“Tuve que fingir que no me había molestado”: Ben Affleck recuerda el feo de los Oscar con ‘Argo’

Aunque llegara a ganar el premio a Mejor película, no fue nominada por dirección ni por interpretación.
Ben Affleck en 'Argo'
Ben Affleck en 'Argo'
Ben Affleck en 'Argo'

A lo largo de su carrera Ben Affleck ha afrontado numerosas críticas en tanto a sus supuestas carencias interpretativas, registrándose un considerable cambio en estas apreciaciones cuando empezó a dirigir, y resultó que se le daba muy bien. Los elogios que despertaron Adiós, pequeña, adiós y The Town vivieron una eclosión con Argo, estrenada en 2012. Este thriller se remontaba a unos sucesos de 1979, cuando la embajada de EE.UU. en Irán fue ocupada por los seguidores del Ayatolá Jomeini, y la CIA fraguó un plan muy original para rescatar a los diplomáticos. La recepción fue tan buena que Argo se convirtió en la gran frontrunner de los Oscar de aquel año.

Y, sí, triunfó. Argo obtuvo los premios correspondientes a Mejor película, Mejor guion adaptado y Mejor montaje, pero en su momento fue muy comentado que de entre sus 7 nominaciones ninguna le correspondiera a Affleck, que además de dirigir se había reservado el papel principal. Pero ni nominación a Mejor dirección ni a Mejor actor protagonista, suponiendo un desplante histórico que Affleck intentó llevar con elegancia, pero con el paso de los años ha quedado claro que le dolió. Este año ha protagonizado The Tender Bar y El último duelo, y en el marco de su promoción concedió una entrevista a Howard Stern.

Un escenario tan bueno como cualquier otro para revivir traumas. Por ello, Affleck se ha decidido a hablar con franqueza de lo que ocurrió en la carrera de los Oscar de 2013. “Fue un gran desaire, ¿verdad? Eso me enseñó mucho. Hice todo lo que me dijeron. Me dijeron ‘tienes que besar a los bebés’, y traté bien a todo el mundo. Parte de eso venía porque era el director, pero la verdad es que lo quería. Lo quería como lo quiere todo el mundo”, explicó el intérprete, que en 2016 volvería a dirigir (sin tanto éxito) en Vivir de noche. “Y todo el mundo me dijo ‘oh, vas a ganar’. No era ‘vas a ser nominado’. Era ‘es seguro’”.

“Así que por supuesto me levanté esa mañana y me senté frente a la televisión, asumiendo que iba a ser nominado. Porque todo el mundo me dijo que pasaría. Y leyeron esos nombres y recuerdo que pensé ‘no va a pasar, no lo voy a conseguir’”. Al poco de descubrir que se había caído de las nominaciones, Affleck hizo una airada llamada a Warner Bros., para seguidamente comprender que debía conformarse. “Si creen que no lo merezco es su opinión, y está bien. Me enorgullece esa película. Me alegro de que el montador Billy Goldenberg y el guionista Chris Terrio fueran nominados”.

“Y ellos dijeron ‘lo conseguimos’ y yo ‘sí, lo conseguimos, pero se han asegurado de dejarme al margen’”. Affleck no disimula lo mucho que le sigue irritando lo ocurrido. “Teníamos Montaje, Banda Sonora y Película. El único que la cagó fue el actor protagonista y el director. Puedo distinguir quién es el inútil aquí. Ese día tuve que ir a los putos Critics Choice Awards que tienen, si no me falla la memoria, la jodida alfombra roja más larga de la humanidad. En cada una de las paradas ni siquiera tuve que decir nada, simplemente sostuvieron el micrófono y dijeron ‘así que, ¿enfadado?’. Tenía que fingir que estaba bien, que no me había molestado”.

“Fui a la gala y luego ganamos. Y subí y dije ‘bueno, no quiero dar gracias a la Academia’. Porque ya no me importaba una mierda. Y luego no perdimos ni un solo premio”, concluye el actor. No cabe duda de que Affleck tiene una cuenta pendiente con la Academia, y no atina a apaciguarle aquel premio a Mejor película que tuvo que compartir con Grant Heslov y George Clooney, los productores de Argo.

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