La historia detrás de 'Toy Story' es aún más triste de lo que imaginas

Como todos sabemos, a los señores y señoras de Pixar se les da muy bien hacernos llorar. Pero, si esta información es cierta, entonces lo que esconden sus películas es más trágico que cualquier cosa que nos han mostrado en la pantalla. Sí, más que el comienzo de Up, incluso. Mike Mozart, experto en juguetes y asesor de la casa del flexo, ha revelado la que podría ser la auténtica historia del sheriff Woody y cómo llegó a manos de Andy en la saga Toy Story. Y, aunque la veracidad del relato está siendo cuestionada desde fuentes pixarianas, su impacto emocional deja chico cualquier teoría de fan.

Hasta ahora, la mayoría de los seguidores de Toy Story asumen que los progenitores del niño protagonista están divorciados, o incluso que el padre de Andy murió antes de nacer este. De acuerdo con Mike Mozart, esta segunda posibilidad es la correcta. Pero no se trata sólo de que el chaval quedase huérfano a temprana edad: la historia de cómo Woody llegó a manos de su padre (y, de ahí, a las suyas) es escalofriante.

Empezamos con lo más duro: el padre de Andy, que también se llamaba Andy, sufrió poliomielitis. Esta infección del sistema nervioso, que aún ahora sigue causando estragos en muchos países, afecta sobre todo a los niños y fue un devastador problema de salud pública hasta 1955, cuando su primera vacuna comenzó a emplearse en EE UU. Así pues, esta proposición resulta verosímil. Y muy triste, también, porque los efectos de la enfermedad son atroces.

Segundo golpe bajo: Woody es un muñeco único en el mundo. Como sabemos, gracias a Toy Story 2, se trata de una pieza de coleccionista valiosísima... y eso se debe a que el padre de Andy recibió un prototipo como regalo de una marca de cereales. Según prosigue Mike Mozart, esta promoción tuvo lugar justo antes de que la serie El rodeo de Woody fuese cancelada, con lo que los muñecos basados en el show nunca fueron producidos en serie.

Y, a partir de aquí, la cosa va cuesta abajo. En 1959, el padre de Andy contrajo la polio… y, para evitar el contagio, todos sus juguetes fueron quemados. Una medida que, si ya resulta triste en nuestro mundo, se vuelve terrorífica desde las premisas de la saga Toy Story (¿os acordáis del final de Toy Story 3?). Sólo tres muñecos se salvaron de la ordalía: Slinky, el Señor Patata y el propio Woody. ¿A qué debieron su salvación? Pues a que Andy senior salió de su cama, arrastrándose, para salvarlos escondiéndolos en una caja. Si habéis sacado ya los pañuelos, no os culpamos.

Mike Mozart sigue explicando que el padre de Andy sobrevivió a su enfermedad, se casó, tuvo un hijo… y, poco después, murió, debido al síndrome postpolio, una afección fatal que afecta a algunas antiguas víctimas de la enfermedad cuando estas llegan a la edad adulta. Pero, antes de morir, llama a su hijo, le da una llave y le pide que baje una maleta del ático de su casa. Andy obedece, pero, cuando baja a la habitación, su padre ya ha muerto. Tras el funeral, Andy hijo abre la maleta. Y, como ya estaréis imaginando, dentro de ella están Woody, Slinky y el Señor patata. Cuando los juguetes se despiertan y ven al pequeño, piensan que este es el mismo chaval que jugaba con ellos en 1959.

La explicación de Mike Mozart serviría para aclarar algunas inconsistencias aparentes de la saga. Por ejemplo, la diferencia entre la firma original en el pie de Woody y la que Andy escribe al final de Toy Story 2: cada una de ellas fue escrita por una persona distinta. Asimismo, también explicaría por qué Woody no recuerda su origen como parte de una serie de TV, ya que fue fabricado justo antes del fin de esta. Pero, ojo, porque Andrew Stanton (el director de Buscando a Nemo, y guionista de los tres filmes del serial hasta ahora) lo ha desmentido, asegurando que el personal de Pixar tiene su propia historia acerca de la familia de Andy. ¿Llegaremos a conocerla alguna vez, o es un farol?