Todo empezó como una gamberrada: Keanu Reeves quería rodar una película de acción, mientras que sus amigos Chad Stahelski y David Leitch (míticos jefes de especialistas) querían firmar un proyecto que les diera pisto como directores. La gamberrada en cuestión se tituló John Wick: Otro día para matar, y salió muy bien, hasta el punto de que Stahelski y Reeves han rodado una secuela (John Wick: Pacto de sangre), Leitch ha estrenado su primer filme en solitario (Atómica), habrá un spin-off en forma de serie... y la productora Lionsgate se plantea crear un universo compartido que compita con otras franquicias de Hollywood.
Según The Hollywood Reporter, la primera película del wickverso expandido se titularía Ballerina. Se trata de un libreto de Shay Hatten, un guionista de 23 años protegido de Shane Black y Robert Downey Jr., cuyos trabajos inéditos ya se han ganado menciones en la 'Black List'. THR explica que Ballerina estaría protagonizada por una joven asesina en busca de venganza por el asesinato de sus padres (parece que, en esta ocasión, no habrá perro), y cita fuentes que la describen como "la Nikita de Luc Besson dirigida por Tarantino".
Por ahora, los planes de crear una serie de filmes en el mundo de John Wick están aún muy en el aire. Pero habría que preguntarse si de verdad es una buena idea. Aunque gozó del tremendo éxito de Los juegos del hambre, Lionsgate se ha dado severos trompazos con La serie Divergente y Dioses de Egipto, así que debería pensárselo dos veces antes de exprimir un limón que le está sabiendo tan bien. Asimismo, ¿de verdad queremos que el hotel Continental, las monedas de oro y ese turbio mundo de asesinos pierda su misterio a base de secuelas sin fuste?
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