El titular es que Spider-Man: No Way Home ha devuelto la taquilla a cifras de tiempos prepandémicos, pero la letra pequeña es cómo se ha visto rodeado de batacazos tremebundos para otras dos producciones de Disney: West Side Story de Steven Spielberg y El callejón de las almas perdidas de Guillermo del Toro. Ambas auspiciadas por sellos previamente vinculados a Fox (20th Century Pictures y Searchlight Pictures), ambas adaptaciones de obras que ya contaron con una adaptación clásica, y ambas con una calamitosa vida comercial en EE.UU. El callejón llegó a España este viernes pero lleva un mes agonizando en su país de origen, con apenas 9.5 millones de dólares recaudados.
Las críticas han sido por lo general buenas y hay previsiones de que juegue un papel destacado en los premios Oscar, pero nada de esto quita que el público muestre un gran desinterés por ella. El mexicano ha querido adaptar una novela de William Lindsay Gresham que ya dio el salto al cine como modélico thriller de los años 40 encabezado por Tyrone Power. Protagonizado por Bradley Cooper, Cate Blanchett o Rooney Mara, supone una inmersión muy lujosa en el cine noir, y cuenta entre sus defensores con nada menos que Martin Scorsese. La pasión del director por El callejón de las almas perdidas ha llegado al punto, incluso, de intentar convencer públicamente al público de que vaya a verla.
Lo ha hecho vía Los Angeles Times, donde Scorsese afirma estar “angustiado” por el destino del film. “Evidentemente estas últimas Navidades eran un momento complicado para estrenar cualquier película, pero también me pregunto si habrá una apreciación real de lo que ha logrado Guillermo”. Así que procede a enumerar sus virtudes. “Todos los personajes de esta película sienten dolor real, una desolación espiritual con raíz en la vida diaria. No es cuestión de ‘estilo’ o ‘apartado visual’, que efectivamente son exquisitos. Es cuestión del compromiso de Guillermo hacia el material, hacia su visión de la vida junto al diseño de producción, vestuario, fotografía, y su increíble reparto”.
“Todos trabajan juntos en un universo que es un callejón sin salida del pasado americano”, insiste el autor de El irlandés. “La película es más fiel al espíritu del cine negro que los muchos ‘homenajes’ que se han hecho a lo largo de los años y se siguen haciendo ahora. Guillermo habla desde su propio tiempo, pero lo hace de una forma muy poco habitual, y la urgencia y desesperación de entonces se sobrepone a la urgencia y desesperación de ahora de una manera bastante perturbadora. Es como una señal de alarma. Perturbadora, pero estimulante a la vez. Es lo que solo puede lograr el arte”.
Scorsese exhorta al público a que pague su entrada de cine. “Si decidiste archivar El callejón de las almas perdidas como cine negro u otra categoría, te pido que lo pienses mejor. Y si decidiste pasar de ella, por el motivo que sea, por favor, reconsidéralo. En esencia lo que quiero decir es que un cineasta como Guillermo, que nos da películas creadas con tanto amor y pasión, no solo necesita nuestro apoyo: lo merece”. La preocupación del director llega, por cierto, en un momento muy delicado para El callejón, pues más allá del recorrido en el extranjero y de los premios no le queda mucha vida en cines por delante.
Y es que, en EE.UU., el plan es que El callejón de las almas perdidas llegue muy pronto al streaming: nada menos que el 1 de febrero, cuando apenas haya transcurrido una semana de su desembarco en España. Lo curioso del asunto, además, es que la película de Del Toro se incorporará al catálogo de HBO Max y no de Disney+, como habría sido lo lógico teniendo en cuenta que la antigua Fox pertenece a la Casa del Ratón. El motivo es un reciente acuerdo entre WarnerMedia (propietaria de HBO Max) y Disney para compartir los derechos de exhibición de ciertas películas, de modo que El callejón llegue tanto a HBO Max como a Hulu. Se desconoce cómo afectará esto al ámbito español.
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