Pinceles al rojo vivo: 9 películas sobre artistas y modelos

Pinceles al rojo vivo: 9 películas sobre artistas y modelos

Intimidades a flor de piel (por los desnudos, ya se sabe), la creatividad como acicate carnal, y todo ello en épocas que no toleraban mucho la cercanía de hombres y mujeres: no es extraño que las relaciones entre los artistas más famosos y sus modelos hayan dado pie a muchas películas tórridas. No nos referimos a trabajos de ficción (aunque los hay: véanse La vida sin Zoë, de Scorsese, El artista y la modelo de Trueba, o cualquier versión de El retrato de Dorian Gray), sino a filmes basados en hechos reales como Renoir, que llegó a las pantallas este viernes. En dicha cinta, son el pintor impresionista (Michel Bouquet) y su hijo, el futuro director de cine Jean (Vincent Rottiers) quienes pierden el oremus por la mollar pelirroja Christa Teret: échale un vistazo a nuestro informe para descubrir otros casos similares y -en su mayoría- auténticos.

La joven de la perla (Peter Webber, 2003)

El artista: Johannes Veermeer de Delft (Colin Firth), pintor holandés conocido tanto por su magistral empleo de la luz como por la brevedad de su obra. Si nos fiamos de la novela de Tracy Chevalier, su vida familiar era cuanto menos complicada.

La modelo: La joven Griet (Scarlett Johansson) entra como sirvienta en la casa del pintor, y acaba envuelta en una relación que bordea lo adulterino y lo artístico. Avisamos de que la chica es un personaje de ficción, pero como el cuadro que da título a libro y filme es de lo más enigmático, su historia cuela bastante.

La maja desnuda (Henry Koster, 1958)

El artista: A Francisco de Goya y Lucientes no le hicieron ningún favor en este dramón histórico. Porque verte con el rostro de Jorge Perugorría (Volaverunt), Francisco Rabal (Goya en Burdeos) o Stellan Skarsgaard (Los fantasmas de Goya) tiene mucho más aquel que aparecer con el rostro de Tony Franciosa. Dónde va a parar...

La modelo: Si a Goya le tocó la peor parte del pastel, su musa y amante Cayetana de Alba salió de lo más favorecida en este filme. La diferencia entre los retratos de la aristócrata que pintó el genio aragonés y la percha lucida aquí por Ava Gardner es vertiginosa: sólo la Aitana Sánchez-Gijón de Volaverunt está a su altura.

El amor es el demonio (John Maybury, 1998)

El artista: De personalidad inestable, por decirlo suavemente, Francis Bacon (Derek Jacobi) revolucionó la historia de la pintura con cuadros que pueden poner a prueba la resistencia de muchos estómagos. Margaret Thatcher, sin ir más lejos, los detestaba.

El modelo: Si un ladrón irrumpiera en nuestra casa, nosotros le echaríamos a escobazos o saldríamos corriendo. Cuando el delincuente George Dyer (Daniel Craig) hizo lo propio en el estudio de Bacon, el artista le invitó a meterse en su cama, primero, para después dedicarle algunos de sus mejores retratos. La relación, tormentosa y trágica como corresponde, acabó con el suicidio de Dyer en 1981.

Los amantes de Montparnasse (Jacques Becker, 1958)

El artista: Amedeo Modigliani (Gérard Philippe) era un pintor genial. Para su desgracia, también era un alcohólico y un fumeta incorregible, amén de moverse en esa bohemia parisina que tanto le gusta a Woody Allen, y que tantas facilidades daba para morirse de hambre.

La modelo: Según cuentan las crónicas, Jeanne Hébuterne fue mucho menos dulce en la vida real que Anouk Aimée en esta película. Pero como el filme es obra de uno de los maestros del realismo poético francés, preferimos no darle importancia. Si el romance te satura y quieres morbo, busca Modigliani (2004), con Andy García y Elsa Zylberstein como el pintor y su musa.

Moulin Rouge (John Huston, 1952)

El artista: "Con una estatura normal, jamás me hubiese dedicado a la pintura", afirmaba el conde Henri de Toulouse-Lautrec (José Ferrer). Y seguramente, añadimos nosotros, tampoco se hubiera entregado al mundo de absenta, cabarets y prostitutas que plasmó en su obra.

Las modelos: Parco en estatura, Toulouse-Lautrec era lo que Britney Spears llamaría hoy un womanizer, con lo que no podía bastarle con sólo una musa: aquí, su paleta se divide entre la trotacalles Marie Chalet (Colette Marchand) y las vedettes Jane Avril (Zsa Zsa Gabor) y La Goulue (Katherine Kath).

Caravaggio (Derek Jarman, 1986)

El artista: Cuando la Soberana Orden de Malta te expulsa de sus filas llamándote "miembro pútrido y apestoso", es que tus libertinajes sobrepasan los límites de Italia en el siglo XVI, que ya es decir. Ese fue justo el caso de Michelangelo Merisi di Caravaggio (Nigel Terry).

Los modelos: Además de correrse juergas épicas y de cometer algún asesinato ocasional, Caravaggio gustaba de yacer con hombres y con mujeres. La prostituta Tilda Swinton y el chulazo Sean Bean son aquí sus fuentes de inspiración, enredándose con el pintor en un triángulo amoroso que terminará a cuchillada limpia.

La pasión de Camille Claudel (Bruno Nuytten, 1988)

El artista: Abandonamos de momento el mundo de la pintura para arrimarnos a la escultura, un arte que Auguste Rodin (Gérard Depardieu) dominó como nadie en su época. El asunto es, como apunta este filme, si contó para ello con alguna ayuda que otra.

La modelo (y artista): Resulta que Camille Claudel (Isabelle Adjani) no fue sólo la ayudante y amante de Rodin, sino que también tenía un talento considerable para las cosas del cincel y el mazo. Por supuesto, su carrera no se desenvolvió en un entorno muy favorable para las mujeres, con lo que la tragedia estaba servida.

Factory Girl (George Hickenlooper, 2006)

El artista: Andy Warhol (Guy Pearce) no inventó el arte pop, pero sí ayudó a convertirlo en una tendencia internacional gracias a sus latas de sopa, sus retratos de celebrities, su labor como manager musical (de los Velvet Underground, nada menos) y sus películas.

La modelo: Rica por su casa, Edie Sedgwick (Sienna Miller) cometió dos grandes errores en su vida: el primero, dejarse adoptar como musa por el siempre calculador Warhol. La segunda, liarse con Bob Dylan, reemplazado aquí por un trasunto con el rostro de Hayden Christensen. ¿Alguna vez te has preguntado sobre quién iba la letra de Like a Rolling Stone? Pues ya lo sabes...

Utamaro y sus cinco mujeres (Kenji Mizoguchi, 1948)

El artista: Mizoguchi, uno de los titanes del cine japonés, nos presenta a Kitagawa Utamaro (Minosuke Bando), pintor de la corriente ukiyo-e ('mundo flotante') que hacía furor en el Japón del siglo XVIII. Como muchos de sus colegas, el genio era aficionado a frecuentar burdeles, y produjo una abundante cantidad de material pornográfico. Para la película, el guionista Yoda Yoshitaka basó su personalidad en la del propio director.

Las modelos: Concubinas, pescadoras de perlas, prostitutas de alto y bajo rango y una dama de la nobleza aficionada al body painting: esas son las chicas que se mueven alrededor de Utamaro en este filme. Dada su ambientación histórica y su abundancia de escenas subidas de tono, Mizoguchi tuvo algún problemilla que otro con el ejército de EE UU, que por entonces (tras la II Guerra Mundial) censuraba las películas producidas en su país.

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