¿Por qué Christopher Nolan se niega a trabajar con Netflix?

El motivo es algo más complejo que su aparente desprecio al formato streaming.
Christopher Nolan en el set de 'Dunkerque'
Christopher Nolan en el set de 'Dunkerque'
Christopher Nolan en el set de 'Dunkerque'

El rechazo que siente Christopher Nolan hacia las plataformas de streaming parece obedecer a motivos evidentes, incluso antes de que el modelo híbrido de Warner le empujara a llamar a HBO Max “el peor servicio de streaming. El compromiso del director de Tenet con la experiencia cinematográfica tradicional fue lo que le motivó a estrenar su última película en verano del año pasado pese a las reticencias del estudio, obteniendo una taquilla decepcionante pero dando un respiro al tan maltrato sector de la exhibición. Y sin embargo, Nolan ya ha protagonizado conversaciones con Netflix en el pasado, exponiendo unas reticencias que van más allá de la pulsión romántica.

No hay que olvidar, a fin de cuentas, que los brazos de Netflix pueden extenderse puntualmente a la pantalla grande, sobre todo si lidian con películas 'oscarizables'. Producciones como Historia de un matrimonio o El irlandés han llegado a estar disponibles en salas de cine durante cuatro semanas, y acogiendo un modelo así cabría imaginar a un Nolan algo más conforme. De modo que hay otras pegas: pegas que ha aclarado Scott Stuber (responsable de la producción cinematográfica de Netflix) durante una entrevista con The Wall Street Journal. Según el ejecutivo, lo que más inquieta a Nolan del sistema Netflix es la falta de “distribución global” de la que aún adolece la compañía.

“Hay aspectos de la distribución global en cines que siguen siendo atractivos”, cuenta Stuber. “Chris Nolan y yo hemos hablado bastante… y eso sigue siendo algo que él desea profundamente. Si no podemos proporcionárselo, es un gran problema para él”. ¿Se refiere Stuber a los países donde Netflix no está disponible? No exactamente, pues la presencia del servicio es básicamente global; el problema radica en los modelos de exhibición que van variando según el país, y que entorpecería una distribución global tal y como siempre la ha querido Nolan.

Razones para desconfiar

Pongamos por caso Francia. En este país el margen entre que una obra llegue a los cines y luego se incorpore a la oferta streaming ha de ser por ley 36 meses: algo que choca frontalmente con la política de Netflix. La plataforma no puede permitirse esperar 3 años para tener en catálogo una producción original, y esto entre otras cosas es lo que ha provocado sus desencuentros con el Festival de Cannes. Más allá de Francia, ni siquiera en EE.UU. una película podría contar con una distribución total, puesto que hay cadenas como AMC que no proyectan films de la compañía.

Estas carencias han mantenido a Nolan alejado de Netflix hasta ahora, pero no han evitado que el estudio haya experimentado un enorme crecimiento en los últimos años. Sobre todo, en lo relativo a prestigiosos cineastas que colaboran con la compañía: Martin Scorsese, Noah Baumbach, Alfonso Cuarón, Michael Bay, David Fincher, Spike Lee, Paul Greengrass, Aaron Sorkin, Charlie Kaufman… Un caché creciente que ha conducido a que 2021 sea el segundo año consecutivo donde Netflix es el estudio con más nominaciones en los Oscar (a resolverse este 25 de abril). La plataforma tiene un total de 36 nominaciones, con El juicio de los 7 de Chicago y Mank como candidatas a Mejor película.

“Es muy importante porque le estás diciendo a la comunidad artística que podemos hacer realidad todo con lo que sueñas”, explica Stuber sobre estos logros. “Todos queremos ser reconocidos por nuestros compañeros como los mejores de la clase. Cuando empecé, nunca habíamos sido nominados. Es un gran logro y es muy beneficioso para el negocio, no solo para reclutar artistas sino también para que nuestro cliente sepa que vamos en busca de lo mejor”.

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