“Como el reencuentro de ‘Friends’ pero con menos bótox y ceros en los cachés”: visitamos el rodaje de 'Camera Café, la película'

Fichamos en la oficina más querida por los españoles para avanzarte las nuevas aventuras de Quesada y compañía. ¡Llega el esperado contraplano de la máquina de café!
Foto de rodaje de 'Camera Café'
Foto de rodaje de 'Camera Café'
Niete
Foto de rodaje de 'Camera Café'

Estoy sentada en el baño de la oficina de Camera Café. Mientras el ayudante de dirección grita “¡Acción!” me acuerdo de ese capítulo en el que Antúnez ponía un temporizador en la puerta de los aseos y Quesada echaba laxante en la máquina de café. En el combo están Enrique Silguero, director de fotografía, y Ernesto Sevilla, cómico chanante que debuta en el largometraje llevando al cine una de las series de televisión más queridas por los españoles.

“¡Nos miramos con amor!”, escucho su voz tranquila dirigiéndose a los actores. Y, aunque si cierro los ojos puedo imaginar que estoy dentro de un sketch de Muchachada Nui, realmente estoy asistiendo al rodaje de la última secuencia de Camera Café, la película en unas oficinas de un polígono industrial de Alcalá de Henares.

Foto de rodaje de 'Camera Café'
En el pasillo de la máquina de café. Foto de rodaje de 'Camera Café, la película' 
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Y ahí están todos, frente a la máquina de café, dentro del mítico plano fijo que inmortalizó la serie en 2005. El listillo Quesada (Arturo Valls), Maricarmen (Esperanza Pedreño), el informático Richar (Joaquín Reyes), Cañas (Alex O'Dogherty), Nacha (Marta Belenguer), Julián (Carlos Chamarro), Choches (Juana Cordero), Mónica (Carolina Cerezuela) y un largo etcétera que casi no cabe en el cuadro. También hay nuevas contrataciones –Ingrid García Jonsson– y sustituciones, como la de Manuel Galiana, el nuevo jefe de la empresa que cubre el puesto de Luis Varela –tranquilidad, habrá cameo– y Javier Botet, cuyo físico espigado recordará sin duda al de César Sarachu.

Ernesto Sevilla está puliendo la risa de su reparto. El “Nos miramos con amor” antecede a una gran carcajada coral que el director, que sabe mucho de esto, va afinando toma a toma. “Que la carcajada vaya creciendo poco a poco”, “Más alto”, “Un poco más arriba”, habla desde el combo. De vez en cuando señala en el monitor a Joaquín Reyes, su compañero chanante al que conoció cuando ambos eran estudiantes de Bellas Artes en Cuenca y con el que comenzó en el mundo de entretenimiento. Lo señala y se descojona. Le hace gracia cómo se ríe. Lo que resulta bastante gracioso.

Foto de rodaje de 'Camera Café'
Un día normal en la oficina. Foto de rodaje de 'Camera Café, la película'
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Hacen unas cuantas tomas de la secuencia final, tampoco muchas, en las que Ernesto Sevilla recoloca a los actores, introduce música, cambia las luces, espolvorea cenizas de un muerto, sigue riéndose de la risa de Joaquín Reyes y consigue la carcajada conjunta que quería. Entre toma y toma, en un ensayo, Arturo Valls tiene tiempo de gastar alguna broma. Como los personajes tienen que acercarse solemnemente a la máquina de café, de pronto se gira y grita “¡1, 2, 3, al escondite inglés!”.

Camera Café, la película empieza y acaba como lo hacía la serie, frente a la máquina de café. “Pero enseguida nos enseña ese contraplano que nunca habíamos visto”, cuenta Arturo Valls, protagonista de la serie original y productor de la película junto a Félix Tusell y Jorge Pezzi. Va de impecable gris, con camisa y corbata de rayas, a la manera quesadiana. Y enseguida, con esa alegría contagiosa tan característica suya, estira los brazos y me enseña el reloj y la esclava de oro. “¡Súmale la gomina y ya tienes a Jesús Quesada!”. Cuando se va me doy cuenta de que hemos estado hablando junto a la máquina de café. Es como la de cualquier oficina, con su café con leche a 1,30 euros y el expreso más barato, a 1,10.

Camera Café, del plano fijo a la cámara que no para quieta

El formato del plano fijo que conquistó a los espectadores en 2005 dejaba muchos cabos sin atar. “Era una serie que trabajaba siempre con el off, con la imaginación de la gente. Por tanto, cabían muchísimas películas”, explica el actor sobre su tercera película como productor tras Los del túnel y Tiempo después, una trayectoria que decidió perseguir cansado de que no le llegasen personajes interesantes y con el objetivo de dar salida a guiones que le gustasen.

“Sobre todo, entendíamos que teníamos que darle algo más al público y eso lo ha aportado Ernesto Sevilla, esa forma de rodar, este lenguaje narrativo que utiliza, lo efectista que es”, reflexiona Arturo Valls y señala cómo está la taquilla y la enorme competencia que hay para llevar al espectador a la sala. “Es una película en la que la realización está al servicio de la comedia, hay mucho movimiento de cámara”, añade Ernesto Sevilla que también ha tirado de la parodia en su debut en el cine.

