Tu villana favorita de 2018 se llama Hannah John-Kamen

2018 está siendo para el prolífico universo cinematográfico marvelita la guinda a 10 años de suculentos pasteles. Una década fidelizando al público y rompiendo todos los récords, como prueban sus tres últimas superproducciones: Black Panther, la apabullante Vengadores: Infinity War y ahora Ant-Man y la Avispa, que ya ocupa el número uno en taquilla internacional tras su primer fin de semana de estreno.

Pero este aniversario ha dado para mucho más que para conocer Wakanda, organizar la mayor batalla superheroica del cine (hasta Avengers 4, claro está) o rendirse ante la grandiosidad de la minidupla formada por Scott Lang y Hope Van Dyne. 2018 marca el comienzo de un nuevo MCU, dispuesto a aprobar su eterna asignatura pendiente con las mujeres. Si bien Black Panther fue el primer paso hacia la Marvel feminista, ha sido Ant-Man y la Avispa la que ha dado comienzo a la revolución femenina de la Casa de las Ideas. No solo porque la Avispa de Evangeline Lilly se estrena como coprotagonista en esta secuela, sino porque finalmente tenemos una villana a la altura de las circunstancias. Pero, ¿quién es la actriz que se esconde tras la máscara de Ava, alias Fantasma? Te presentamos a Hannah John-Kamen, vuestra mala malísima favorita del año.

¿De qué me suena su cara?

Puede que su nombre no te suene de nada, pero seguro que te estás preguntando: ¿dónde la he visto antes? Hannah John-Kamen (Anlaby, 1989) es una actriz británica que, rozando la barrera de los 30, ya acumula 21 títulos en su currículum, o lo que para un actor viene siendo su ficha en IMDb. Aunque ha descubierto su talento para la villanía en los últimos años, su pasión por las mujeres de acción viene de lejos.

Buena prueba de ello son todas las series en las que ha participado hasta dar el salto a la gran pantalla. Desde los papeles más anecdóticos en ficciones como la también superheroica Misfits o Whitechapel, hasta personajes más recurrentes en The Hour o The Tunnel, pasando por el rol protagonista en Killjoys, John-Kamen ha encadenado thrillers, seriales fantásticos y ciencia-ficción. Puede que no la recuerdes, pero la joven actriz también se pasó por Juego de tronos como miembro del dosh khaleen, un grupo de viudas Dothraki que viven en Vaes Dothrak y se cruzan en el camino de Daenerys en la sexta temporada, así como por Black Mirror (en los episodios Fifteen Million Merits y Playtest). 

Sin embargo, si una lección se aprende en una escapada a Poniente es que la bondad, al menos en la ficción, está sobrevalorar. Por ello, no es de extrañar que la intérprete decidiera pasarse al Lado Oscuro nada más dar el salto al cine. Tras haber protagonizado el drama espacial Killjoys, parecía cosa del destino que su debut en gran pantalla llegara de la mano de la saga galáctica por excelencia: Star Wars. En El despertar de la Fuerza, la británica interpretaba a una oficial de la Primera Orden que informaba al general Hux que cierta arma mortal estaba lista para sembrar el caos.

De profesión, la villana de tus sueños

Tras haber intercalado papeles secundarios y protagonistas en televisión, y después de su efímero paso por Star Wars, ha llegado finalmente el año en el que no podrás obviar su nombre. En tan solo siete meses ha estrenado tres blockbusters, coronándose en dos de ellos como la villana que todo director mataría por tener. Pero vayamos por partes. La primera en llegar fue Tomb Raider, donde John-Kamen daba vida a Sophie, amiga y compañera de piso de Lara Croft. Desafortunadamente, tan solo la vimos por unos pocos minutos al comienzo de la película, acompañando a la heroína de Alicia Vikander en el ring de boxeo del gimnasio.

Dos semanas después, la actriz volvía a la taquilla, esta vez como el arma de destrucción masiva de Steven Spielberg en su festín de nostalgia Ready Player One. En el filme, interpretaba a F'Nale Zandor, líder de los Sixers y mano derecha de Nolan Sorrento, la mente retorcida detrás de Innovative Online Industries. El suyo fue un personaje creado exclusivamente para la película (no estaba en la novela en la que se basa el filme) que le permitió dar buena cuenta de sus habilidades para el mal y la lucha.

Sin embargo, lo que ella recuerda de esta experiencia no son las escenas de acción, sino a Spielberg "entonando canciones de Frank Sinatra, Cantando bajo la lluvia..." en el set de rodaje, según contaba en una entrevista concedida a THR. Eso sí, se quedó con las ganas de probar la realidad virtual ya que su personaje es de los pocos que está en el mundo real en todo momento.

Tras su "apadrinamiento" en manos de Spielberg, la joven regresa ahora a la gran pantalla en Ant-Man y la Avispa, con otra mala de película, aunque puntualiza: "Es más una antagonista, no es mala. Todo villano tiene una razón para serlo". Fue precisamente el director de Tiburón el que envió una carta a Peyton Reed elogiando a la actriz. En una entrevista a LA Times, Reed ha contado lo que decía la carta: "Querido Peyton. Estoy emocionado de que estés haciendo esta película y simplemente quería recomendarte a Hannah. He trabajado con ella y ha estado genial".

John-Kamen se mete en la piel de Fantasma, personaje con la capacidad de atravesar objetos sólidos que va detrás del trabajo de Hank Pym. Curiosamente, en las viñetas se trata de un hombre, pero Reed quiso convertirlo en mujer porque "lo hacía todo más interesante". Al fin y al cabo, en 10 años de vida solo hemos tenido una villana como tal en el MCU (dejando de lado a antagonistas siempre reivindicables como Nébula), la Hela de Cate Blanchett en Thor: Ragnark, que lo más mortífero que hizo en la película fue romper el martillo del Dios del trueno.

"Me aproxime a ella como si no fuera la villana, como si en realidad fuera la buena y el resto los malos", ha afirmado la intérprete sobre Ava. Se trata de un personaje del que poco se sabe en los cómics, y que la británica ha ido descubriendo en el proceso creativo: "En los cómics no tiene una historia de origen, así que pude empezar de cero y trabajar con los guionistas. Fue genial ir descubriendo quién es Fantasma".

Sin desvelar nada de la trama, os podemos adelantar que se trata de uno de los puntos fuertes de la producción de Reed, un papel complejo que además de protagonizar algunas de las peleas más espectaculares del filme (los enfrentamientos en los que uno de los contrincantes tiene la capacidad de atravesar objetos sólidos mientras el otro empequeñece y se agranda a la velocidad de la luz son todo un espectáculo visual), está lleno de claroscuros que despiertan la empatía del espectador.

"Las escenas de acción era mis favoritas e hice casi todas", ha asegurado la actriz sobre su incursión en el universo marvelita: "Me sentías tan poderosa después de patear traseros. Ensayaba con el traje de Fantasma porque me hacía sentir y moverme de otra forma. Quiero volver a ponérmelo ya". Nos apostamos nuestro brazo izquierdo no biónico con Rocket a que John-Kamen no tarda en volver a ponerse el traje plateado de una de las mejores villanas del MCU. ¿Para cuándo una película sobre el supergrupo marvelita The Thunderbolts, del que Fantasma es miembro?