Así es 'Bright', la primera superproducción de Netflix

"Bright es una mezcla de Training Day y El señor de los anillos". Os vais a cansar de leerlo y escucharlo. Lo que está por ver es si la ambiciosa propuesta de Netflix (90 millones de dólares de presupuesto), su primera superproducción original, posee la calidad de cualquiera de esos espejos en los que se mira, pero al menos parte con los mimbres para conseguirlo.

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El principal es David Ayer, guionista de Día de entrenamiento y artesano especializado en cintas de acción para las que ha modernizado la manida fórmula de la "buddy movie", como demostró en Sin tregua o Corazones de acero antes de apuntarse a los blockbusters veraniegos (Escuadrón suicida) sin demasiado éxito de crítica, pero sí comercial.

En aquella obra de Warner Bros. creó una gran conexión con Will Smith (a quien le vino de perlas ese taquillazo, aunque fuera parte de un reparto coral) y la pareja artística no dudó en repetir, tal y como nos explicó el actor durante una visita al rodaje de la cinta en enero.

"Amo a David. He trabajado con muchos directores y hay muy pocos que realmente me entienden, como es el caso de Michael Mann o Gabriele Mucchino. David está en ese círculo para mí. Amo esa sensación cuando te dan plena libertad porque confías en alguien. Y me apasiona cómo funciona su mente, o no funciona en algunos casos", bromeó Smith, cuyo personaje aquí recuerda a su Mike Lowrey en Dos policías rebeldes.

Y pocos podrían imaginarlo, pero esta historia, que se desarrolla al completo en las calles de Los Ángeles (California), corre a cargo de Max Landis (Chronicle), quien dejó estampado en el guión una dedicatoria dirigida al propio Ayer cuando el texto comenzó a circular por los estudios de Hollywood en busca de comprador.

“Max siempre quiso que David dirigiera esta historia”, señaló Eric Newman, uno de los productores de la cinta. “Su conocimiento de estas malas calles es notorio. Día de entrenamiento, Sin tregua, Vidas al límite, Sabotage… todas se desarrollaban en Los Ángeles. Y el mundo de Bright es tan crudo y reconocible como en esas películas, pero esta vez dentro de un contexto con figuras mitológicas y donde el racismo y la brutalidad policial están muy presentes”, explicó Newman.

Para Bryan Unkeless, otro de los productores del filme, el nivel de cuidado y mimo en la producción fue lo que atrajo a David Ayer. “Es difícil encontrar una mezcla adecuada entre una historia inteligente y ‘palomitera’. Pero David lo vio claro. Entiende a los personajes y apuesta por la acción y el realismo. Es una bendición como director. Y es un tipo duro”, señaló.

Sí, el nivel de violencia será el mismo al que nos tiene acostumbrados Ayer, advierten los productores, conocedores de que en Netflix no existe el sistema de clasificación por edades. Ese es solo uno de los “beneficios” de haber trabajado con la plataforma audiovisual.

Para el propio Ayer, la experiencia ha sido “fantástica”. “En el mundo de los estudios, cuando manejas grandes presupuestos, a ellos sólo les preocupa manejar y controlar esas cifras. En Netflix, en cambio, confían en el cineasta y le dejan hacer su película. Al mismo tiempo, te dan todos los recursos necesarios. No hay movimientos raros. Es refrescante operar así”, declaró.

“La industria del cine está cambiando ante nuestros propios ojos”, reflexionó Joel Edgerton embutido en látex para su papel de orco. “Y el modelo de Netflix es genial, así que… ¿por qué no probar?”.

Will Smith se mostró igual de satisfecho. “A mí me encanta estar a la vanguardia en todo, intentando cosas nuevas”, afirmó. “Desde el comienzo de mi carrera ha sido así, pero con el paso de los años se vuelve complicado. Esta es una oportunidad extraordinaria y estoy deseando ver qué ocurre con la película. Para mí, esto es el futuro. A mis compañeros de profesión que estén barajando trabajar con Netflix sólo les diría que adelante: pagan realmente bien”, concluyó entre risas.

Bright se estrena en Netflix el 22 de diciembre.