[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

Nadie daba un duro por el superhéroe hormiga pero este proyecto, que casi no ve la luz, acabó convirtiéndose en uno de los títulos más queridos por el público
[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños
[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños
[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

Los Vengadores: La era de Ultrón supuso un ligero batacazo a nivel de crítica (porque hablar de batacazos en taquilla con Marvel no tienen ningún sentido). Es posible que el público se empezara a cansar ya de la misma amenaza todo el rato, el fin del mundo ya comenzaba a no tener mucho sentido, y el peso dramático de alguno de los vengadores también empezaba a agotarse.

Había que dejarse de tomar en serio porque el agotamiento superheróico acabaría con el subgénero. Y justo en ese momento llegó el héroe inesperado, el más pequeño, con el que nadie contaba para hacer nada… Ant-Man. Este personaje del tamaño de una hormiga nos hizo reír, relajó el ambiente y volvió a llenar de hype los corazones de todos los fans del Universo de Marvel. Y eso que, a pesar de su tamaño, Ant-Man fue un parto dificilísimo para Marvel Studios.

Y con Ant-Man llegamos a la última película de la Fase dos en este Repaso Marvel que nos va a llevar directitos a una de las películas de la década, Los Vengadores: Infinity War. En la que esperamos muchas coñas de Paul Rudd, por supuesto.

Comencemos con el viaje:

¿A cuál Ant-Man ELEGIMOS?

[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

En 1962 Ant-Man apareció por primera vez en un cómic de Marvel. Era un superhéroe atípico, un científico llamado Henry Pym que tras descubrir unas partículas subatómicas crea una fórmula para cambiar el tamaño hasta alcanzar el de una hormiga. Otra de las prodigiosas creaciones de Stan Lee que, efectivamente, tiene algún que otro punto en común con Tony Stark.

Pero ocurrió algo terrible y es que en los 80’ Pym sufrió el mayor revés de su historia cuando al guionista Jim Shooter se le ocurrió que Ant-Man golpeara a su mujer en uno de los números. Los lectores como que no lo vieron bien, como es normal, así que a Pym, que había sido el fundador de Los Vengadores, le tuvieron que echar del grupo. Para justificar este revés lo que hicieron los escritores de los sucesivos números fueron convertir a Pym en un loco y desquiciado personaje con muy mala fama.

Pym fue la primera elección de Marvel para la película, evidentemente el incidente con La Avispa sería retirado oficialmente del canon, peeero a alguien anónimo se le ocurrió la mejor idea de usar a Scott Lang, que no es el hombre hormiga original pero sí es el que consiguió que el público hiciera las paces con el personaje. Scott Lang es un ladrón de guante blanco experto en electrónica. Un tipo con buen corazón, sin demasiada ambición, gracioso y muchísimo más trasladable a la actualidad que Pym que aun así sirve como soporte en la película para la creación del personaje.

Edgar Wright se va del CONVENTO y se CAGA DENTRO

[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

El título del epígrafe es una expresión feísima para decir que un director del talento de Edgar Wright no podía abandonar un proyecto como este sin dejar su huella.

Empecemos por el principio:

El proyecto nace en 2003 bajo la tutela de Edgar Wright, pero se eterniza. Wright escribe el guión junto a su amigo Joe Cornish, un guión que Joss Whedon lee y flipa:

"Creo que el guión no es sólo el mejor que Marvel ha tenido nunca, sino el guión más Marvel que he leído. No tenía interés en Ant-Man; leí el guión y pensé: ¡Claro que si! ¡Esto es muy bueno! Me recordó a los cómics cuando los leía. Irreverente, divertida... podía hacer lo pequeño enorme y viceversa.”

Lo que ocurrió es, según Wright que después de terminar el libreto, el estudio decidió reescribirlo y claro, él se sintió como un director de encargo. Claramente Edgar Wright es mucho más que eso y decidió largarse dejando la película a manos de Peyton Reed, un director resolutivo, con distinta ambición y de carácter (esto ya es una intuición muy subjetiva) maleable.

Pero Wright dejó su marca, vaya que si la dejó. Toda la comedia de la que goza la película tiene su toque. La ligereza del argumento, también. La naturalidad de los personajes, los más cercanos de todo márvel, también. Y la acción en las diferentes escalas es tan trepidante como las persecuciones de la película que rodó inmediatamente después de largarse, Baby Drive.

¿Sabíais que todo el equipo (o casi todo) que trabajó con él en Ant-Man se fueron del proyecto tras él y él los contrató de nuevo para Baby Drive?

