¿Por qué las películas sobre videojuegos de lucha son siempre un desastre?

De todas las películas basadas en videojuegos que se han hecho, las más malas y ridículas han sido, sin duda, las que ponen sus cimientos en videojuegos de lucha. Mientras que títulos como Tekken, Street Fighter o Mortal Kombat triunfan en las diferentes plataformas  de entretenimiento (PlayStation, Xbox, PC, etc.), sus adaptaciones a la gran pantalla han sido un estrepitoso fracaso.

¿Por qué no funcionan estas versiones? ¿Acaso el público jugador no acude emocionado al cine igual que irán a ver Detective Pikachu o como no se perdieron Tom Raider? Damos un paseo por algunas de las adaptaciones cinematográficas basadas en videojuegos de combate que nos darán la respuesta.

Street Fighter: la última batalla (Steven E. de Souza, 1994)

Hace unos días se cumplían 24 años del estreno de Street Fighter: la última batalla, una película que protagonizó Jean-Claude Van Damme (en el papel de William F. Guile), junto a Raúl Julia (General M. Bison), la cantante Kylie Minogue (Cammy), Ming-Na (Chu-Li), Damian Chapa (Ken), Wes Studi (Sagat), Bryon Mann (Ryu) y Grand L. Bush (Balrog). Todo un elenco multicultural, bajo la dirección de Steve E. De Souza, cuya caracterización hacía honor al original.

La cinta recaudó tres veces el coste de su producción, lo que la convirtió en un éxito comercial. Sin embargo, la crítica de los acérrimos a la saga y los espectadores fue la misma: mala, malísima, pésima. Tales fueron las opiniones negativas que, a pesar de generar una montaña de dinero, es recordada como las peores películas de 1994.

Pero, ¿por qué fue tan criticada? Fácil. Se saltaron todos los detalles del clásico videojuego: no respetaron las historias de los personajes, la trama no tenía nada que ver… Lo único que podía decirse que estaba sacado del original fue el vestuario.

Eso sí: si la pones en blanco y negro, hasta parece una obra maestra.

Street Fighter: la leyenda (Andzrej Bartkowiak, 2009)

Aunque parecía imposible, casi veinte años después, en 2009, vio la luz una segunda película basada en la saga Street Fighter. Casi nadie sabe que existe y los pocos que la conocen no recuerdan que estuvo protagonizada por Kristin Kreuk (popular por interpretar a Lana Ling en Smalville) y Chris Klein.

En esta ocasión la historia se basó en el segundo lanzamiento de la saga, por lo que titularon la cinta Street Fighter: la leyenda de Chun Li, ya que narró la historia de este personaje, de forma más o menos fiel al videojuego. Una Chun Li adolescente presencia el secuestro de su padre (a manos de Bison) y termina convirtiéndose en luchadora en busca de venganza.

Sin embargo, se ve que ese argumento no era suficiente y los guionistas se sacaron de la manga algunos detalles como la esposa e hijos del malvado Bison, a quién también le cambien los planes (en el juego quiere crear al guerrero definitivo y en la película, crear un imperio).

También infravaloran al padre de Chun Li, que en el original es un agente de la Interpol y en la película solo cuentan que es un hombre de negocios. Además, la pequeña luchadora nunca ve cómo capturan a su progenitor, ni tampoco cómo lo matan.

Este tipo de detalles hicieron que la escasa crítica que recibió (porque no tuvo apenas éxito de público) fuera muy negativa y provocó que la película cayera en el olvido.

DOA: Dead or Alive (Corey Yuen, 2006)

Habiendo estrenado su último título este mes de marzo, Dead or Alive 6, esta saga de lucha está más viva que nunca, aunque no le fue tan bien a su adaptación cinematográfica, estrenada durante el verano de 2006.

De los juegos originales, DOA: Dead or Alive sólo tomó su premisa más básica (un concurso de artes marciales) y creo a partir de ahí su propia historia. Jaime Pressly, Natalia Malthe, Devon Aoki y Holly Valance fueron sus protagonistas.

Sin embargo, como viene siendo ya normal en los estrenos de películas basadas en videojuegos de lucha, los fans más fieles de la saga sacaron más fallos y pegas que buenas críticas: las luchadoras no llevaban los mismos atuendos que en original, tampoco respetaron las armas ni los estilos de lucha, algunos personajes principales cambiaron su aspecto y personalidad…

Al parecer, Corey Yuen, director de este filme, no aprendió nada de las malas críticas que obtuvieron otras películas basadas en videojuegos de peleas y cometió los mismos fallos que los seguidores de este tipo de títulos tanto detestan. Como no podía ser de otra manera, esta adaptación fue un estrepitoso fracaso.

Mortal Kombat (Paul W. S. Anderson, 1995)

Una de las sagas más famosas y queridas por los fans de los videojuegos de lucha es Mortal Kombat. Sangre, brutalidad y el sonido de huesos rotos han caracterizado esta colección de títulos que va camino de lanzar once títulos.

Esta saga creada en 1992 no iba a ser una excepción y, por supuesto, también cuenta con una adaptación en la gran pantalla titulada Mortal Kombat y dirigida por el responsable de las películas de Resident Evil. Se estrenó en cines tres años después de que la saga debutase en los salones recreativos y fue la que mejores resultados obtuvo en taquilla (lo mejor de lo peor, por así decirlo).

La cinta se propuso como objetivo mostrar la característica violencia de los videojuegos, para los que se utilizaron imágenes generadas por ordenador (aunque de una forma muy primitiva). Esto logró que la crítica no fuera tan negativa como lo ha sido con otras adaptaciones, a pesar de la notable falta de notables y actores famosos (con la excepción de Christopher Lambert).

En esta ocasión la trama se asemejaba bastante más a la que cuenta la historia original, aunque no faltaron tampoco seguidores de la saga que sacaron la punta a varios aspectos de la película, como la edad de algunos personajes o la participación en el torneo de lucha de los mismos (que no deberían pelear).

El éxito (en comparación con otras adaptaciones) fue tal que se hizo una secuela, Mortal Kombat: Aniquilacion y una teleserie llamada Mortal Kombat: Conquest. Ahora existen rumores de que Warner Bros podría estar desarrollando una nueva película, aunque todo está en el aire.

Tekken (Dwight H. Little, 2010)

Otro de los grandes clásicos entre los videojuegos de lucha es Tekken que, por supuesto, también tuvo su adaptación cinematográfica aunque no pasó por la gran pantalla. Llegó a España en 2011 y se estrenó directamente en el canal de Atresmedia, Neox.

Dwight H. Little fue el encargado de dirigir esta cinta plagada de artes marciales que basa su historia en los acontecimientos del Tekken 3, ya que intenta explicar los ocurrido en los anteriores. Sin embargo, no prescindió de algunos personajes de entregar posteriores.

A los seguidores de estos títulos les gustó mucho el detallista de los trajes y ropajes de los protagonistas, sobre todo los de Eddy Gordo (Lateef Crowder), Raven (Darren Dewitt Henson), Sergei Dragunow (Anton Kasabov), Bryan Fury (Gary Daniels) y Yoshimitsu (Gary Ray Stearns).

Por contra, los fans criticaron mucho el papel del actor Jon Foo, que dio vida a uno de los grandes protagonistas, Jin Kazama: no tenía la nacionalidad adecuada y además estaba muy delgado y poco fuerte para interpretar al personaje. También disgustó mucho al público el cambio radical de personalidades como la de Kazuya Mishima o Heihachi, que en la película se invirtieron: mostraron a Kazuya frío y sádico y a un honorable Heihachi, mientras que en el videojuego es al revés.