. Unas imágenes que cuentan con declaraciones exclusivas de Hepburn, así como de su nieta Emma Ferrer, del gran icono de la moda Clare Waight Keller o del diseñador de Tiffany & Co. Y es que Hepburn como icono continúa postergando su legado.
El documental ya está disponible en DVD y ventas digitales.
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