Rian Johnson: "No se puede hacer cine intentando agradar a los fans"

Hace dos años, Rian Johnson se disponía a estrenar Star Wars: Los últimos Jedi convertido en algo así como el niño mimado de Lucasfilm. La producción prometía impresionar a los 'warsies' y el cineasta ya tenía un jugoso acuerdo con Disney para dirigir y escribir una nueva trilogía de la franquicia. La Casa del Ratón estaba lejos de imaginar la respuesta tan polarizada que iba a tener entre los fans el Episodio VIII acometido por el realizador de Brick o Looper.

Muchos la odiaron, otros pensaron que se encontraban ante una de las mejores películas galácticas, pero lo que importa es que nada de esto afectó a los planes de la compañía. Ahora, con esa trilogía propia que le habían prometido en pausa, el director se encuentra disfrutando de las mieles del éxito tras la gran acogida de Puñales por la espalda entre crítica y público.

A un día de que se estrene Star Wars: El ascenso de Skywalker (aquí puedes leer nuestra crítica), la película que pondrá fin a la saga de la familia Skywalker y en la que J. J. Abrams vuelve a coger el timón de la historia, Johnson se ha referido a su paso por la Galaxia muy, muy lejana y a la necesidad de afrontar el proceso creativo sin pensar en la respuesta del fandom.

Durante una entrevista a Radio.com (vía IndieWire), el cineasta ha afirmado que "creo que afrontar cualquier proceso creativo para hacer felices a los fans sería un error que llevaría probablemente a un resultado contrario. Incluso desde mi experiencia como fan, si veo exactamente lo que creo que quiero en la pantalla, es como: 'Oh, vale'. Puede que me haga reír, me haga sentir neutral sobre algo y no piense en ello después, pero no me va a satisfacer realmente".

"Quiero que me dejen en shock, quiero que me sorprendan, quiero que me tomen desprevenido, quiero ver las cosas recontextualizadas, quiero que me reten como fan cuando me siento en el cine...", ha añadido en la entrevista: "Mi objetivo cada vez que me siento en un cine es tener la experiencia que tuve con El imperio contraataca, algo que resuene emocionalmente, que sienta que conecta y tiene sentido, que llega al núcleo de lo que es esto de una forma en la que nunca lo habría visto venir".