Steven Spielberg quiso dirigir una versión de dibujos animados de ‘Harry Potter y la piedra filosofal’

En su lugar tuvimos la película de Chris Columbus, que también estaba bastante bien.
'Harry Potter' podría haber sido muy distinto
'Harry Potter' podría haber sido muy distinto
'Harry Potter' podría haber sido muy distinto

Aun cuando el suicidio mediático de J.K. Rowling y el progresivo fracaso de Animales fantásticos hayan precipitado cierta frialdad hacia el fenómeno, lo cierto es que Harry Potter se mantiene como parte básica de la memoria sentimental de toda una generación. Tuvimos la enésima prueba con el especial de HBO Max Regreso a Hogwarts, y frente al poder de esta nostalgia no hay Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore (última entrega de The Wizarding World en camino del fracaso económico) que pueda estropearla. También es difícil, en ese sentido, imaginarse a Harry, Ron y Hermione con otros rostros que no sean los de Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, pero la verdad es que las cosas podían haber sido muy distintas.

Y es que, tal y como recuerda Collider, la materialización de Harry Potter y la piedra filosofal (y toda la saga cinematográfica a la que dio pie) fue bastante dificultosa, y pasó por las manos de varios candidatos antes de que Chris Columbus fuera elegido como director y sentara las líneas maestras del proyecto. Previo de Columbus (que repetiría en La cámara secreta y siempre ha mostrado un gran cariño por la obra de Rowling), habían sido tanteados Jonathan Demme o Rob Reiner, contando estos con el inconveniente de no ser británicos. Warner Bros. había adquirido los derechos de Harry Potter en 1999, pero Rowling tuvo desde el principio un gran control sobre los posibles derivados cinematográficos, exigiendo que buena parte del equipo reclutado fuera de origen británico.

Esto excluía a Reiner y Demme, pero también a Steven Spielberg. En efecto, el director de E.T. El extraterrestre quiso durante un tiempo dirigir Harry Potter y la piedra filosofal, y estuvo dándole vueltas al proyecto hasta que renunció definitivamente en febrero del año 2000, siendo elegido Columbus un mes después para que la película se estrenara por fin en 2001. Los motivos por los que Spielberg se apartó de Harry Potter se han aclarado con el paso de los años: en un principio explicó que quería dedicarse a otras cosas, para posteriormente aclarar que la película no le ofrecía ningún reto interesante. Según pudo concretar después, esto se debía a que Spielberg quería hacer una película de dibujos animados a partir de la obra de Rowling, y el estudio no lo veía claro.

Imaginarse una Piedra filosofal de animación es bastante jugoso, sobre todo si es Spielberg quien la dirige. Repasemos la época: a finales de los 90 Spielberg había vuelto a ganar un Oscar a Mejor director por Salvar al soldado Ryan. Su carrera se hallaba en un punto envidiable, pero el empeño en hacer una película de animación (que habría sido la primera que dirigiera nunca) se debía a cierta decepción artística dos años atrás. El director de West Side Story había fundado un estudio de animación en 1989, Amblimation, y este había estrenado a lo largo de los 90 tres films: Fievel va al Oeste, Rex, un dinosaurio en Nueva York y Balto. Tristemente, Amblimation había echado el cierre en 1997.

Es fácil entender que Spielberg quisiera regresar a este mundo auspiciado por un gran estudio como Warner Bros., y partiendo de una obra tan prometedora como la de Rowling. Sin embargo, su visión era demasiado radical para Warner y la autora, pues además del asunto animado quería una adaptación libre, que se ampliara a varios libros de la saga. Según Warner se negó a que Harry Potter fuera un dibujo animado Spielberg se replanteó el proyecto y se empeñó en que el niño mago estuviera interpretado por Haley Joel Osment, que entonces acababa de triunfar con El sexto sentido. Pero Osment era estadounidense, así que la major también tuvo que negarse. Fue el último desaire que admitió Spielberg.

La historia tuvo un final feliz ya que el enfoque de Columbus conquistó al público, y además es fácil percibir la influencia que tuvo el proyecto fallido de Harry Potter en la carrera de Spielberg. El director, así las cosas, cumplió su objetivo de trabajar con Osment en A.I. Inteligencia Artificial, estrenada el mismo año que La piedra filosofal, y una década después, en 2011, se quitó la espinilla de dirigir animación con un título tan magnífico como Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio. Podemos estar contentos, sin tampoco poder evitar fantasear con cómo habría sido ese Harry Potter spielbergiano.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento