¿Qué modelo de Terminator necesitas?

¿Buscas un 'cyborg' maligno para exterminar a esos humanos tan pesados? Sigue nuestra guía, y lo mismo hasta acabas con Sarah Connor de una vez.
¿Qué modelo de Terminator necesitas?
¿Qué modelo de Terminator necesitas?
¿Qué modelo de Terminator necesitas?

No es una elección fácil, desde luego. Cuando eres una inteligencia artificial superpoderosa, embarcada en el genocidio de la especie humana, tienes ya muchas cosas en el procesador como para ponerte a estudiar catálogos y encontrar defectos: que si a este le patina el acento, que si al otro se le congela el metal líquido, que si la de más allá se ha teñido de rubia y se ha puesto moño... Afortunadamente, los modelos de Terminator puestos en el mercado por Cyberdyne Systems son abundantes, y lo bastante conocidos como para que CINEMANÍA pueda ofrecerte esta comparativa de cyborgs exterminadores. Si quieres sacarle partido a tu máquina del tiempo y cargarte al líder de la Resistencia (o a su futura madre) antes de que el estreno de Terminator Génesis se te eche encima, aprovecha nuestro análisis y decídete por la variedad que más se adapte a tus necesidades antes de que sea tarde: mira a la pobre Skynet, que lleva en lo suyo desde 1984 y, pese a ello, John Connor sigue derrotándola como si nada...

[NOTA: En este análisis hemos preferido centrarnos en los modelos mainstream y más divulgados, descartando aquellas ediciones limitadas y de coleccionista procedentes de cómics, novelas o videojuegos. Tu bolsillo (y, muchas veces, también tus planes para erradicar a los humanos) nos lo agradecerá.]

T-800

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Apareció en... Terminator (James Cameron, 1984)

Perfil y prestaciones: Fue el primero y, probablemente, siga siendo el mejor. Con una carrocería de perfil austriaco, tan sólida como los bíceps de Arnold Schwarzenegger, y con una estructura interna firmada por Stan Winston (algo más que inspirada, eso sí, en los acreditados prototipos de Philip K. Dick Harlan Ellison), el T-800 modelo 101 de Cyberdine nunca pasa de moda. Algo que no nos extraña, porque resulta barato (ponerlo en marcha costó sólo 12,8 millones de euros, ajustados) y lo bastante resistente como para plantarle cara a toda una Sarah Connor. En suma, este modelo es un clásico de esos que siempre dicen "¡Volveré!".

Sí, pero... Por muy sofisticado que pareciera en su momento, el T-800 funciona con un sistema operativo tirando a tosco (un intérprete de COBOL, nada menos). Y eso facilita que tus enemigos lo pirateen como si tal cosa: a la máquina así intervenida le falta tiempo para exclamar "¡Sayonara, baby!" e irse por ahí de picos pardos con un futuro guerrillero prepúber que le enseña a tener emociones y todas esas cosas. Por suerte, su software cuenta con actualizaciones, pero no está probado aún que éstas eviten el hackeo.

T-850

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Apareció en... Terminator 3: La rebelión de las máquinas (Jonathan Mostow, 2003)

Perfil y prestaciones: Con su serie 800, Cyberdyne Systems creó una de esas plantillas de diseño que se perpetúan pese a las innovaciones de la técnica. Y nunca quedó eso más de relieve que cuando el T-850 salió al mercado: en este modelo, la cobertura orgánica de siempre (algo arrugadita, la verdad) esconde un endoesqueleto más resistente, nuevos puntos de acceso al hardware para facilitar las reparaciones y sistemas alternativos para aprovechar mejor su batería de hidrógeno. Esto último es muy necesario, ya que el 850 sólo cuenta con una célula de energía frente a las dos de su predecesor. Pero, como veremos, su auténtico talón de Aquiles está en la relación calidad-precio.

Sí, pero... Estéticamente, el T-850 cojea lo suyo, resultando avejentado incluso cuando acaba de salir del concesionario: diríase que su aspecto es el de un señor de 56 años que ya no está para esos trotes.  Además, su software presenta la misma vulnerabilidad de siempre, con lo que cualquier día de estos te abandonará para viajar al pasado y luchar en el bando de los buenos. Y el verdadero patatús llega cuando descubrimos que su precio original rayó los 21,5 millones de euros (ajustados). Nuestro consejo: ahórrate el gasto.

T-888

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Apareció en... Terminator: Las crónicas de Sarah Connor (serie, 2008 - 2009)

Perfil y prestaciones: La última entrega de la serie 800 destaca, sobre todo, por la versatilidad de su envoltura orgánica: además de resultar longevo, aguantando más de una década en condiciones óptimas, el pellejo viene en multitud de modelos de lo más diverso, entre los cuales destaca el coriáceo Cromartie modelado a semejanza del actor Owain Yeoman. Por otra parte, si la Resistencia te juega una mala pasada y acaba reducido a su estructura metálica, no te preocupes: a diferencia del T-800, el T-888 puede regenerar su cobertura mediante un proceso para el cual sólo precisa de una bañera, unos litros de plasma sanguíneo y algunos humanos incautos. Un proceso muy pringoso, eso sí.

Sí, pero... Aparte de una inestabilidad emocional, responsable de comportamientos erráticos (variedad "ahora le perdono la vida a los civiles, ahora perpetro masacres al por mayor") y de lo puñetero que es limpiar el cuarto de baño tras sus regeneraciones, el T-888 resulta un modelo tenaz, maniobrero y con grandes posibilidades. Desgraciadamente, aguantó muy poco en el mercado y ahora es una máquina apreciada sólo por los coleccionistas.

T-900 'Cameron'

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Apareció en... Terminator: Las crónicas de Sarah Connor (serie, 2008 - 2009)

Perfil y prestaciones: Palabras como "mona", "entrañable", "dulce" o incluso "riquiña" no parecen asociables en absoluto a un Terminator, ni tampoco a una terminatrix. Pero la T-900, apodada cariñosamente 'Cameron' por los aficionados, se hace con ellas sin esfuerzo: no en vano su rostro es el de Summer Glau. Esta apariencia tan encantadora es la mejor de sus armas secretas, porque tras esos ojazos y ese gesto compungido acecha una máquina cibernética de matar que, en ocasiones, parece regodearse demasiado en su labor exterminadora. Sumemos a eso su capacidad para sentir variaciones de temperatura, e incluso para comer alimento humano, y tendremos a una asesina implacable e indetectable.

Sí, pero... Producto de esa época de confusión que también dio a luz al T-888, Cameron es otro modelo que obliga a tenaces regateos en el mercado de segunda mano. Además, su software presenta el mismo punto flaco que el T-800 (cualquier día puedes descubrir que le ha dado por viajar en el tiempo junto a mamá Connor y su retoño) y su estilizado chasis resulta más frágil de lo deseable. Pero su verdadera mácula es que hablamos del único modelo de Terminator capaz de llorar. ¿Dónde demonios se ha visto eso?

T-1000

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Apareció en... Terminator 2: El juicio final (James Cameron, 1991)

Perfil y prestaciones: Gracias a su pionera implementación de tecnologías digitales, el T-1000 fue un hito en la historia de los cyborgs malignos. Y no nos cuesta nada entender por qué: esa estructura polimórfica de metal líquido (¡se acabó lo de viajar al pasado en bolas!), esa absoluta falta de escrúpulos, esa tenacidad y esa diabólica inteligencia siguen resultando inestimables cuando de aniquilar futuros líderes de la Resistencia se trata. Su precio de salida (156,6 millones, ajustados) resultó astronómico en su día, y hoy sigue siendo perjudicial para cualquier bolsillo, pero el desembolso nos merecerá la pena por muchos años que pasen. Aquí, señoras, señores y entes virtuales, hay calidad.

Sí, pero... La despedida de James Cameron como diseñador de máquinas exterminadoras presenta muchísimos logros, sí, pero también un fallo garrafal: su poca resistencia a las temperaturas extremas. Basta con una visita a una fundición y un poco de nitrógeno líquido para que esa maravilla por la que hipotecaste hasta tu disco duro acabe convertida en un irrisorio charquito de color alumino. Si decides comprar uno, cuídalo mucho y aseguráte de que vaya bien abrigado antes de entrar en la puerta temporal.

T-1001

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Apareció en... Terminator: Las crónicas de Sarah Connor (serie, 2008 - 2009)

Perfil y prestaciones: La primera terminatrix de metal líquido tuvo por modelo a la cantante Shirley Manson (Garbage). Aun así, los rumores según los cuales se arranca a cantar I'm Only Happy When It Rains a la menor ocasión son inciertos, por más que luzca siempre divinísima de la muerte. Se trata de una mejora sobre el modelo original, mucho más astuta y orientada sobre todo a la infiltración, capaz de hacerse pasar durante años por una ejecutiva apellidada 'Weaver' (¿irá por alguna actriz en particular?) sin que nadie se dé cuenta. Esta inteligencia artificial tope de gama ha resultado en un sentido del humor bastante puñetero: tras haberla visto en acción, te lo pensarás dos veces antes de usar un urinario público.

Sí, pero... Al igual que los modelos T-880 y T-900, el T-1001 es difícil de encontrar. Algo que, en su caso, casi se agradece, porque este modelo presenta el rasgo que menos querría encontrar una en un androide: es tan, pero tan inteligente que hasta tiene ideas propias. Y no sólo eso: también se le ha vinculado con una facción independiente de máquinas que desean acabar con Skynet e incluso pactar con la resistencia. En tu lugar, nosotros nos lo pensaríamos dos veces antes de llevárnoslo a la base.

T-X

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Apareció en... Terminator 3: La rebelión de las máquinas (Jonathan Mostow, 2003)

Perfil y prestaciones: Una de las ovejas negras de Cyberdyne, la T-X resultó sin embargo una muy necesaria puesta al día de la empresa en cuestiones de paridad de género: por primera vez, la Resistencia tenía que vérselas con un modelo de Terminator femenino, o (empleando su propio término) una terminatrix. De diseño vanguardista y nórdico, gracias a los rasgos de Kristanna Loken, presenta una capacidad metamórfica menos espectacular que la del T-1000, pero capaz de hacerle ganar varias tallas de sujetador en menos de un segundo, así como con una extremada elasticidad y un impresionante arsenal futurista camuflado en su brazo derecho: al menos, no tendrá que ir por ahí atracando armerías para procurarse una recortada.

Sí, pero... En esta ocasión, los diseñadores de Cyberdyne hubieran hecho bien aplicándose lo de 'menos es más'. Pese (o debido) a todas las innovaciones de las que alardea, la T-X acaba siendo el equivalente cyborg de esa navaja suiza que les regalan a los humanos en su adolescencia: tiene muchas cosas chulas dentro, pero uno nunca aprende del todo a manejarla y acaba acordándose de ella sólo cuando necesita abrir una litrona.

T-H

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Apareció en... Terminator Salvation (McG, 2009)

Perfil y prestaciones: ¿Hablábamos de secretos vergonzantes en el ramo de los Terminator? Pues este modelo viene a ser a los asesinos cibernéticos lo que el Hyundai Coupé al de los coches deportivos, o Sam Worthington al de los actores que aspiran a devorar taquillas: en su momento era lo más y todo el mundo hablaba de él, pero ahora se lo suele esquivar como tema de conversación tras constatar que tampoco era para tanto. Los rumores según los cuales se trata del ancestro común a todos los cyborgs de la saga han sido muy discutidos, y hoy se da por hecho que eran sencillamente un bulo.

Sí, pero... Un sistema nervioso y un corazón orgánicos (por favor, esquivemos las alusiones a El mago de Oz...), la capacidad de sentir dolor, una programación muy cuestionable a la hora de escoger lealtades y una estructura extremadamente frágil, en comparación con sus parientes son las razones por las que el T-H (de "Híbrido") no está nada bien visto entre los entendidos. Basta una mención de este modelo para que algunos expertos arremetan contra su interlocutor cual Christian Bale contra un director de fotografía. Y, la verdad, no les culpamos del todo.

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