Salvar el  mundo, SI, pero con UN ATRACO

[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

Bueno, o robo, porque el atraco implica violencia y aquí no hay violencia salvo con quien la tiene que haber que es Darren Cross, el villano que aparte de matar corderitos impunemente le roba la idea a Pym para convertirla, claro está, en un maléficlo plan para destruir el mundo.

A ver, seamos sinceros, el villano es regular. De hecho Corey Stoll podría ser sustituido por un muñeco hinchable y su personaje funcionaría igual de bien. Pero es que tanto él, como su plan para dominar el mundo dan igual. Ant-Man es una película sobre un tipo bueno, un Robbin Hood del siglo XXI que decide robar una gran empresa para hacer justicia con sus trabajadores. Acaba en la cárcel, pierde la custodia de su hija y se ve obligado a meterse en este lío para recuperarla.  Y este lío consiste simple y llanamente en un atraco. Vale que no es tan elaborado como el de la Casa de Papel pero al menos aquí se necesita un traje que te hace chiquitito, un comunicador con las hormigas y un duro entrenamiento físico.

Total, que Ant-Man no es más que cine de atracos que consiste en:

- Planear el robo.

- Entrenarse para las dificultades que puedan surgir.

- Elegir al equipo perfecto para llevarlo a cabo.

Y ya. Y el resultado es una película fresca, divertida, que no se da importancia y que tiene personajes carismáticos como para sostener un par de títulos más y unos cuantos cameos con los Vengadores que eso no es moco de pavo.

SIN Paul Rudd la FIESTA DECAE

[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

Para el personaje de Hank Pym hubo varios candidatos: Sean Bean, Pierce Brosnan, Gary Oldman… La elección definitiva fue Steve Buscemi pero por temas de calendario y organización de horarios fue imposible implicarle en la película así que el papel se lo quedó Michael Douglas. Una fantástica elección.

Para el papel de Scott, sin embargo, no había ninguna duda y Paul Rudd fue el elegido desde el primer momento. ¡Y qué acierto! Ya es imposible imaginar a Ant-Man con otro careto que no sea el de este actor. No solo devora al personaje hasta hacerlo suyo, Ant-Man es más Paul Rudd que Ant-Man, sino que aporta varias frases cómicas al guión que son un verdadero deleite.

La escena en la que Hope y Hank hacen las paces y Rudd interviene alabando tan sensiblera proeza es “típico de Rudd”, o el encuentro con Falcón… Un duelo con el único Vengador que se prestó a serlo en esta película que es puro deleite cómico.

Era complicado ver al que en su día fue novio de Phoebe en Friends interpretando a un superhéroe, pero como ya hemos dicho, Ant-Man no es un superhéroe normal y al amigo de Apatow le queda como anillo al dedo su idiosincrasia.

El PASAJE SUBATÓMICO

[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

En un momento dado de la película Ant-Man se adentra en el universo subatómico. Un pasaje terrorífico ya que al personaje se le advierte en varias ocasiones que arriesgarse a tal hazaña podría suponerle estar menguando hasta el final de sus días y como consecuencia entraría en un estado de las cosas donde el tiempo y el espacio dejarían de tener sentido y donde olvidaría todo lo que hasta ahora conoce.

Pues bien, en el clímax del filme Scott debe tomar la decisión fatal, o adentrarse en el universo subatómico o dejar que su hija muera a manos del villano. Por supuesto elige la primera opción y tras matar al malo se adentra en un lugar increíble y nuevo donde ningún ser humano, excepto la primera Avispa, ha llegado antes. Formas extrañas, colores y formas indescriptibles y en resumen el viaje de su vida del que apenas sale. Ríete tú de Interstellar y los agujeros negros.

Lo BUENO y BREVE dos veces bueno

[Repaso Marvel] ‘Ant-Man’: Los superhéroes buenos vienen en trajes pequeños

Y que no se nos olvide que no es necesario que todas las películas de Marvel duren dos inviernos. Ant-Man son menos de dos horas y todo está contado con ritmo y sin prisa. No aburre, no se hace pesada y es liviana como el viento. 117 minutos que comparados con los 143 de Los Vengadores es un regalo del cielo.

Desgraciadamente, nos tememos que el trofeo de Ant-Man de ser la película más corta de Marvel no se lo llevará, de momento, ninguna otra producción de la Casa de las Ideas. Qué manía con ponernos intensos de verdad… Ojalá todos aprendan de este superhéroe por accidente.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento