Primeras críticas de 'Mulán': "Menos un remake que una nueva interpretación"

Asediada por el coronavirus, obligada a una retirada estratégica hacia la fortaleza Disney+ y bajo el constante hostigamiento de los fans de su bienamado original, el remake de Mulán ha llegado por fin hasta los ojos de los críticos anglosajones. Y, para sorpresa de muchos, el veredicto de los mismos ha sido mayoritariamente positivo.

La película dirigida por Niki Caro goza hasta el momento de un 81% de valoraciones positivas en Rotten Tomatoes, con las críticas más favorables alabando su espléndido aspecto visual, lo bien que aprovecha la influencia del cine chino de artes marciales y, claro está, ese empoderamiento femenino personificado en la heroína Liu Yifei. Y sus detractores, mientras tanto, la atacan por prescindir del buen humor de la película de 1999 en favor de las escenas de acción. ¿Quiénes llevan la razón? Pues, en espera de que todos podamos verla y opinar, hemos recogido extractos de las reseñas más destacadas para contrastar sus opiniones.

"Esta película representa el abrazo más entusiasta de Hollywood a los tropos del blockbuster asiático desde la trilogía Matrix. Allí donde la Mulán original era culpable sin duda de apropiación cultural –un caso kitsch de chinoiserie de finales del siglo XX al servicio de la sensibilidad occidental de Disney–, la versión de Caro quiere convencernos de que estamos viendo algo auténtico, tal y como podrían haberlo rodado John Woo o Chen Kaige". (Peter DeBruge, Variety)

"Aspirando a una película de acción y aventuras ligeramente más seria [que el original], expulsa a los dragones parlantes y los números musicales pegadizos. Pero esta Mulán realiza esos ajustes mientras pretende seguir siendo 'para todos los públicos', y en el proceso acaba quedándose corta tanto en desarrollo de personajes como en impacto emocional". (Beatrice Loayza, The AV Club)

"Allá donde El rey león, La bella y la bestia, Aladdín y El libro de la selva, entre otras, dedicaban un montón de tiempo a recrear una versión de sus predecesoras animadas en acción real, la versión de Mulán a cargo de la neozelandesa Niki Caro encuentra una perspectiva única sobre la historia. Pasando de puntillas sobre el campo de minas que supone la versión disneyficada y occidentalizada del cuento tradicional chino, [Caro] ha creado un filme que es menos un remake que una rica y nueva interpretación". (Steve Pond, The Wrap)

"El enfoque de Caro sobre la historia, pese a ser mainstream y 'familiar', lleva también consigo el espíritu inconfundible del movimiento #MeToo: las mujeres alzándose en su propio nombre y en el de todas las demás para exigir que los hombres las escuchen y las crean. Un momento especial de solidaridad y validación me puso un nudo en la garganta, y fue uno de los muchos instantes que me hicieron desear estar viendo Mulán en un cine abarrotado". (Christy Lemire, RogerEbert.com)

"Es hermosa, incluso en una pantalla pequeña. Es una verguenza que el público de EE UU no llegue a ver la espectacular y épica Mulán de Niki Caro en cines, pero las buenas noticias es que es una película visualmente tan hermosa, con set pieces prodigiosas, alucinante acción y colores tan brillantes que deslumbrarían hasta a una fábrica de lápices de colores, que aguantará el tipo en la pantalla de tu casa. Hay tantos matices prodigiosos de naranja y magenta, azul y amarillo, que es como si vieras esos tonos por primera vez". (Richard Roeper, Chicago Sun-Times)

"Mulán es una película impulsada por una serie de pasmosas escenas de lucha de inspiración wuxia que resultan auténticamente impactantes. Desde la urgencia y el terror de una batalla en las montañas hasta el combate cuerpo a cuerpo que predomina en el último acto (incluyendo un enfrentamiento en temblorosos andamios que recuerda a Tigre y dragón), Mulán es un auténtico espectáculo épico de acción. La película trata de muchas cosas, pero Caro y sus coreógrafas nunca se olvidan de que sobre todo va de una guerrera, y una guerrera necesita luchar". (Kate Erbland, IndieWire)

"Ambientada a la vez en el Viejo Mundo y en ese mítico y novedoso reino de Muy Muy Lejano posterior al empoderamiento femenino, esta nueva Mulán de acción real dirigida por Niki Caro es más o menos lo que pasa cuando una leyenda se encuentra con la cuenta de resultados global de Disney. Es ligeramente divertida y un poco triste, llena de paisajes arrebatadores e impulsada por dinámicas escenas de acción (...) Tiene violencia antiséptica, mensajes emocionales y la clase de protagonista a la que los ejecutivos de cine gustan de llamar 'empatizable' ["relatable"]". (Manohla Dargis, The New York Times)

"En su mayor parte, la nueva Mulán es un asunto mucho más serio que su predecesora, lleno de guerreros sombríos, magia oscura y un misticismo de elaborados rituales. Como el reciente éxito de Netflix La vieja guardia, esta es una película dedicada a proponer que las mujeres deben y pueden ser tan agresivas como los hombres. Aunque apenas se ven unas pocas gotas de sangre, Mulán es ante todo una película de guerra, con esas casi constantes escaramuzas, emboscadas y duelos que, pese a su meticulosa coreografía, empiezan a hacerse largas y repetitivas conforme se acumula la lista de bajas". (Ann Hornaday, The Washington Post)

"Las escenas de batalla son muy apañadas, tan disfrutables y divertidas como todo lo demás en la película, aunque para mí el brillo de la ilusión CGI en el espectáculo reduce su poder visceral. ¿Y qué pasa con las implicaciones de ambiguedad romántica e incluso sexual en el disfraz de Mulán? La película esquiva grácilmente cualquier incomodidad del mundo real en este particular, presentándolo como una fuente de risas y vergüenza ajena en una película 'familiar". (Peter Bradshaw, The Guardian)

"A principios de este año, el productor Jason Reed dijo que este remake estaba diseñado para interesar tanto al público de EE UU como al de China. El resultado es una película melindrosa en lo creativo y que avanza a trompicones, elaborada por comité con cuatro guionistas en los créditos; una sartenada de tópicos trillados de Disney con una enervante escasez de resonancia emocional. No es extraño que se apoye tanto en el filme animado de 1998 para sus momentos musicales: la nostalgia de las citas instrumentales de Reflection son las únicas razones para sentir algo. Pese a todo su esplendor, tiene poco sentido de la visión". (Inkoo Kang, The Hollywood Reporter)

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