Rizoma 2022 | 'Riotsville, USA': ciudades de mentira para combatir disturbios de verdad

El concepto de ciudad maqueta no nos es del todo ajeno. Desde pequeños acostumbramos a jugar con esos pequeños escenarios que poblamos de juguetes e historias, o de estudiantes a veces toca hacer esos famosos dioramas para reproducir estructuras o sistemas. Los hemos visto en la realidad y también en la ficción, desde aquel famoso capítulo de Los Simpson y el diorama de Lisa hasta la falsa ciudad que sirve de prueba nuclear en Indiana Jones y la calavera de cristal, un concepto de ciudad que será familiar también a los jugadores de Call of Duty gracias al mapa conocido como Nuketown que es ya historia de los videojuegos. ¿Pero, y si pensáramos en una ciudad ficticia para simular altercados populares?

Pues bien, esa falsa ciudad existió y se llamaba Riotsville. No fue solo una de hecho, sino que a mediados de los años 60 el gobierno de los Estados Unidos empezó a probar en distintos estados esta idea de ciudad maqueta para que los cuerpos policiales pudieran habituarse ante el preocupante incremento de manifestaciones populares durante la época. Una ciudad de mentira para combatir los disturbios de la realidad que es la que da nombre al documental de la neoyorkina Sierra Pettengill, el cual fue presentado en el pasado Festival de Sundance y ahora llega como uno de los grandes títulos del madrileño Rizoma, el Festival Internacional de Cine y Cultura Entrelazada que tiene lugar entre el 15 y el 21 de noviembre.

Aunque una voz en off interviene de vez en cuando, el filme arranca y concluye de la misma forma, con un informativo como medio para hilar las imágenes de archivo que conforman la trama, prácticamente el único al que tuvo acceso la directora y que predomina durante todo el metraje. Esta fuente, que en principio se podría considerar como traicionera, le sirve por el contrario a la cineasta no solo para explicar el problema de las Riotsville y la insurgencia en las calles en distintos estados de su país, sino también hacer un lúdico retrato de cómo informaban los medios de todo ello, desde la extinta PBL a la PBS o la NBC.

De esta forma, vemos un tipo de informativo que nos es incluso más ajeno que el concepto de ciudad maqueta como es una tertulia en la que el discurso no queda reducido a un grupo de expertos con un marcado sesgo ideológico, sino como el relato se ramifica hasta Detroit para dar voz a los afroamericanos que demandan más derechos y denuncian la brutalidad policial. Sierra Pettengill hace de prácticamente su única fuente un arma de doble filo para ilustrar la manipulación de los medios, señalar a los que tenían en el control en aquella época y denunciar la falta de representación afroamericana en la televisión pública. 

Cinemanía

No solo eso, sino que encima va más allá y con una ingeniosa y fina dosis de humor deja también los anuncios que precedían, intercalaban o sucedían a los informativos, tan irónicos como ilustrativos de la injusticia y cinismo de la época. Una ingeniosa broma a la altura de pocos y que sin embargo está integrada a la perfección dentro de esta sucesión de testimonios sobre las distintas insurrecciones y posteriores sofocos por parte de una policía con cada vez más poder, impunidad y una inquietante y creciente militarización.

Porque quizá otro de los puntos claves de Riotsville, superada la anécdota de las ciudades simuladoras de disturbios y ataques de francotiradores, es dirigir su mirada hacia la construcción y fortificación de los cuerpos policiales en distintos estados y ciudades (Detroit, Newark, Chicago, Miami en el tercio final...) a través de la militarización de estos posVietnam, y especialmente vertiendo su mirada sobre la Convención del Partido Republicano que tuvo lugar en Miami con Ronald Reagan y los altercados que desataron en Liberty City, un lugar que históricamente nunca se había levantado y que en ese momento vivió una de las represiones más crueles que...no se recuerdan. 

Porque ese tipo de documentos, aunque a día de hoy de acceso libre, quedaron sepultados por esos que controlaban los medios. Y para eso están documentales como Riotsville, para descubrirnos algo nuevo, rescatar algo del pasado y ponernos frente al espejo para darnos cuenta de que muchas de las cosas que sucedían en los 60 aún siguen sucediendo y desgraciadamente todo apunta a que se seguirán dando. Si las Riotsville eran ciudades de mentira que preparaban a los policías para hacer frente a los disturbios, esta Riotsville, USA no tiene nada de mentira, pero sí que nos prepara para hacer frente a una cruda pero muy cierta realidad.

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