Todo por un Cubo: la historia del Teseracto en las películas Marvel

Todo por un Cubo: la historia del Teseracto en las películas Marvel

Además de para arrasar en taquilla y para darnos una nueva ración de bronca en redes sociales, Capitana Marvel ha servido para algo más. La precuela del Universo Marvel protagonizada por Brie Larson nos permite ver de nuevo al Teseracto, ese entrañable artefacto del Apocalipsis en torno al cual giraron las tres primeras fases del estudio. Así pues, ébrios de nostalgia, nos hemos puesto a recordar la historia de esta reliquia, que debutó en viñetas en 1966 con el bonito nombre de Cubo Cósmico. 

Ojo: este repaso incluye referencias a una buena cantidad de películas de la Casa de las Ideas, con Capitana Marvel a la cabeza, así que estamos obligados a advertirte que que en él aguardan SPOILERS. Si leyéndolo te enteras de cosas que no estabas preparado para saber, luego no nos vengas con amenazas de genocidio espacial.

Fase 1: De una tumba vikinga a Howard Stark (pasando por el Cráneo Rojo)

¿De dónde ha salido el Teseracto? No tenemos ni idea: su primo de los cómics fue creado por la maligna organización IMA, pero como este cártel de científicos locos no se dejó ver en el MCU hasta la altura de Iron Man 3, podemos dar por sentado que el Cubo Cósmico de cine procede de las inmensidades primigenias del vacío estelar. Tras el paso de los eones y de avatares que sin duda fueron muy intensitos, pasó a ser custodiado por los asgardianos hasta que algún pariente poco espabilado de Thor decidió que sería una buena idea llevárselo a la Tierra. Así, tras una primera referencia en Iron Man 2

…nuestro objeto apocalíptico favorito se dejó ver por primera vez en Capitán América: El primer vengador. Ahí fue donde le puso las manos encima un personaje que, en las viñetas, se ha pasado décadas tratando de apropiárselo: el Cráneo Rojo. 

Pero si el Teseracto aguantara mucho tiempo en poder de un supervillano, el MCU se iría al garete y ya no se podrían rodar más películas. De modo que, una vez concluida la historia y con Steve Rogers hecho un cubito de hielo, la trascendente reliquia acababa en manos de Howard Stark. 

Fase 2: De una científico Kree a SHIELD (pasando por las tripas de una gata alien)

¿Cómo pasó el Teseracto de Howard Stark a Mar-Vell (Annette Bening)? Pues de momento eso solo lo sabe Kevin Feige: gracias a Capitana Marvel, la historia del cubo presenta un hermoso agujero. Pero, puestos a hacer cábalas, asumamos que una agente alienígena infiltrada en las fuerzas armadas de EE UU no lo tendría muy difícil para hacerse con cualquier objeto, incluso aunque este fuese un tótem cósmico de poder incalculable. Mar-Vell usó el cubo para cargar de energía su prototipo de motor ultralumínico, con los resultados que (ahora) todos conocemos.

Tras haber caído en poder de Carol Danvers, el Teseracto fue engullido por Goose, esa gatita adorable que en realidad es un bicho alienígena devorador y tentaculado. Y, tras ser adoptada por Nick Furia, Goose echó el cubo en su escritorio como si de una bola de pelo se tratara. ¿Verdad que es encantadora?

Fase 3: De SHIELD a Asgard (pasando por Loki) 

Si bien pringoso, el Cubo Cósmico estaba ahora en poder de la agencia de espionaje del MCU. La cual, como haríamos cualquiera, construyó una fortaleza subterránea para investigar sobre sus aplicaciones (principalmente en lo que toca a crear armas de destrucción masiva).

Una pena que cierto dios asgardiano se pasara por allá, a la altura de Los Vengadores, con intenciones de robar el trasto…

Pero, como recordábamos en el primer epígrafe, el Teseracto no suele aguantar mucho en manos de los supervillanos. De ahí que, tras épica paliza…

…el cacharro volviese a Asgard para ser puesto a buen recaudo.

Además, una vez acabada la Batalla de Nueva York, descubríamos quién era ese misterioso personaje que había contratado a Loki para que invadiese la Tierra y se apropiara de la reliquia. Entonces muchos marvel zombies dimos un respingo y gritamos "¡Sí!".

Fase 4: De Asgard a Thanos (y de ahí, al chasquido)

¿Alguien pensaba que el Teseracto aguantaría mucho tiempo lejos del alcance de un malo maloso?

Ni flores: tras la destrucción de Asgard en Thor: Ragnarok y el consiguiente ataque de cleptomanía sufrido por Loki, el comienzo de Vengadores: Infinity War nos mostró a Thanos (¡el Titán Loco, amante de la Muerte!) haciéndose de una maldita vez con el cubito de marras tras cargarse al dios de los engaños. Un minuto de silencio, por favor.

Pero eso no era todo: resultaba, además, que el Teseracto era solo un envoltorio, y lo que había dentro era… ¡una Gema del Infinito! La gema azul del Espacio, para ser más exactos. ¿Cómo lo habríamos adivinado?

Así pues, el Teseracto ya no existe en la actualidad del MCU. Pero, dado que su destrucción fue el primer paso hacia el momento cumbre (¿insuperable?) de las películas de Marvel, podemos dar su fin por bien aprovechado. No lloremos por él…

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