Foto de rodaje de 'Camera Café'
Duelo de espadas entre Quesada y Victoria de la Vega. Rodaje de 'Camera Café, la película'
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“El personaje de Quesada pasa por diferentes estadios y lo que hacemos es aprovechar para parodiar géneros. Hay un poco de terror, un poco de suspense... Y cuando ocurre eso la realización se pone al servicio de ese género. Incluso hay homenajes a directores y planos calcados, de El club de la lucha, de Casino...", explica el director de Capítulo 0 sobre el guion que coescribió con Joaquín Reyes y Miguel Esteban, un guion que va de menos a más y que acaba en alto, en un clímax de lucha de espadas retransmitido por Ibai. “Es una mascletá”, remata Arturo Valls.

Camisas fucsias, corbatas de mapaches y PCRs

Mi visita se produce el martes 29 de junio, día 27 de rodaje y todos parecen muy apenados porque todo acabe ese viernes. Hemos entrado por el aparcamiento del edificio y allí una enfermera me ha hecho una PCR –"un departamento nuevo que ha venido para quedarse”, me informan– que afortunadamente ha dado negativo. En esa planta está la gente de producción, sentados en unas mesas improvisadas tecleando en sus portátiles. Entre ellos, Carmela Martínez Oliart, directora de producción, y Joaquín Reyes, tan bien caracterizado como el informático Richar, que no lo reconozco hasta unas horas más tarde cuando le veo en el set con la misma ropa.

En la segunda planta han construido de cero la oficina de Camera Café. Solo han dejado los techos, a petición de Ernesto Sevilla. El suelo es de moqueta, los muebles son vintage y los ordenadores tienen el logo multicolor de Windows flotando en las pantallas. Al fondo se vislumbra una pecera y el despacho de Quesada, que ha pasado de vivir en una caravana a dirigir la empresa. Para salvarla tiene que superar en ventas a la delegación portuguesa, liderada por Victoria de la Vega (Ana Milán). "Camera Café, la película es una comedia en la que contamos la que podría ser la semana más loca de Jesús Quesada con sus compañeros de la oficina como testigos", explica Sevilla.

Foto de rodaje de 'Camera Café, la película'
Quesada vive en una caravana pero sigue llevando esclava de oro. Foto de rodaje de 'Camera Café, la película'
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A pesar del retrato que corona el despacho de Quesada el mobiliario de oficina añade un punto de sofisticación al pasillo original. Ernesto Sevilla se ríe cuando se lo comento en la pausa de la comida y enseguida menciona el color amarillo chillón pollo de las paredes de Camera Café. “El pasillo que hemos construido es igual al de la serie, da muy parecido en cámara. Pero es cierto que el equipo de arte ha introducido algunos cambios de color para que se adapte más a la oficina y para que sea más estilizado –explica–. Pues los actores, uno a uno, llegaban al pasillo y decían: '¡Esto no es así! ¡Esto tampoco!'. Tenían como un TOC después de pasar tantos años en aquel pasillo”.

Por su lado, el vestuario sigue fiel a esas estridentes camisas rojas y fucsias. María Arauzo, figurinista y única directora de departamento que trabajó en la serie, me explica que en los más de 300 cambios de vestuario que tiene la película ha seguido una línea muy continuista con “esa mezcla loca de colores imposibles, lunares, rayas y estampados de la serie”. “Eso sí, hemos tenido que fabricar corbatas para Julián (Carlos Chamarro) porque ya no se fabrican tan horteras”, se ríe y nos enseña unos estampados con caras de Frida Kahlo y mapaches.

Foto de rodaje de 'Camera Café, la película'
Quesada estupefacto ante la corbata de Julián. Foto de rodaje de 'Camera Café, la película'
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Estamos en la planta cero del edificio de oficinas y María me hace un recorrido por los burros de los que cuelgan el vestuario de los personajes. Un capítulo aparte merece el de Cañizares (Esperanza Pedreño) que combina las faldas de tul con los vestidos aniñados y esas pinzas imposibles para el pelo. “Le traigo muchas cosas de mi hija de nueve años”, me cuenta enseñándome un bolso con forma de pizza.

En el burro de Jesús Quesada destacan los tonos flúor y rojo chillón, junto a los cuadros y la rayas. La diseñadora de vestuario ha rescatado del Camera Café original algunas de esas camisas. “No he sido la única, casi todos los actores venían y me decían que habían guardado alguna prenda de sus personajes al acabar la serie. Te das cuenta de lo especial que fue para todos”, explica.

"El primer día que grabamos estábamos emocionadísimos", recuerda Arturo Valls, que describe la reagrupación del reparto como "mi Ocean's Eleven particular". “Hace 14 o 15 años desde la última temporada de Camera Café y ahí estábamos todos, enseñándonos las fotos de nuestros chiquillos como en una fiesta de antiguos alumnos. Ha sido como el reencuentro de Friends pero con menos bótox y menos ceros en los cachés”.

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